Interestelar ofrece a Sevilla una misión espacial

Por Revista Wego

El Festival Interestelar llega a Sevilla para demostrarnos que desde el espacio todo suena mejor

Acabamos de aterrizar del viaje espacial que hemos hecho con INTERESTELAR. El Festival Interestelar 2018 le ha regalado a Sevilla y a todos los asistentes que acudieron a la misión espacial, dos días intensos de música en las praderas del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

Aunque la lluvia también quiso formar parte del evento, no amedrentó al público ni las ganas de saltar, cantar y bailar con cada grupo. Fue inevitable el recuerdo de los tremendos aguaceros y la suspensión de la edición de 2016, lo cual creó incertidumbre entre los que esperaban este fin de semana con ansias. Sin embargo, esta sensación no se instauró por mucho tiempo ya que, el viernes el Festival abría sus puertas a las 16:30, a pesar de la climatología, y los primeros y más valientes entraban buscando y eligiendo su primer escenario. Algunos tenían hecho su propio horario con los grupos y los escenarios donde actuaban, para no perderse ninguna actuación importante y eso dependía del gusto musical de cada uno. Porque si hablamos de estilos, había para todos los gustos dentro del universo indie.

El primer grupo que inauguró Interestelar fue Batracio en el escenario de Negrita, la banda presentó en su tierra natal su EP “Anfibióticos”, son el ejemplo de la perseverancia y saber jugar con la improvisación. Combinan Rock, Ska, Funk y Reggae, la banda Batracio se montó en la nave Interestelar por primera vez y ha dado mucho de qué hablar. A pesar

de que tocaron en las primeras horas del festival, que siempre son un poco más complicadas, y el público más escaso, montaron tal espectáculo q

ue los espectadores no dejaron de bailar y saltar en toda la actuación.

La tarde se desarrolló bajo algunos nubarrones y pequeñas tormentas, pero llegó la tregua y el público semultiplicó con las actuaciones de los catalanes Elefantes y Carlos Sadness. Elefantes, la veterana banda liderada por Shuarma, hizo bandera de su elegante estilo de hacer pop rock, cantándole al amor y a los corazones rotos. Carlos Sadness junto a su inseparable ukelele, ha sido el único artista que repetía la experiencia de Interestelar. Hizo disfrutar a una importante colonia de fans que lo esperaban desde mucho antes de su concierto.

Sin tiempo para recargar la bebida ni descansar, después del autor de «Amor Papaya», aparecía en el escenario Juanito Makandé, uno de los artistas más esperados de la noche. Quedó de manifiesto la especial relación entre el artista gaditano y el público sevillano. El viernes volvió a enamorar al público hispalense, quienes cantaban a coro sus canciones que son la fusión de flamenco y funk, con temas como «Kamikaze», «Calores» y su indispensable «Niña Voladora».

La noche llegó y de su mano, dos de las bandas más esperadas del panorama indie. En diferente escenario que Makandé, pero instantes después, Niños Mutantes tomó el relevo, los granadinos interpretaron clásicos propios como interpretando con sumo «Errante», «Te favorece tanto estar callada» y «Todo va a cambiar» y sorprendieron con una versión, fiel al estilo Elefante, de «A galopar», el poema de Rafael Alberti al que Paco Ibañez puso música en los sesenta. Más de una década de música abanderaban al siguiente grupo, Sidecars que tocaron canciones como «Tu mejor pesadilla», «Fan de ti», «La tormenta», y así hasta una decena de éxitos que inundaron la pradera del CAAC de un espíritu rockanrolero.

La noche dio un vuelco de estilo, nuevos ritmos y sonidos, para terminar la primera jornada del festival tomaron los escenarios grupos como SFDK, La Casa Azul y Bitches Deejays. Zatu y Acción Sánchez revolucionaron las praderas del CAAC con rap, sus letras tienen un tinte social que no dejan indiferente a nadie. Este género diferente al indie fue uno de los grandes triunfos de la noche, el público entregado, coreando las canciones de SFDK, comenzaron con «Lucifer» y desde la primera hasta la última canción los dos sevillanos estuvieron arropados por un público que hizo justicia a su actuación.

La madrugada se vio invadida por la diversidad de estilos musicales, el broche final lo puso La Casa Azul, cambiando las tornas con una actuación intergaláctica que mezcla el indie y technopop con un ingrediente ineludible, el disco-funk setentero. Guille Milkyway y su banda cerraron la jornada con éxitos como «La gran esfera», «El momento» y cuando parecía que no podíamos bailar más, sonó la grandiosa «Revolución sexual» y el público hizo que el suelo vibrara a un ritmo vertiginoso.

