“Compongo con una guitarra del Lidl que cuesta 50 euros”

Por Noelia Sanchez

tomasito-entrevistaEn 1994, Tomás Moreno Romero, un joven y peculiar bailaor de Jerez de la Frontera, se lanzaba al mundo musical grabando Torrotrón, su primer disco en solitario. Dos años después, con su segundo álbum titulado Tomasito, el artista se consagraba como un claro referente del entonces emergente flamenco fusión en España. Después llegaron Castaña, Cositas de la Realidad, ¿Y de lo mío qué?, sus tres últimos discos en solitario antes de adentrarse en la aventura musical junto a Los Delincuentes. Su música resulta imposible de clasificar, todas sus canciones tienen un sabor muy andaluz, pero sus influencias van desde el flamenco más puro al rock más duro. Ahora, 20 años después, Tomasito lanza su sexto disco, y se llama Azalvajao. Sigue siendo el mismo hombre libre y sin complejos que un día apostó por la libertad creativa olvidándose de las opiniones y críticas de los flamencos más puristas.

El próximo sábado 8 de Febrero, Tomasito llega a la Sala Malandar para presentar Azalvajao. ¡Wego! ha tenido la oportunidad de conocerlo y hablar sobre su nuevo trabajo.

¿Qué mensaje pretendes lanzar con el título de tu nuevo disco?

Azalvajao es mi manera de definirme como persona, significa ser libre. Me define tanto en lo músico como en lo personal. Ser libre, no tener complejos en la vida o a la hora de hacer música. Siempre he sido así, un alma libre, creativa y en este disco me muestro una vez más tal y como soy.

Aunque tu seña de identidad es el flamenco, en tu música podemos ver que eres un tío muy rockero, te gusta el guitarreo. ¿Siempre has tenido afición al rock and roll? ¿Qué bandas te han marcado?

Sí, me gusta mucho el Rock and roll, al igual que el flamenco son dos géneros muy fuertes. AC/DC, The Rolling Stones, Deep purple, Led Zepelin son bandas que siempre he tenido como referencia. Siempre me ha gustado mucho el Rock and roll, tiene mucho que ver con el flamenco, con el blues, la soleá, los campos de algodón, todo está relacionado. Además soy muy ecléctico, me gusta el funky, me gusta el rap e intento plasmarlo a la hora de hacer música.

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¿Qué músicos te han acompañado en este disco?

Pues me acompaña La Banda El limón, así es como yo la llamo. A la batería está el hijo de Tino Di Geraldo, Gaspar Fernández. Al bajo me acompaña Jesús Hidalgo (El Chuemo), Paco Vidal a la guitarra flamenca y José Atero a la guitarra eléctrica y flamenca. Son unos tipos buenos, jóvenes y además muy buena gente. Todos ellos estarán conmigo en la Sala Malandar.

Cuentas con varias colaboraciones en el disco, Bebe, Pepe Habichuela, Soleá Morente y algunos más se han sumado a Azalvajao. Cuéntanos que tal la experiencia con estos artistas.

Las colaboraciones son excelentes. En cuanto a Bebe, nunca hemos hecho nada juntos, y esta vez ha colaborado en mi disco en la canción “Ella me quiere”. Soleá Morente también se ha sumado. Es una chica muy maja, dulce. Ella me recuerda mucho a su padre cantando, es una fusionaría también. Las Negris han dado un puntazo en el disco. A mi me gusta mucho colaborar con mujeres y cuento con ellas en los coros. Pepe Habichuela, Raimundo Amador, El Canijo, