Miguel Rivera: «La gente tenía ganas de Maga»

Por Nuria Sanchez

Fernando Neira (EL PAÍS CULTURAL) tildaba de Revulsivo meridional el encuentro del pasado 23 de marzo en el Teatro Barceló de Madrid. Raúl Julián ( Mondo Sonoro) dijo del directo de Valladolid que «el cuarteto suena absolutamente esplendoroso, convencido y liberado, en lo que viene a ser un estado de ánimo que, al contacto con la ya conocida fuerza interpretativa y profundidad lírica del grupo, deriva en inevitable y delicioso impacto emocional.» Yo no estuve  ni en Madrid ni en Valladolid por motivos que no vienen a cuento, pero les creo. Donde sí estuve fue en SALA X la noche en que el sábado de Interestelar se chafó por culpa del barro.  Esa tarde asimilamos la noticia y nos pusimos a resguardo de la puñetera lluvia. Unos cuantos elegimos La Estraza como guarida y desde allí, cañas en mano, urdimos un plan.

Los grupos que iban a protagonizar la segunda jornada de Interestelar terminaron repartiéndose por las diferentes salas que tiene Sevilla. Maga tocaría en una de mis preferidas. Decantarnos por uno – de primeras – parecía complicado, pero la indecisión duró poco. Mis amigos y yo lo vimos claro, entraríamos en la X para ver a los sevillanos. La peculiaridad de todo aquello no fue que Maga – después de anunciar su regreso como banda y de todas las alegrías consiguientes- tocara finalmente esa noche en Sevilla sí o sí (a pesar de los pesares), ni que consiguiésemos invitaciones casi agotadas, no. Aquello fue particular porque seguro que, entre todos los presentes en Sala X, yo era la única primeriza. Aunque suene a cuento chino, de la banda sabía poco y sólo había tenido el placer de escuchar algunos de sus temas desde el salón de casa. Pero esa noche, tercera fila, la buena voz de Miguel en el aire, supuso un nuevo mundo para mí. Todavía me dura el acierto. Hoy, medio año después, transcribo mi primera entrevista a Miguel Rivera de Maga. Otro acierto, he de decir. Y es así porque no soy seguidora incondicional de la banda, para eso quedan años de relación admiradora / admirados. Pero sí soy parte de su nuevo público, que también está muy bien. La entrevista salió redonda porque pregunté lo que quise preguntar – cosa que no siempre pasa, ni siquiera a veces – y porque el alcalareño contestó lo que quiso contestar. Nos citamos en Premier Marqués de Paradas Ángel ( el fotógrafo), Miguel y yo para vivir los siguientes párrafos. No es tanto la noticia de que Maga vuelva a los escenarios después de un tiempo de silencio. Es más el hecho de tener la sensación de que su regreso va a ser para siempre.

 

©Ángel Bernabéu Fotografía

¿Qué canción has escuchado hoy? Si has escuchado alguna … 

Miguel: Hostia, buena pregunta, ¿esto ya es parte de la entrevista? (risas). Venía escuchando el último disco de Niños Mutantes. Antes de que se publicara, Juan Alberto me lo pasó en privado. Yo le pasé en su día una premezcla de nuestro disco para que me diera su opinión antes de editarlo y él hizo lo mismo con el suyo. Me está gustando mogollón. Mola.

Me interesa tanto el nuevo disco como el regreso de Maga,  ¿consideráis que al público le pasa lo mismo?

La gente tenía ganas de Maga. Ese ha sido un dato que no hemos tenido hasta que no hicimos oficial el regreso y no hicimos los conciertos en la Joy Eslava. Descubrimos que el público no se ha olvidado de nosotros, que nos tiene mucho respeto y cariño y que se acuerda del grupo con el que – a buena parte de ellos – le tocó vivir en la adolescencia. La acogida que ha tenido este regreso ha sido abrumadora. Si a esto le añadimos el extra de que los compañeros de profesión nos acompañaran esos dos días en Madrid y nos rindieran ese homenaje improvisado, esto nos hizo recuperar confianza en nosotros mismos y en las posibilidades del grupo. Somos muy autocríticos, siempre lo hemos sido, y en su momento pensamos que el grupo estaba abocado al fin. Cuando decidimos volver, por una cuestión puramente artística, aprovechamos el hecho de que se cumplían quince años del nacimiento del grupo, hicimos los dos conciertos y nos dimos cuenta de que, por un lado, teníamos cosas que contarle a la gente y por otro, que esa misma gente no se había olvidado de nosotros. No vino una cosa (nuevo disco) antes que otra (regreso) – o al contrario -, realmente la música fue lo que hizo que quisiéramos volver.

Dos etapas. Diferencias y similitudes entre ambas: por un lado, la que vivisteis hace años con la formación de la banda y por otro, la que vivís hoy con el regreso a los escenarios después de un STOP prolongado. 

