La potencia sin control no tiene sentido
Por 24 noviembre 2014
Fotografías de Germán Fernández / El pasado viernes O’funk’illo jugaba en casa. Con nuevo disco bajo el brazo y una banda renovada, el grupo sevillano tenía todos lo ingredientes para que aquella noche los funkáticos sevillanos abarrotaran la Sala Custom. Pero no fue así, esa noche O’funk’illo ofreció dos horas y media de concierto ante una sala bastante espaciada para lo que la banda nos tiene acostumbrados.
El grupo sevillano Fugu fue el encargado de iniciar la noche. Durante 45 minutos la banda telonera calentó motores en la sala con su música, un funky muy andaluz en la línea de O’funk’illo. Fugu aprobó con sobresaliente en el escenario de la Custom. Sus temas, muy consolidados, despertaron el buen rollo e hicieron bailar al público antes de la aparición de la banda estrella.
En torno a las 23:00, O’funk’illo aparecía en escena y ‘Nos vamos pal Keli’ fue el tema elegido para dar comienzo, el primero de más de 20 temas que O’funk’illo interpretó durante dos horas y media. Se trataba del segundo concierto de la banda dentro de su nueva gira en la que presentan su último trabajo discográfico ‘5mentario’, pero no fueron precisamente las nuevas canciones de la banda las que predominaron. En la Custom sonó una larga lista de himnos funkáticos como ‘Riñones al jerez’, ‘En el campito’, ‘A shuparla ya’, ‘Esso cuenno’, ‘Fiesta, siesta’, ‘En el planeta Aseituna’, ‘Mary Jane’, ‘A jierro’, ‘Rulando’ o su leñera versión de ‘Killing in the name of’ de Rage Against the Machine.
El último álbum de la banda lleva menos de un mes en la calle, un disco cargado de buenos temas, pero todavía no han sido asimilados por el público funkático. O’funk’illo sabia muy bien que para hacer bailar y vibrar a su público como siempre tenía que tirar de sus discos anteriores.
Sin duda alguna, no fue la mejor noche para la banda en cuanto a aforo y calidad musical. Toda persona con un poco de criterio pudo sacar de la pasada noche una sola conclusión: ¡Qué alguien meta a O’funk’illo en un local de ensayo!
Tienen buenos temas, una divertida puesta en escena y la calidad instrumental de cada miembro es incuestionable, pero el pasado viernes, la nueva formación de O’funk’illo estaba muy muy verde. Ya se tratase de una canción del nuevo del disco, como de temas de discos anteriores, en el escenario de la Custom pocas canciones sonaron consolidadas. La falta de coordinación de la banda y sus caras de ofuscación durante los temas evidenciaban que O’funk’illo había pasado pocas horitas dentro del local preparando el espectáculo.
Pepe Bao nunca tiene un mal día, único en su especie con el bajo eléctrico siempre hace flipar a todos los presentes. No faltaron sus solos de bajo con baqueta y zapatilla en mano. El joven David Bao, nuevo baterista de la banda, demostró tener mucho talento. Técnica y potencia no le faltan, pero si que le faltaban unos cuantos de ensayos más con la banda. Recibió numerosas miradas asesinas de Andreas a lo largo de la noche por sus varios despistes e inseguridades en cuanto a la estructura de los temas. En cuanto a Andreas Lutz, no es un gran cantante -cosa que no es ninguna novedad- pero no quita que debería cuidar un poco más su voz y presencia en el escenario, pues su insuficiencia vocal resulta un poco insultante en algunos momentos y el pasado viernes se vivieron más de uno.
Tratándose de una banda ya consolidada en el panorama musical español, con más de una década de experiencia y muchos escenarios rodados, permítanme que lo diga; es muy poco profesional iniciar una gira con tanta inseguridad en el escenario. Fueron muchos los funkáticos que se percataron de ello y abandonaron la Custom con un poquito de sabor amargo. Un amargor que además se vio incrementado por la aparición en el escenario del cantante sevillano Junior quien colaboró en el mítico tema ‘Fiesta, siesta’. Otra de las colaboraciones de la noche fue la de Vikingo M.D. El cantante de Narco se subió al escenario para colaborar en uno de los temas más representativos de O’funk’illo, ‘Esso cuenno’.
La semana pasada, Andreas Lutz declaraba en una entrevista realizada por Wego, que el viernes en la Custom nos encontraríamos con dos horas de funk andaluz embrutessío. Las dos horas se alargaron media hora más, probablemente porque la banda era consciente de la falta de cuaje de los temas y regalando la larga lista de conocidísimas canciones sabían que el publico se les iba a rendir igualmente a sus pies y así de paso aprovechaban la sala para rodar todo el repertorio funkático. Esperemos que además de para rodar el repertorio de la banda, su paso por la sala Custom les haya servido también para darse cuenta de que la potencia sin control no tiene sentido. ¡A ensayar!.