
Freud desencadenado
Esta es la historia de una mujer con una vida acomodada y nada indecente, una vida que, en principio, nada tiene que ver con los tangos ni con los boleros; una mujer con un marido y unos hijos que simplemente están ahíocupando el espacio de lo cotidiano –el bulto inevitable de la existencia–. El autor Diego Vaya (Sevilla, 1980) crea unaheroína del conformismo –por así decirlo–, a partir de unos trazos tan reales que subliman lo anodino en su incapacidad de saltar hacia lo extraordinario. Pero todo el mundo tiene una historia que contar, incluso ella, que no tiene ni nombre propio porque el autor se lo niega desde la primera línea de la novela: «Ella tenía un rostro común».
Por 9 junio 2013
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