Kindata: «Divine Service es una misa electrónica»
Por 13 julio 2017
Kindata es la pareja de la que todos hablan. La experimentación es su fuente de energía y, para llevarla a cabo, sus integrantes han tenido que salir de su zona de confort, tarea que ellos mismos definen como una de las características principales de este tándem (para nosotros) perfecto. Berni Ruíz a las melodías (Hi Corea) y Tero Heikkinen a los mandos técnicos (Future Ark) se unen en un proyecto que aporta maravillas al mundo de la electrónica, un ejercicio con el que – como poco – salen victoriosos suenen donde suenen. Nos quedamos a las puertas de disfrutar de su paso por AnfiRock Isla Cristina, demostrado está que al mal tiempo no siempre buena cara, pero todavía tenemos reservas, que conciertos no les falten. Kindata son canciones electrónicas en toda regla, bonitas melodías, suaves y fáciles de escuchar, aunque contengan una buena dosis de detalles que hacen de sus temas un universo de posibilidades. Con algunos directos a la espalda, que ya le han regalado una respuesta inesperada y gratificante a partes iguales, siguen haciendo hueco en sus mochilas con la intención de que la historia continúe. A través del sello We are Wolves nace Divine Service, su primer EP. Kindata, sin duda, le ha hecho un favor a la electrónica. Nos reunimos en Un gato en bicicleta para conocerles en conjunto y por separado.
Decís que el hecho de montar este proyecto os saca de vuestra zona de confort. ¿Cómo habéis vivido ese arranque tan contrastado?
Berni: Todo empezó cuando Tero quería recibir una visión o una opinión ajena. Teníamos un amigo en común, pero nos conocíamos de muy poco, prácticamente de yo enseñarle el local de ensayo. Me llamó un día y me dijo «oye, mira, me gustaría que lo escucharas desde fuera y me dieras tu opinión». Cuando escuché sus temas me parecieron muy melódicos, entonces me puse a cantar encima y él se quedó detrás. Escuchando se me venían muchas melodías a la cabeza. Cuando me di la vuelta, él estaba muy sorprendido, incluso un poco emocionado porque – según él – nunca se hubiera imaginado que su música tuviera estrofas, melodías y estribillos. Él pensaba que yo podía meter un corito aquí, una frase allá, como hace la música electrónica, pero yo no, yo veía canciones. Creo que para él eso fue nuevo. ¿Y para mí? Para mí nuevo fue todo. Yo la música electrónica la he vivido siempre desde una distancia. A nivel de guitarrista también, porque el mundo de los efectos – que es infinito – es un mundo en el que me he metido hace unos años, ha sido un camino tortuoso. En Kindata meto las guitarras de una manera que yo nunca hubiera trabajado antes. Luego está también la parte de los ritmos, quisimos darle más movimiento, antes los ritmos eran mucho más lineales y monótonos. Hemos ido como descubriendo hacia dónde íbamos, no teníamos ni idea en qué desembocaría todo esto.

Tero: Sí, cuando empezamos yo tenía muchos temas propios y pensé que estaría que él cantase en ellos. Pero después Berni me propuso comenzar de cero, dejando a un lado mis temas, montar algo juntos desde el principio. Esto ha sido para mí algo nuevo porque antes siempre me había encargado de las bases y era la otra persona la que se había encargado de las letras y de la parte vocal. Ahora es como empezar de cero, donde la manera de hacer las cosas es diferente y los temas también.
En ese juntarse en el local de ensayo y en ese camino de los descubrimientos, justo al principio, ¿sólo estabais investigando, descubriendo y disfrutando o había otro tipo de pretensiones?
B: Cuando Hi Corea atravesaba periodos con parones muy grandes (por lo que sea), yo me frustraba y la vía de canalizar esa frustración fue este proyecto. Pero ya te digo, por entonces tampoco tenía mucha idea. Comencé a tenerla hace poco, con el EP terminado, cuando comenzamos a trabajar para el directo. Una vez nos plantamos ante el público, imaginé que podía ser buena la respuesta, pero la verdad es que nos hemos llevado un feedback mucho más potente. Hay gente que me ha dicho que Kindata le ha gustado más que Hi Corea, y eso es una cosa que yo nunca podría haber imaginado, y mucho menos tan pronto.
T: Quiero decir que el tema del directo era algo que siempre me preocupaba.
B: Sí, yo tengo un dispositivo en los pedales con el que, apretando un botón, hago que los pedales cambien a la vez. Ese dispositivo, que es un poco un descubrimiento reciente, me ha liberado de muchísimo trabajo. Cuando he comenzado a funcionar con eso he visto un poco la luz. Antes hubiese sido un auténtica majadería.
Imagino que dentro de esas pretensiones también estaban las que hablaban de qué hacer con el proyecto que teníais entre manos. Pretensiones en el sonido, el ritmo…
T: Exacto. En esos momentos buscábamos vivir algo positivo, no necesariamente alegre, pero sí encontrar la luz.
B: Incluso hay una parte un poco contemplativa.

