
Primero, el silencio. Una figura emerge de las sombras, armada con una flauta. Encara al público y, lentamente, se lleva el instrumento a la boca. Y sopla, y respira. Y de esta combinación surgen un sinfín de matices. Unos diez minutos después, coge aire, vuelve a hacer sonar la flauta, y se marcha. Así comienza el ocaso.
En Atendant es una coreografía de Anne Teresa de Keersmaeker, escrita en 2010 para su compañía, Rosas. Su estreno mundial se realizó en el Festival de Avignon, a cielo abierto, mientras el sol caía a espaldas de los bailarines. El mismo atardecer, esta vez controlado por el técnico de iluminación, llegó ayer al Teatro Central.
Por Paula Velasco - 26 enero 2013