Mujeres, como en casa en ningún sitio
Por 23 febrero 2018
Un cartel de color lila con tres hombres dibujados abrazándose con cariño y alegría recoge las fechas que, hasta el momento, harán de un Un sentimiento importante el disco con el que los catalanes celebren diez años de historia. Una historia delirante y emotiva que han sabido acercar a todos y cada uno de los escenarios sobre los que han vivido (y nos han hecho vivir) momentos de locura. Después de una década, Mujeres ha pasado de ser el grupo encargado de acercar a nuestro país todo ese garage-rock procedente de San Francisco (que terminaría avivando no sólo a una Barcelona a la que le faltaba algo, sino también a España entera) a convertirse en una banda con identidad muy propia y capacitada para superar una crisis tan profunda como la que provocó la salida de Martí, una de sus piedras angulares.
El año pasado, después de llevar casi 365 días a las puertas, salía Un sentimiento importante y lo publicaban estrenando relación con Sonido Muchacho. Pero hubo más novedades. Y es que, cumpliendo la fantasía de muchos que esperábamos un cambio, se atrevían íntegramente con el castellano, formando una fiesta que dura hasta hoy y que no tiene pinta de querer terminar nunca. La sensación que se nos queda en el cuerpo después de escuchar de cabo a rabo Un sentimiento importante no se explica, se siente. Pero lo que es innegable es que sus temas te hacen sentir de la familia.
Lo de Barcelona fue alucinante y tocar en Madrid algo necesario. El próximo 23 de febrero dicen que bajan a cenar a Sevilla junto a Branquias Johnson dentro del tinglado que montan los de Mango Tonight, y a nosotros se nos saltan las lágrimas de la emoción. Hablamos con Yago, una conversación a la que le teníamos muchas ganas.
Desde que disteis vuestro primer concierto han pasado años y esos años han dado para mil historias. ¿Qué es lo más bonito y qué es lo peor que habéis vivido dentro de esta aventura llamada Mujeres?
Yago: ¡Un montón de cosas! Pues como que me pregunten por mi canción favorita. Es muy difícil. Mira, un momento para recordar ha sido la presentación de este disco (Un sentimiento importante), que ha sido un disco que ha gustado muchísimo (supongo que ya lo hablaremos más adelante) y hacer SOLD OUT en el Apolo para un grupo de Barcelona que lleva tiempo funcionando y para el que no siempre todo ha sido fácil, pues es una forma épica de hacerlo: meter a 1.000 personas, una cifra a la que nosotros no estamos acostumbrados, fue una cosa super bonita. Momentos malos, también, muchísimos. Como es un disco que está tentado un poco a las emociones, me tiro por ahí: un momento muy, muy duro para la banda habla de que, una semana antes de irnos de gira por México, el guitarra, que era además uno los miembros originario, dijo que dejaba el grupo. Eso fue un golpe tremendo. Pero bueno, también el disco va un poco por ahí.
Ahora me iré a Un sentimiento importante. Pero con vuestro nacimiento todos vimos cómo algo comenzó a cambiar dentro de la escena independiente de nuestro país. Fuisteis (y así os definieron) como el soplo de aire fresco que todo encorsetamiento necesita y agradece. Creo que muchos no han parado de escucharos a lo largo de vuestra carrera. Ahora que ya ha pasado el tiempo, ¿cómo diríais que caéis en vuestro público? En su momento fuiste el soplo de aire fresco que se necesitaba no sólo en Barcelona, también en el país. ¿Cómo os definís ahora?
¡BUAH! Es lo que te digo, fue tan desmadrado todo lo de Barcelona, que todavía nos estamos recuperando. A mí lo que me llegó especialmente, y lo que creo que nos chocó a los tres, fue ver en el público esa gratitud tan inmensa y esas ganas de ser uno. Nuestros bolos siempre han sido muy físicos, la gente siempre se ha vuelto como bastante loca y tal, pero aquello era algo más, una especie de celebración de la existencia de Mujeres, y evidentemente para nosotros fue tremendo. Sobre lo del soplo de aire fresco y los años y el paso del tiempo, pues ha habido de todo realmente. Cuando aparecimos teníamos muchas ganas de montar un grupo y de hacer algo bonito, aunque no teníamos tanto esa visión de España en general, pero sí de Barcelona. Y la verdad es que en aquel momento en Barcelona faltaba algo. Nosotros siempre lo dijimos mucho en su momento, que en Barcelona faltaba algo, y faltaba algo en los conciertos concretamente: había mucha sofisticación, había músicos muy buenos, era una música como muy elitista que bebía un montón del Primavera y del Sónar… Además, la ciudad estaba envuelta de ese áurea que llevaba a hacer las cosas de una forma diferente y demás, pero faltaba un poco de desparpajo y desparrame y de modestia. Creo que van por ahí los tiros.
