Sierra Sur: Música, paz y naturaleza

Por Valeria Navarro

La música sea dónde sea y cuando sea, siempre es una buena opción. Y si encima tenemos la suerte de disfrutarlo en Zahara de la sierra, más felices nos hace. Sierra Sur, un formato festivalero totalmente distinto al que estamos acostumbrados. Qué bonita iniciativa unir sonidos en directo y naturaleza.

Cada rincón tenía su magia, miráramos a dónde miramos nos sacaba una sonrisa. Paisajes sin fin, amabilidad en cada persona que te encontrabas, una organización impecable. Si esto te parece genial imagínate vivirlo.

La alegría compartida siempre es más y eso lo sabe muy El Jose, un grupo de Granada que te hace bailar y cantar al mismo tiempo. Yo no los conocía, pero me han ganado, sus ritmos tan frescos, y rumberos nos hizo saltar sin parar.

Son un gran descubrimiento para mucha gente. Nos regalaron canciones como «Un sólo corazón», «Renuncio», «Canto», «Sin sal ni perejil» o «Vaya pollas de gobierno» de su último álbum «Yo sin tú». La banda entera es pura fiesta, un directo muy lindo que recomiendo a todo el mundo.

Entre grupo y grupo había tiempo para darse un paseíto y disfrutar de aquel inmenso paraje de la sierra gaditana. También, contábamos con foodtrucks para comer, actividades para familias y niños, como tiro con arco, piragüismo, tirolina, yinkanas o manualidades. Aburrirse no es posible en el Sierra sur.

Tuvimos el privilegio de ver en directo a a Musgo una chica dulce que consiguió poner un toque de armonía con su arpa celestial. Mientras, un grupo de actores disfrazados, bailaban al compás de su sonido melódico.

Más tarde empezaba Mario Díaz, y ya el público no podía aguantarse las ganas de reír y cantar. Mario tiene ese duende que muchos no pueden presumir. Cuando necesito recargar pilas siempre lo pongo bien alto, es un chute de felicidad instantáneo que recomiendo al 100%.

La banda de Mario Díaz al completo estaba preparada para compartir cada segundo con su gente. Hicieron un viaje por sus repertorios más famosos. Entre otros «Sol del Sur», «Cuando aprenda a volar», «El tiempo», «Está en ti», «inténtalo». Y para terminar como no podía ser de otra forma sonó un «Homenaje a la mia vida» y «Gloria bendita». Pero para gloria ellos, que son un grupazo. Y es un placer tenerles.

Un descanso, y todos nos fuimos a comer. Comida muy rica, sana y bien hecha por cierto. Con su correspondiente cervecita fresquita. La gente se agolpaba en las primeras filas, llegaba el plato fuerte. Rozalen, el broche de oro del festival. Y es que lo tienen muy merecido. No sólo por sus canciones con mensaje y reinvindicación, sino porque son majos, cercanos, tal cual los ves encima del escenario. Bravo por ellos, eso es lo que más admiro en un grupo y en su evolución. Que no pierdan jamás su esencia.

Los conciertos de Rozalen se resumen en una palabra: tragicomedia. Y es que tiene de todo, y eso es lo que les hace ser tan aptos, válidos, y estupendos. Su voz genuina nos dejó volando, en una nube, felices, flotando. Canciones como «Vuelves», «Asuntos pendientes», «Será mejor», «Las hadas existen», «Berlín», «Comiéndote a besos», y para terminar, «Girasoles» con la que todos nos vinimos arriba como nunca. Qué gran momento.

Ya un poco más cansados, pero con ganas de seguir disfrutando, llegaba el grupo Malamanera con su banda, su gran energía a pesar de que era muy tarde, y su toque dinámico que tanto nos conquistó. No los conocía, pero que sepan que ya tienen una nueva fan.

El festi llegaba al fin de su primer día, con Sabor a calleSu toque reggae nos enganchó desde que salieron al escenario. Buenas letras, buenos sonidos pegadizos. Tocaron canciones como «Placebo», «Blanca», «Lógico», «La calle San Rafael» de su trabajo «Andando entre melodías». También sonó «Balkian», «Al lao tuyo», «Regalo», «No sé lo que tienes tú» de su otro disco «Circus».

Mañana más música. Y así fue, amaneció el sábado. Y todo seguía tan mágico y bonito como siempre. Este día promete dijo uno, pues claro ¡Ni lo dudes! Empezábamos con Festykids un grupo alegre para niños y familias. Los peques se lo pasaron en grande, hasta yo me uní y eso que una ya tiene que guardar las formas, o no, ¡qué más da!

La canalla, una mezcla curiosa de copla, jazz y pop. Me sorprendieron, su forma de conectar con el público desde el minuto 1 fue impresionante. Todos estábamos felices de tenerles. Nos deleitaron con sus éxitos como «Niña del fuego», «Tango del tirao», «Tes quiero may lof», «Tú tan tú yo tan yo» o «Sirenas».

Y como no, mi grupo favorito. Me tiene robada el alma, desde que lo vi por primera vez hace tanto tiempo. Su calidez, sus ritmos, letras, sonidos. Es único, es Depedro. Y siempre gana y acierta. Tiene ese don. Este festival le quedaba a la perfección con su estilo, con su rollazo y su arte. Canto de todo: «La casa de sal», «Ser valiente», «Diciembre», «DF», «Panamericana» que es la que más me gusta por cierto, y como no también «El pescador», «Déjalo ir» y «Acuérdate». Todo el mundo bailando, esa es la magia de Depedro, sólo ellos saben cómo hacerlo.

Antílopez ya estaba listo, con su humor característico que siempre te saca una carcajada. Son naturales, transparentes y encima suenan de lujo. Son la caña para que os vamos a engañar. Hicieron un repaso de sus mejores canciones como: «Prefiero», «Musa en paro busca poeta», «Mi canción», «Nadie pone fin», «Suerte», «Vuélcalo to ya», «Metralla, medida y coraje» con la cual nos pusimos finos danzando.

Ya quedaba poco para que el festival se despidiera. Eskorzo, banda legendaria de Granada. 20 años de música, que se dice pronto. Con su rock mestizo nos amenizaron la noche en sierra sur. Cantaron «Como un abanico», «Cumbia caníbal», » La marabunta», «La tumba», «Mambo zombi», «Suave» y «Dámelo». Me encantaron, me fliparon, había oído hablar de ellos antes, pero nunca los pude ver en directo y son aún mejor. Increíbles.

Llegaba el final, turno de Derby motoreta’s burrito kachimba para despedir el festival. Su sonido siempre nos recuerda a Triana grupo sevillano mítico. Y sus quejidos tan agudos son capaces de traspasar cualquier frontera. Nos hicieron partícipe de su arte con canciones como: «Nana del caballo grande», «Grecas», «La piedra de Sharon», «El salto del gitano», «Aliento de dragón», y «Viejo mundo» entre otras. Se merecen todos los éxitos porque son únicos. Magistrales. Exquisitos.

Gracias Sierra Sur, era la primera vez que iba a visitarte, a disfrutarte. Pero no será la última. Eso seguro.  ¡Larga vida a los buenos festivales!