Tatín Muriel: La música es un sitio donde acudir
Por 10 enero 2017
El próximo 3 de abril se cumplirán 44 años desde la primera llamada con un teléfono móvil. Si la recuerdas, tienes de cuarenta y tres parriba. Increíble. Duro. Pero cierto. Llamar se ha convertido en una necesidad que ya no excita tanto (ni siquiera lo suficiente) como para contar que ayer usaste el móvil. Llamar es ya un verbo obsoleto. Hoy tenemos Wasá. Com passa el temps. Nos hemos familiarizado con estos aparatos hasta el punto de creerlos nuestros, y no al contrario. Odio Internet. Odio a los que pronuncian bien WhatsApp. Odio todo lo que no tenga que ver con la materia prima. Odio los móviles. Me odio incluso por tener uno y querer el último modelo. Aunque reconozco que son útiles. Los móviles, su Internet y el Facebook que les parió nos salvan la vida; nos regalan falsa información; nos hacen más guapos y más buenos de mentira. Infinididad de cosas quedan resueltas si llevas uno de estos bichos conectados bien cerca. Dentro de 100 años – si no antes -, los bebés llegarán con un enchufe incorporado, más o menos por la zona de los riñones, y nos dejarán a todos de piedra. Cuento esto para contextualizar mi entrevista de hoy. Mi vida de «periodista» y yo el otro día sufrimos algo de eso. Descubrimos a alguien gracias a nuestra buena conexión. Porque odio los móviles y odio Internet la mayoría de veces y sólo en las menos la práctica vence a mi teoría.
Una mañana de diciembre las redes «sociales» me conectan con Tatín Muriel, músico sevillano y muchas cosas más que más tarde demostrarían que esta entrevista merecía más minutos de conversación y algunas birras sobre la mesa. Agradezco a la vida que aquello que tanto critico me regale momentos tan buenos, aunque tan sólo sirvan para callarme la boca. Por una vez, sólo una, amé a los móviles. Porque gracias a estos aparatos inteligentes comencé a conocer la Música de Tatín Muriel y la entrevista no tardó en caer. Las malas distancias impidieron que compartiésemos espacio, pero el tiempo no nos lo quitó nadie. Decidimos que la charla fuese por teléfono pero, como aún conservo muy viva mi infancia, hablamos por el fijo. Lo primero era descubrir de dónde viene el nombre artístico con el que le conocen. <<Tatín es mi nombre artístico, me llamo Jesús. A mi padre le llaman Tato y, desde que nací, yo soy Tatín. Decidí llamarme Tatín por mi padre y Muriel por mi madre>>.

Presentaciones hechas, el siguiente paso era hablar de por qué decide mi interlocutor ser músico y averiguar de dónde le viene la vena artística, el mejor de los salvavidas en materia de profesiones. <<La vena artística me viene en cierto modo por mi madre, que es locutora de radio, trabaja en Canal Sur. Cuando Pink Floyd llegaba a España era mi madre quien lo pinchaba y, aunque actualmente ya no haga programas de música, mi madre es ha sido un motivo de peso dentro de mi carrera musical… Y, luego, mi padre. Él tiene muchísima influencia brasileña, musicalmente también está bastante curtido, es un hombre que ha viajado mucho. Pero creo que la vena artística me viene de mi madre. A los seis años escribí mi primera canción. Desde ahí ya no he podido parar (mi cara de asombro). No recuerdo qué canción estaba escuchando, pero sí recuerdo que fue como si necesitara imitar lo que oía en ese momento. Sólo conservo en la memoria una frase: No rompas los cristales. Que te digo seis años e, igual, eran ocho (risas). Claro nunca lo tuve, pero es verdad que desde pequeño decía que quería ser cantante. De hecho, a los once años comencé a rapear hasta los dieciocho. Una buena experiencia, aunque el ambiente que me encontré no me gustó demasiado. Aunque no todo sea así en el rap, el perfil que tienen los raperos a veces les atrapa>>.
