Divine Service primer EP de Kindata
Por 10 julio 2017
Fotografía: Rosa Ponce
Para los que no hemos profundizado demasiado en los entresijos de la electrónica es una bendición encontrar trabajos tan cuidados, elegantes y accesibles con los que entrenar una faceta alejada del combo clásico de la banda rock en las que uno se encuentra inmerso habitualmente, a veces con más frecuencia de lo que sería aconsejable. Y está bien, está genial salir a descubrir lo que se cuece en las entrañas musicales de esta ciudad, que es mucho y variado. Entre esos proyectos tan pequeños como grandes, y a través del sello “We are Wolves”, ha encontrado un lugar para el esparcimiento “Divine Service”, el primer Ep de Kindata. Tero Heikkinen (Future Ark) a los mandos técnicos y Berni Ruiz (Hi Corea) a las melodías, nos regalan veinte minutos de paisajes tan suaves y directos que consiguen que la homilía sonora se nos quede corta.

A la electrónica le sienta bien el formato canción, más aún si consigues añadir elementos melódicos en sus bases y jugar con armonías vocales muy bien pensadas que van más allá de los ambientes algo fríos en los que a veces suele caer el género. Lo instrumental rezuma mucha calidez, encajando con la voz de Berni, que suena cristalina y cercana, añadiendo ese punto vocal imprescindible para atraer la atención del oyente y hacerlo tararear.
Así, cuatro de los cincos cortes (el último es instrumental) invitan a ser silbados desinteresadamente. Es fácil retener la línea melódica de “Shine”, seguir la guitarra acústica de “Confess” hasta echarla de menos cuando deja de sonar, o repetir “It is a matter of time” con Berni hasta que “Preach”, de un aire algo más decadente que sus predecesoras, se difumina poco a poco para dar comienzo el ascenso final.
Porque “Divine service” persigue cierto concepto mesiánico, una misa electrónica en el que se pasa de tener los pies bien apoyados en el suelo a comenzar el ascenso, una elevación que arranca con los dos últimos temas, donde ya cada uno elige donde lo llevan Tero y Berni.
En definitiva un Ep compacto, original y refrescante para cualquier oído, que podría servirnos para evadirnos del sermón de los domingos y mirar despreocupados hacia otra parte cuando el cura decía aquello de “daos fraternalmente la paz”.
Amén.