Sí que hay similitudes. Se puede establecer una analogía entre la motivación y la ilusión que teníamos cuando comenzamos con el grupo y la ilusión y motivación que tenemos ahora con este nuevo trabajo y con nuestro regreso a los escenarios. En nuestros comienzos, además de contar con muchas canciones, mucha ilusión y mucha inexperiencia, la ilusión era tremenda. Ilusión que se fue diluyendo con el tiempo. De hecho, el parón vino cuando nos dimos cuenta de que ya no teníamos nada que contar a la gente porque se nos habían agotado las ideas y las ganas de hacer conciertos. El mismo proceso de gestación del disco, el nivel de autoexigencia, todo eso, ha provocado que la confianza en el disco y en el arte de Maga crezca. Hemos recuperado la ilusión y la motivación por llevar las canciones al directo. Aunque suene a cliché, este es el mejor disco de Maga.

Tanto en lo personal como en lo profesional, ¿ha sido un acierto volver?

Sí. A nivel personal, ha sido un gran acierto. Nosotros durante un tiempo estuvimos – prácticamente – sin tener contacto unos con otros (menos yo con César, con quien tenía proyectos en paralelo). Es como una relación de pareja, después de quince años las cosas siempre están como muy viciadas. Decidimos aparcar el proyecto, dejar que Maga descansara – o que muriese con dignidad, no sabíamos en ese momento qué hacer – y girar la vista hacia otros lugares. Perdimos el contacto con naturalidad, no fue una decisión consensuada. Creo que todo eso ayuda a que se oxigene el cuarto y que, de repente, el espíritu del grupo tenga la libertad suficiente para renacer, sin los condicionamientos que antes depositábamos en Maga.

©Ángel Bernabéu Fotografía

Pero no todos los ex se llevan tan bien…

Claro (risas). En la vida de pareja no es lo más habitual, se da más bien lo contrario. El break siempre está abocado al fin de la relación (al menos, por lo general). Pero sí es cierto que en este caso hay muchos objetivos e ilusión en común. Lo que prima es – sobre todo – la ilusión por la música, además del carácter material (no vivimos sólo del aire y de los aplausos). Lo que sí tuvimos claro es que el disco nuevo tenía que ser muy especial. No podía ser un disco que sonara a cualquier cosa pasada de Maga, tenía que ser algo de lo que nos sintiésemos cien por cien satisfechos y orgullosos. Regresar así y no de otra forma.

Si no hubiese sido Maga de nuevo, ¿qué?

Cuando dimos al pause con Maga no fue porque quisiéramos dejar de hacer música, simplemente no podíamos continuar con Maga, pero la sed de explorar otro derroteros, de seguir componiendo, la seguíamos teniendo. De hecho, era una de nuestras motivaciones. César (el teclista) y yo montamos un proyecto, Delacruz, con el que disfrutábamos mucho. Nunca perdimos las ganas de hacer canciones, sólo que desviamos la mirada de lo que hasta entonces había sido nuestro único proyecto.

¿Trabajar de nuevo en un proyecto que ha sido – y es – tanto para vosotros no os supuso vértigo?

Teníamos los reparos típicos que se tienen cuando vuelves después de un parón. Quieras o no, hemos vivido una exposición ante el público después del silencio. Teníamos el temor de que la gente no lo entendiera, no le gustara o que se hubiera olvidado de nosotros. Entonces apareció lo de la Joy. Ya estábamos ilusionados con las canciones nuevas, pero nadie lo sabía, desconocían que estábamos haciendo un disco. En medio de todo eso, recibimos un baño de apoyo que nos dio un «subidón» increíble. Dijimos: vamos a luchar por el disco porque la gente lo está esperando.

©Ángel Bernabéu Fotografía

Y luego nuevo trabajo. ¿Qué dicen las críticas de ‘Salto Horizontal’?

Resaltamos el cariño con el que hablan del disco. Saber que todo el curro que nos hemos pegado ha dado sus frutos. No obstante, sabíamos que era un buen disco, el mejor disco que podíamos sacar y, seguramente, que representaría – como lo ha hecho – uno de los mejores discos de la historia Maga. Nunca hemos tenido un disco tan redondo. Trabajamos dieciocho bocetos, de los que han salido diez temas que hemos sometido a un nivel de  exigencia y de trabajo exhaustivo con Ángel Luján (el productor) hasta límites insospechados para mí. Como coger una canción y darle la vuelta treinta veces. Eso no lo habíamos hecho nunca. ¿Qué pasa?, que el resultado es óptimo.

¿Y vuestro ambiente más cercano? ¿Qué dice vuestro círculo de lo nuevo ?

En señal de agradecimiento, recordar a todos los compañeros que nos apoyaron en el 15º aniversario. Eran once canciones en dos días y alrededor de diecisiete amigos de la talla de Xoel López, Anni B. Sweet, Lory Meyers, Iván Ferreiro, Juan Alberto, etc (no me quiero dejar a ninguno, son muchos más). Cuando tuvimos el disco premezclado, quisimos pasárselo a muchos de ellos y todos nos felicitaron por el trabajo. Obviamente, los músicos escuchamos música de otra manera. Y esta diferencia entre la escucha del músico y la del público, repercute en la crítica que podemos recibir los músicos de otros músicos. La canción preferida de un músico puede que no sea la preferida del público. Somos más analíticos y el público lo que busca es la emoción, el sentimiento que provoca una canción. Pero sí, nuestro entorno más íntimo nos ha felicitado por el momento que estamos viviendo con Salto Horizontal. 