Berni, musicalmente siempre has sido rockero. Últimamente hay como un ola de rockeros que se tiran al mundo de la electrónica.
B: Sí, totalmente. No hay más que mirar todo lo nuevo que está saliendo. Lo nuevo de Tame Impala, Arcade Fire, etc. Hay un movimiento hacia eso. No sé explicar por qué, supongo que va por ciclos. Creo que actualmente la electrónica es el nicho sin explorar. Date cuenta que todos los caminos del rock han sido recorridos y revisados infinitas veces. Llegaron The Strokes en los dos mil y volvieron a revisarlo, y lo hacen de una manera original, pero la verdad es que la electrónica siempre ha pertenecido a otro mundo. Las bandas no han solido incluir el enfoque de la electrónica en sus proyectos, experimentar con ella, sino que ha habido un Dj X que ha hecho cosas interesantes. El enfoque estrofa/estribillo, en cuanto a electrónica se refiere, creo que todavía no se ha explorado lo suficiente.
T: Además, la distinción ya no es importante.Qué es electrónica y qué es rock. Todo se mezcla. Solamente intentamos conseguir el mejor resultado posible con todos las máquinas y herramientas que tenemos.
B: Pero es verdad que esas máquinas, ahora, son las nuevas máquinas y hacia ellas miramos, es decir, nuevas máquinas de hoy y todas las máquinas que nos quedan por descubrir.

Y ahora, con una puesta en escena real, ¿cuáles son las pretensiones?
B: Ninguna. Sabes qué pasa, que el objetivo es trabajar. Es así, todo lo demás lleva a la frustración. Nuestra meta es currar, ir al estudio, sacar temas, hablar con unos y con otros, intentar que nuestro trabajo recorra un buen camino. Quitando eso, nuestro camino es trabajar, seguir creando, hacer temas, de hecho estamos muy al comienzo. El EP lo íbamos a sacar es setiembre y al final no, aunque la lógica nos diga que no debería haber salido en verano porque una época donde no hay tanto público. Pero hemos sentido que hemos subido un escalón y el EP se nos estaba quedando en un escalón anterior, entonces o lo sacábamos ya o cuando lo sacáramos no nos íbamos a sentir del todo identificados con él.
Entonces hablemos de Divine Services
B: Nos encantan las canciones, es un EP muy corto, ya lo he escuchado un millón de veces, aunque generalmente no haga eso, cuando grabo algo me pego mucho tiempo sin escucharlo para descansar. Divine Services se escucha muy fácil. Ahora que ya hemos aparecido en directo, cuando nos volvamos a sentar a componer, va a haber otra dinámica, por eso lo hemos sacado ya. Esa es la idea que tuvimos.

T: Estoy de acuerdo, con el tiempo queremos que nuestro sonido mejore, creo que eso es lo importante. Si hablamos de pretensiones, siempre me ha gustado mucho la idea de intentar que la música se expanda y llegue al máximo número de personas posible y que, finalmente, esas canciones puedan alegrar el día de la gente y pueda hacerle sentir bien. El mundo de la música es muy duro… Si uno se pone objetivos muy concretos, puede ocurrir que los alcance muy rápido o todo lo contrario, que nunca los alcance.

Reseñamos el primer EP de Kindata
B: Hemos tenido muy buen comienzo, pero yo quiero llegar a un momento en que nuestro repertorio nos caracterice. Sentimos que este proyecto tiene más ventajas que inconvenientes. La ventaja de este proyecto es que es comodísimo. Se trata de una producción muy barata, además del hecho de que nos llevamos muy bien, funcionamos en equipo de maravilla. Es muy cómodo para tu día a día. Como no vivimos de esto, todo el tiempo que le echamos a Kindata son horas de sueño. Los dos tenemos hijos que se acuestan a las nueve y media, esa es la hora de quedada en el estudio (risas). Es verdad que hay un punto en mí muy emocional, muy bonito, de decir que me gusta llegar al corazón de la gente y que algún día te pare alguien y te lo reconozca. Pero yo ya todo eso lo he vivido. Cuando no comes de la música, la historia llega a un punto y piensas: «vale, me parece muy bonito todo esto, pero al menos sacar un poquito para irme a cenar con mi pareja», es decir, algo de reconocimiento económico quieres, porque reconocimiento económico es libertad en tu vida, no es por una cuestión de avaricia. No espero vivir de ningún proyecto musical, pero sí espero que fuera acompañada la parte bonita de la que hablábamos antes con el reconocimiento económico.