Por inquietudes y demás, caímos en la cuenta de toda esa música americana increíble que estaba empezando a pegar muy fuerte cuando aquí nadie se estaba catando de nada. Eso fue la punta y para nosotros aquello fue una revelación. Martín y yo siempre habíamos oído música muy antigua, de los 70 y de los 80, pero no nos molaba nada el revival, pero nos dimos cuenta de que lo que había que hacer era eso (risas). A partir de ahí, fue todo bastante loco. Aunque luego la verdad es que llegamos un poco a nuestro tope y no fuimos a más, de hecho hemos visto cómo muchos otros grupos que han llegado después han llegado muchísimo más lejos a nivel de éxito, si quieres llamarlo así.
También ha sido como ir picando, ir picando, ir picando y un poco la sensación que tenemos es esta. El disco anterior fue un disco muy de salas, de patear mucha carretera y de hacer poco festival y poco avión, hacer mucho kilómetro para ir a tocar a sitios de 250 o 300 personas, un camino de mucha provincia y de mucho ver que había como un público de región que de golpe fidelizaba. Comenzabas a ver que llenabas y llenabas y llenabas, de ahí también la decisión de hacer el disco en castellano, para acercarnos un poco más a casa y dejar de pensar ya tanto en EEUU y en el garage y en la escena internacional.
¿Cómo es la Barcelona de ahora?
Bueno, Barcelona es una ciudad ultra dinámica. Aquí pasan cosas super rápido y además hay cosas que entrar, otras que salen, hay cosas que desparecen… Barcelona siempre ha sido muy heterogénea. No es una ciudad grande ni tampoco hay tanta gente aquí, pero la ciudad se pone la chaqueta muy rápidamente. Sinceramente, ahora mismo, lo más interesante que está ocurriendo en Barcelona tiene que ver sobre todo con la música electrónica, y evidentemente con el hardcore también (porque ha habido siempre hardcore muy bueno). Pero desde luego que lo más interesante que está ocurriendo ahora mismo a nivel de música independiente es la música electrónica. Y el trap, evidentemente, que también ha habido muchísimo en Barcelona. Entonces, imagínate, como para hacer rock and roll ahora mismo (risas).

Ahora que hablas de hacer carretera y de aparcar en salas de provincias de todo el país. ¿Toda banda tiene que hacer un buen puñado de kilómetros en algún momento de su vida para saber de qué va (en parte) la vida de un músico? ¿Juega un papel importante el kilometraje en el funcionamiento interno de un grupo?
Evidentemente que es importante que tú hagas vida con tu grupo y que te muevas. Fíjate que nosotros en Cataluña, que de golpe hay como una industria musical regional y hay gente que puede tener un grupo de éxito sin la necesidad de moverse, nos preguntamos ante eso: ¡Hostias!, ¿pero te has movido un poco para ver mundo? Hay algo importante para nosotros en ese movimiento. De todos modos, también conocemos a un montón de grupos que han girado poquísimo por la sencilla razón de que se les hace una montaña gigante girar. Pienso, por ejemplo, en Fastasmage, que era un grupo impresionante de garage gallego (y que lo hubiesen petado, porque además era un grupo diferente, pero accesible) y dejaron de tocar porque no les gustaba girar. Y como ellos podría nombrarte más grupos que se han muerto por el tema de la carretera.
Para mí es esencial, pero también es que Mujeres es un grupo muy nervioso. Ten en cuenta que hemos estado diez años tocando de media 50 bolos por año. Eso es una auténtica barbaridad, sobre todo para un grupo que no es profesional, en el sentido de que no nos dedicamos únicamente a la música. 50 bolos al año sale a que estás cada semana fuera de casa (risas). Ese ritmo sólo está hecho para unos pocos. Sí, es bonito y te descubres y tienes experiencias, pero hay que estar hecho de una pasta también para eso.
Hace diez años estaba claro, por vuestras canciones, que una de los estilos que escuchabais era garage rollo Blacklips. ¿Qué música escucha Mujeres hoy? ¿Y esa música os influye como banda?
