
La fiebre del coaching copa la parrilla
Ha vuelto. El terror de los restaurantes. El azote de los malos sous chefs. El salvador de cocinas. Chicote. Ha vuelto por la puerta grande enseñándonos que aunque la Virgen del Rocío se ponga delante, él puede con todo lo que le echen y más. Porque a motivación no le gana nadie y es capaz de dar la vuelta a un negocio en unos días y conseguir unos resultados espectaculares. Porque el coaching es un arte y él lo lleva como nadie.
Por 29 enero 2014
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