El sábado amaneció una mañana soleada, pero simplemente era trampantojo de lo que nos gustaría que hubiera sido, ya que la tarde se vio empapada de lluvia. En las primeras horas, poca afluencia para un Josele Santiago que fijó la mirada atrás y nos regaló lo mejor de su carrera musical desde «Las golondrinas etcétera» hasta «Transilvania». La tormenta llegó con la actuación de Ángel Stanich, metafórica y literalmente. El cantante con su increíble personalidad salpicada de imágenes cinéfilas, ingenio surrealista e ironía llegó con “Antigua y Barbuda”, su nuevo trabajo. El rockero hizo de su actuación, «Un día épico», para unas tres mil personas que ya se concentraban en la pradera. Hasta el cielo vibró y el resultado fue una conjugación de viento y una acusante lluvia que obligó al público a refugiarse en la carpa que la organización había instalado, acertadamente, por el riesgo de precipitación. Sin embargo, un grupo bastante numeroso se quedó a los pies del escenario bailando y cantando las canciones bajo la lluvia. Fue un momento, cuanto menos, inspirador y alentador para Stanich, cuando bajó del escenario cantando «Mátame camión» a hombros de sus más fieles seguidores.

Con la Cartuja revolucionada, llegaba El Kanka sorprendido y agradecido por el aguante del público sevillano. Tras arrasar con «De Pana y Rubí» en suelo sevillano el pasado verano, El Kanka vuelve a pisar El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo presentado su nuevo disco «El Arte de Saltar». A pesar de la situación meteorológica y el alto listón que había puesto en el escenario su predecesor, el cantante malagueño supo estar a la altura y llevar a lo más alto a su legión de seguidores entregados. Dejó temas que se pueden considerar ya clásicos como «Canela en rama», «Qué bello es vivir» y otros nuevos como «Sí que puedes».

En la misma línea, pero con unos años más en la espalda, llegó el turno de Kiko Veneno, quien presentó su primer single de su próximo disco, «Sombrero roto» a un público que seguía cantando sobre mojado. Los sevillanos Full también sorprendieron con una dosis de emoción elevada y una aparición estelar, Miguel, el cantante de Maga se subió al escenario para cantar junto a Full. Fue el preludio justo y necesario para el concierto de Lori Meyers.

 

La actuación de Coque Malla, marcó un antes y un después en cuanto a la lluvia, parecía que el público había hecho un pacto con el cielo y no se podían permitir no disfrutar de todas las formas posibles del concierto de uno de los grupos más llamativos del cartel del festival, Lori Meyers. Una de las bandas del panorama independiente más aclamadas de Interestelar, Lori Meyers presentó el sábado en su último disco “En la espiral”, los granadinos vuelven a recorrer los escenarios pletóricos, optimistas y dispuestos a arrasar con un nuevo arsenal de melodías rotundas y estribillos definitivos. Llegaron a la ciudad hispalense en la segunda parte de la gira presentar el sexto álbum, además de sus nuevos temas, su legión de fans pudo disfrutar de sus grandes hits en directo como “Luces de Neón”, “El Tiempo Pasará” y “Tokio Ya No Nos Quiere”.

La madrugada volvió a cambiar el tercio y trajo consigo el rap y el desparpajo de la mano de Rayden y las Nancys Rubias. El polifacético David Martinez Álvarez, más conocido como Rayden, uno de los raperos más influyentes del panorama español, llegó al CAAC para presentar “Antónimo” en Interestelar, su último disco. Al mismo tiempo que el rapero, pero en otro escenario, nos hacían bailar El Imperio del perro, estuvieron en Picnic Interestelar el pasado 2017 y este año han dado el salto al gran escenario del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. El rock electrónico y los sintetizadores envolventes hicieron de su directo un espectáculo lleno de energía y diversión.

Una de las actuaciones más esperadas de la noche la protagonizó Dorian, la banda catalana de electropop, no defraudaron a las miles de personas que esperaban disfrutar en vivo de temas como «A cualquier otra parte» y «La tormenta de arena».

Las Nancys Rubias pisaron el escenario con la fuerza y el desparpajo que les caracteriza. Pudimos bailar con un Mario Vaquerizo despojado de camisa y complejos, con el que cantamos algunas de sus canciones más aclamadas como «Me da igual (I love it)» o «Peluquitas». Este impredecible grupo echaba el cierre a un Festival inolvidable y rompedor.

Esta tercera edición del Festival Interestelar ha dejado un muy buen sabor de boca, ha sido una misión espacial muy satisfactoria tanto para los asistentes, como para la organización y los artistas. Antonio Romero, director del Festival Interestelar, reconoció que la lluvia siempre es un detractor y un impedimento que supone una incomodidad para todos, sin embargo, se siente muy orgulloso por el trabajo de la organización, la resistencia del público y la buena disposición de los artistas. A nivel personal para el director del festival, el balance es muy positivo y satisfactorio. Además de ser un evento para todos los públicos, con un espacio dedicado a los más pequeños, “Pequeña escuela de astronauta Interestelar Sevilla” y con la presencia del colectivo sevillano Garabattagge Ilustra, formado por veinte ilustradores que han estado realizando diferentes trabajos durante el festival, tanto del recinto como de los conciertos. En este Festival Interestelar 2018 se han congregado más de diez mil personas para escuchar, bailar, cantar y disfrutar diferentes estilos musicales con 48 grupos que se han dejado la piel y la voz en cada escenario.

Nos despedimos del Festival de música indie más prestigioso del sur de España hasta la siguiente misión espacial.

Texto: Cristina Olmedo
Fotografías: Ángel Bernabéu