Nosotros somos unos locos de la música. Ten en cuenta que Pol, durante toda esta historia que rodea al grupo, como por 2012, abrió una tienda de discos; Arnau ha tocado en bandas de Hardcore desde que tiene 17 años. Nos gusta un montón de música diferente. Si te soy sincero, la coctelera es tan bestia. Arnau está escuchando últimamente mucha música etíope, nigeriana, música muy loca. Pol está escuchando mogollón de ambient pero a la vez nos pasa un disco de power pop de Peter Perrett (que es acojonante). Y así podría decirte del resto. Cuando comenzamos a tocar (y creo que esto le pasa a muchos grupos), en realidad, nos molaban las bandas pero no habíamos estudiado música ni queríamos ser músicos realmente. Nos gustaba la música y ya está, pero hubo un momento en el que nos apeteció tocar. Con el primer disco la idea era acercarnos a la escena americana: practicar esa fórmula y encontrar nuestro propio lenguaje a partir de las referencias y de las influencias.
¿ Y las referencias de este nuevo disc(azo)?
Cuando hablamos de las referencias en el nuevo disco nos costó un montón. No había referencias prácticamente. Ten en cuenta que es un cuarto LP. A estas alturas, ya estamos girando alrededor de nuestra propia fórmula para ver qué nos apetece hacer. Y es muy guay decirlo. Estamos en un momento en que nos hemos convertido en nuestras propias referencias. Nos apeteció intentar ciertas cosas, pero es que mientras estábamos componiendo el álbum a nivel de producción (cuando nos faltaba algún tema en concreto) sí que ha habido alguna referencia. Éramos un trío y entonces teníamos que pensar en algo como más básico, más plano, más directos y de golpe pensamos en algunos grupos que sonaban como muy 77, que no tenía que ver tampoco con el garage. Pero también el disco anterior sonaba especialmente a garage, ya sonaba un poco más popero. Pensábamos en referencias en cuanto a detalles en el sonido, no en la composición ni en la estructura.
En una entrevista que dio Pol hace unos meses dice que Un sentimiento importante es un disco de varios cambios. El primero y más evidente es que cantáis todos los temas en castellano (una fantasía hecha realidad para muchos); también, que es el primer disco grabado en formato trío y, finalmente, que cree que es un disco de autoconsciencia, de encontrar vuestro lugar y de saber qué y quiénes sois como banda. ¿Cuál es vuestro lugar y qué y quiénes sois como banda?
(Risas). Joder, qué pregunta más complicada. La cosa es que vimos claro que queríamos seguir. Cuando se fue Martí nos dijimos «bueno, se ha acabado». Una cosa es que se te vaya el batería y otra muy distinta es que se te vaya una piedra angular como es el solista, un tío que ha estado ahí desde el principio, con el que componíamos juntos… En su momento pensamos que de esta sí que no nos íbamos a levantar. (RW: una crisis que habéis superado).
Cuando llevas unos años haciendo discos todo se convierte en una carrera de resistencia . ¿El lugar que ocupamos? Bueno, tenemos muy claro que somos un grupo y que tenemos una identidad, y que hay gente que te sigue y que tienes un significado. ¿Sabes lo que significa para mí (que yo trabajo en la universidad y que estoy haciendo mi carrera académica y que me encanta irme con mis dos colegas a tocar) que tú me llames por teléfono, cuando en un concierto yo gano 100 euros, y me digas que mi grupo hizo algo en España.
Te aseguro que así piensan todos los que os han seguido mínimamente…
Ya, pero es que a mí me entran ganas de ponerme a llorar, te quiero decir.
Encontrar nuestro lugar es esto, saber que igual las cosas no cambiarán, pero seguiremos haciéndolo por esto y la sensación de que, cuando lo dejas de hacer… Este disco también viene después de una parada muy gorda porque cambiamos de sello y se retrasó todo. Entre que lo grabamos y los sacamos pasó casi un año. Que nos ha ido de puta madre también, pero sido sacar el disco y anunciar festivales y todas estas movidas. Teníamos un mono impresionante. Superar lo de Martí y ver que todo ha sido cuestión de espíritu y de seguir adelante, también de que la banda está por encima de ti y que está por encima de las personas también: es como una especie de entidad que se ha generado así misma y que es esas noches, y es esas carreteras, y estar con esa peña, y volver a la gente loca; es tener que dar entrevistas, y hacer todo ese tipo de cosas, y también que a veces el propio grupo te va a hacer tomar una serie de decisiones. Darte cuenta de eso es tremendo.