©Ángel Bernabéu Fotografía

Hablando de canciones, ¿alguna canción de Salto Horizontal que sólo tenga cabida en este disco – y no en otro -?

Buena pregunta. «De Plata» es una canción que canta a la ciudad de Cádiz. Eso antes no lo hubiésemos hecho en la vida. El tema tiene un ritmo muy sureño, que tampoco cabría en la época en que queríamos ser como Radiohead.   Nuestro legado de seis discos a la espalda es distinto a lo que hemos hecho ahora, tiene una impronta peculiar y reconocible de Maga. Con Salto Horizontal hemos querido recuperar la seña de identidad de los Maga originales para llevarla a un sonido actual. «De Plata» no está hecha adrede. Un día en casa me salió un ritmo sandunguero que, de repente, se convirtió en una canción que me llevaba directamente a Cádiz, una ciudad muy importante para mí. Me dije que por qué no cantarle a una ciudad que tanto me ha dado. Esa canción nunca habría tenido cabida en otra época de Maga, es muy representativa del espíritu actual de la banda.

©Ángel Bernabéu Fotografía

¿Qué significa Salto Horizontal para Maga?

El título se ha extraído de una canción del disco, «salto horizontal, malabarismo sin manos», dos proezas de naturaleza casi mágica e imposible; uno no puede saltar sin elevarse un poco. Es una declaración de intenciones del Maga actual. Con este disco nos hemos atrevido a hacer cosas que no habíamos hecho nunca. Nos hemos despojado de los corsés del pasado, de los complejos, de los prejuicios sobre nosotros mismos. Hemos explorado otros derroteros. Sobre todo, la proeza de sacar un disco así de bueno después de haber desaparecido. No quiero ser falsamente modesto (ya lo he sido demasiadas veces en mi vida), estoy muy satisfecho con este trabajo (no he podido decir lo mismo de otros discos de Maga). Salto Horizontal es disfrutar del camino en lugar de fijarte objetivos. Ha sido un proceso duro, exigente, con momentos de frustración, pero muy satisfactorio. También es la conciliación entre la música anglosajona (de la que siempre hemos bebido) y la música de nuestra tierra, nuestras raíces; hemos conciliado el ADN cultural con lo importado, cosa que no hubiésemos tenido la capacidad de hacer hace unos años. En las letras y en las melodías, dentro de la estética Maga, encontramos referencias al sur, cosa que hubiésemos disimulado – o incluso descartado – hace ocho años. Hemos acogido al nuevo disco con sorpresa y gozo, sabiendo expresar con él el aprecio que tenemos a nuestras influencias.

El fichaje con Global Music. ¿Hasta qué punto os ha motivado el equipo de Global?

Hasta el punto de que Global es la tercera pata fundamental en una mesa de tres patas. En esa mesa está Global, Ángel Luján como productor y nosotros. Sin el apoyo de Global (apoyo material, logístico y moral) este disco no hubiera sido posible. Nos han ofrecido un apoyo brutal. La idea del regreso de Maga no hubiera sido posible sin la idea creativa de Ángel y sin la ayuda material de Antonio Romero.

©Ángel Bernabéu Fotografía

¿Está dentro de vuestras miras volver fuera, volver a exportar Maga?

Ya lo hicimos en su momento, estuvimos en América Latina un par de veces, y la verdad es que me apetece, tengo ganas de volver. Nos lo podríamos plantear. Estuvimos en Argentina, Chile, Uruguay y Venezuela. Creo que hay público para Maga por allí.

©Ángel Bernabéu Fotografía

Algo más personal. ¿Te identificas con el Miguel de hace años? ¿Sigues siendo el mismo minutos antes de subir al escenario? ¿Hasta qué punto has cambiado – si lo has hecho – y cómo ha sido ese cambio?

Hay cosas que no han cambiado. Los nervios siguen existiendo, aunque hay sitios que los provocan más que otros. También depende del momento psicológico que atraviese. Pero la excitación previa al bolo no ha desaparecido, es la misma que tenía  cuando comenzamos a tocar. Lo que ocurre es que ahora tengo más tablas y sé controlar más la situación, ofrecer al público lo que quiere recibir. Considero que el músico tiene que entregarse. Afortunadamente, ya pasó la moda de los noventa donde los músicos sólo «pasaban por el escenario» para tocar aparentemente sin ganas. Me gusta entregarme en los conciertos y que el público vea motivación e ilusión por lo que hago. Se merecen todo el respeto y que dé el máximo dentro de mis posibilidades.

¿Sientes que Maga vive su momento?

Yo creo que sí. Estamos al comienzo de un buen momento y tenemos que disfrutarlo y aprovecharlo. Es bueno y espero que lo siga siendo durante mucho tiempo. El disco tiene maravilloso potencial para llevarlo al directo. En su momento recuperé las ganas de hacer música con Maga y quiero seguir en ello. Todo lo que queda es más camino, que puede ser infinito.