T: Está claro que ese es como el gran sueño de todo músico. Es como un círculo vicioso positivo. Si tienes tiempo, puedes dedicarle más a tu proyecto, en esas condiciones todo suma. Pero los músicos que se ganan la vida con otras profesiones siempre están un poco agobiados, precisamente, por el tema de la falta de tiempo. Yo no duermo.
B: Me sorprende cómo en la Música pasan cosas que en otros ámbitos no. Yo no podría ser un corredor de élite si no le dedicara el tiempo suficiente a mi profesión. En cambio, en la música, cuando sacas un disco con tu banda de siempre, nadie lo pone en perspectiva y dice: «coño, pues si esta gente es capaz de hacer esto sin apenas tiempo, ¿qué sería capaz de hacer si le dedicaran al producto más tiempo?» Salimos al mercado y luchamos con un tío que tiene dos millones de euros de presupuesto y que lleva girando muchos años sin parar, lo que le concede unas tablas impresionantes. Resulta que expones tu trabajo a la par que él el suyo… Lo que quiero decir es que aún así haya gente que te escuche a ti con la de miles de grupos que dedican cuerpo y alma a la música…. Yo a veces no salgo de mi asombro, me parece increíble. Supongo que la creatividad brota más cuanto menos tiempo le dedicas, o cuando no depende económicamente de ella.
Sofar Sound, ¿cómo ha sido la experiencia de plantarse ante un público que no tiene ni idea de lo que va a escuchar? Os ha pasado con Kindata, pero también por separado con Future Ark y Hi Corea.
T: Todo el que asiste a Sofar Sound va con una intención: prestar atención a la música. Por eso me gusta. Es verdad que en las dos veces que he tocado no me he sentido diferente que en otros directos. Antes de tocar no me sentí diferente, pero durante el directo sí que noté diferencias porque era curioso, la gente en Sofar está más atenta que cuando va exclusivamente a escucharte a ti. En Sofar, a pesar de que no te conocen, te reciben con muchísima atención. Lo suyo es intentar tocar en sitios donde la gente no te conozca porque sólo así consigues expandir tu música.
B: Además, allí la gente suele estar sentada y, cuando estás sentado, tu lenguaje corporal te invita a concentrarte. Sin embargo, cuando estás de pie, te invita a interactuar un poco más con la gente. Encima, como el público son personas que tienen mucho interés en sorprenderse, realmente van a escuchar activamente lo que se les ponga por delante. Pero también, en nuestro caso, por hache o por be, ya estamos acostumbrados a tocar en sitios donde nadie nos conoce. No es una sensación totalmente nueva.

Ahora que el EP ya suena por todos los rincones, KINDATA qué tiene que decirme de él, cómo lo definiríais
B: Es complicado definir Divine Service ahora que lo dices. Me parece un EP que va mucho con el nombre, porque el nombre va mucho con la música que estábamos haciendo. Es amable, muy fácil de escuchar, y cuando lo escuchas te transmite una sensación de paz. También tiene muchos matices, si lo escuchas con cascos te percatas de muchos detalles, lo que es algo muy característico dentro de las músicas que hacemos ambos por separado. Las estructuras de las canciones están muy cuidadas, generalmente no solemos hacer canciones al uso, solemos retorcer un poco las estructuras, siempre nos gusta que haya un giro sorpresa; nos aburrimos pronto del desarrollo de una canción, intentamos siempre darle un final inesperado; o una parte en medio que te sorprenda; o un comienzo repentino. Nos gusta que las canciones contengan elementos que las hagan diferentes. Lo no predecible es un elemento muy común en nuestra música.
T: Pero a la misma vez, aunque intentamos que no sea previsible, este EP contiene canciones bastantes sencillas y fáciles de entender.
B: También es un disco que puedes tener de fondo sin que te sature. Son trece minutos, piénsalo. Contiene mucha información, pero no es barroco. Hay una combinación ahí bastante equilibrada.
T: Como el EP se llama Divine Service y el nombre de las canciones se identifican con un verbo que tiene algún significado religioso, la idea es una misa en formato de música electrónica.
B: Sí porque, además, comienza de una manera como muy introductoria, termina en forma de un pasaje instrumental que es súper evocador (como una elevación del espíritu, una resurrección). A partir de ahí vimos que existía un relato: ese punto religioso que daba sentido al concepto que teníamos entre manos.