Un sentimiento importante era un disco que ya podía respirarse en el ambiente. Los seguidores de Mujeres lo estaban esperando como agua de mayo y ya si era en castellano, más.
La gente tenía muchísimas ganas de que sacáramos un disco en castellano. Estoy de acuerdo con que a quien le haya gustado el grupo y a quien le llegue este disco, probablemente este sea el disco que sienta más suyo, por el tema del idioma y también porque es un disco extremadamente directo. Las canciones giran en torno a la idea de que todas sean singles, como una especie de colección de singles todo el rato. Te has jalao medio disco y dices «¿pero aquí qué coño ha pasado?». Y lo puedo entender. El gesto va por ahí.
En su momento, hace años, cuando se os preguntaba por el nombre del grupo decíais: «Nos llamamos Mujeres porque son lo más bonito que hay en este mundo», dijísteis. Lo dijísteis hace tiempo pero imagino que lo seguís manteniendo. El tema es que con ese nombre me gustaría preguntaros: ¿qué pensáis acerca de la mujer dentro de la industria discográfica, o dentro de la música en general, y cuál crees que es el papel que representa dentro de un mundo hecho para hombres? Faltan técnicas de sonido.
No sé si está hecho para hombre, lo que sí está claro es que se ha desarrollado alrededor de la figura masculina, la verdad, como ha pasado en la mayoría de negocios del espectáculo, eh. Mira toda la polémica que hay con el cine, evidentemente (ya acabará saltando) con el teatro, incluso con la publicidad… Dentro de nada (que lo hablábamos hace poco con algunos colegas) también la habrá dentro del mundo del arte. Es decir, está petando esto por todos lados. Me va de perlas esta pregunta porque mi hermana se dedica a la música pero desde el otro lado, que es desde el lado de la promoción, y de hecho forma parte de la Asociación de Mujeres Profesionales por la Música (MIM) y, hombre, hay un camino muy largo que recorrer en ese sentido.
Cuanto menos es importante que se esté empezando a hablar de ello y que se esté empezando a cuestionar la presencia de bandas femeninas en festivales; que se esté empezando a cuestionar la cantidad de mujeres que regentan o promocionan salas; que se empiece a caer el mito de que la mujer dentro de la industria musical se tiene que dedicar a la comunicación, a la prensa o a llevar redes… Una mujer también puede llevar la producción de un bolo, también puede ser técnico de sonido, de hecho, en Granada, concretamente en el Planta Baja, nos hizo el sonido una tía que fue la puta hostia, te lo digo. Puede haber tías que hagan de backliners, puede haber tías que vendan guitarras, no sé, mil cosas. Creo que en el mundo del Dj esto ya está cambiando desde hace algún tiempo, pero aquí falta un poco.
¿Qué es lo más significativo que ha pasado en la música en estos últimos años?
Varias cosas. Creo que lo más importante que hemos vivido nosotros es la revolución de Internet, seguro, además de toda la repercusión que ha tenido a nivel mercantil y, por consecuencia, a nivel estético. La aceleración y la atomización de la música, en el sentido de la mezcla, del pastiche, de la durabilidad de las cosas, es lo más importante. Estaba pensando en varias cosas relacionadas, por ejemplo, con los festivales, pero no. Sin duda, lo más importante ha venido (yo nací en el 84) es Internet. sobre todo nosotros somos la primera generación que 20 años ya teníamos Intenet y eso ha significado tener acceso a la música a un nivel absolutamente demencial.
De todos los conciertos que deis en adelante, ¿pensáis en uno de una forma especial?
De entrada, teníamos muchas ganas de ir a Madrid. Eso es seguro. A Mujeres Madrid le costó un montón, era una plaza durísima para nosotros y teníamos muchísimas ganas. Hemos hecho Apolo por eso de intentar ir a una sala mayor a ver qué pasa. Pero la verdad es que tenemos ganas de tantas cosas: tengo muchísimas ganas de los festivales. Del Primavera tengo unas ganas tremendas porque es volver al Fòrum, este bolo va a ser especial, tenemos un horario muy bueno, se lo han currado. Hace cinco años que no tocamos en el Primavera, ya te puedes imaginar mis ganas. Bueno, y Sevilla, por supuesto. Tenemos muchas ganas de bajar a Sevilla. El próximo 23 de febrero estaremos en Fun Club, vente.