La mayoría piensa que elegir profesión es difícil y que dicha elección marcará sus vidas. Los menos sólo creen en dejarse elegir por la profesión; ellos son los mejores, los más creíbles de todos, por eso no dudé de lo que Tatín me dijo cuando le pregunté si era la Música su verdadera elección, su forma de vida. <<Sí, aunque siéndote sincero reconozco que a veces me da un poco de miedo (risas). Aunque ese miedo me viene por el tema de crecer, de hacerme mayor, más que por otro motivo (risas). Sin música, no>>. Mis Lunares favoritos es el primer largo de Tatín Muriel, pero he podido comprobar que su relación con la música viene de largo, de siempre. No obstante, una primera experiencia siempre marca y es, si hablamos de grabar un disco, mejor que todas las que vengan después. <<Sí, es la primera vez que grabo un larga duración. Hemos grabado en un estudio que tenemos en Castiblanco, le llamamos MyGo Music. Cuando hacía rap, montamos el estudio. Ha sido nuestro sitio de grabación. Decir que nuestro batería es Álvaro de Genérica y la teclista es Candela de Miscelánea. Aunque esta haya sido mi primera vez grabando, llevo escribiendo toda la vida, eso sí, nadando entre varios estilos, pero he escrito canciones desde siempre. El caso es que tenía unas cuantas terminadas y contacté con José Félix Navarro Carvajal (un buen amigo y productor del disco) para comentarle el tema de que tenía bastantes canciones y que quería grabarlas. Era la primera vez que me metía en un proyecto de este estilo. Me dijo que sí y nos fuimos a grabar a Castiblanco. A los músicos con los que contactamos les interesó el proyecto y comenzamos. La presentación del disco será en Sevilla y será seguramente en formato quinteto, aunque en realidad somos nueve entre vientos, coristas…Es la única manera que tengo de que suene tal y como me lo imagino en la cabeza. No puedo decir el sitio de momento, por si hay cambios de última hora, pero 2017 nos espera con fuerza>>.

Mis lunares favoritos parece que lo diga todo del disco, pero no, el título sólo es la primera de las puertas que atravieso. Las canciones que oxigenan el trabajo van más allá de todo tipo de apariencias, auténticas confesiones que hacen del disco un ejercicio arriesgado por la intimidad que revelan. <<La primera canción, sobretodo, me parece la más significativa. Habla de los miedos, de su superación. El dico habla mucho de la mujer que, al fin y al cabo, siempre me inspira. Es también un compendio de mis vivencias personales. La verdad es que no es autobiográfico. Hasta el momento, escribir en tercera persona me cuesta bastante, a menos que sea para describir a a mujer. Hay muchos temas que trato en el disco: desde la depresión (que creo además que está a la orden del día) hasta mi infancia por medio de algunas pinceladas. Y la nostalgia, la nostalgia también aparece>>.
Por qué Mis lunares favoritos es una de las preguntas que tengo en la punta de la lengua. La suelto y le escucho. <<Estaba estudiando una canción de Jonh Coltrane, que no es suya, es una canción popular, pero no me preguntes de quién es. Se llama «My favorite things» (Mis cosas favoritas). Me gustó la frase, me llevó a pensar en los lunares, los cuales me parecen muy sugerentes y apropiados para hacer un guiño al flamenco, por toda la influencia que tiene en mí, además porque mi madre tiene un lunar justo en el centro de la frente. Lo reunía todo, me pareció un nombre ideal para el disco. Nos gustó mucho. Existen dos partes del cuerpo donde la presencia de lunares me vuelven loco. Una es la zona de encima del labio, como Cindy Crowford, y la otra en el lado del pecho de la mujer>>.
Jazz, folk americano, soul, funk son las influencias que marcan el camino que Jesús ha emprendido con su obra, de la que resalto el homenaje que hace a Manuel Molina. <<Sí, a Manuel Molina, que falleció hace un añito y pico, me parecía justo, es un músico que ha dado mucho a Sevilla. En España tendemos a menospreciar lo que tenemos. Me resulta muy significativo. En lo JJOO de Londres Jonh Lennon cantando el Imagine y en España se hizo viral un twit de una chica que decía: «qué bonito el Imagine de Jonh Lennon. Si fuera en España, seguro que saldría Rocío Jurado». Me quedé flipado. ¿Sabes cómo canta Rocío Jurado? No valoramos lo que tenemos y Manuel es un poeta, revolucionó el flamenco. Se le atribuye tal revolución a Camarón con el disco de la Leyenda del tiempo, pero el primer bajo eléctrico en el flamenco -descontando a Sabicas que hizo cosas mucho antes- fue de Manuel Molina. Fue el primer flamenco en meter instrumentos no flamencos en sus discos. Aparte, el tema de lo que significó ese disco en su contexto. Me parece un tipo muy importante dentro de la figura de la música española y fueron pocos los minutos que se le dedicaron en el telediario>>.
Para terminar, qué es la Música para él. <<La Música es un sitio donde acudir>>.