
‘Algo que solo Dios conoce’ de Bruno Herrero
Algo que solo Dios conoce está ambientado en un tren en el año 1890. Es un corto trascendental y abstracto que tiende a una poética casi mística, más que a la narración. Los silencios y las miradas serán los protagonistas esenciales. Destaca la fotografía, que aporta el toque fantástico a la sobria realidad, cercana al realismo mágico.
Por 16 marzo 2013
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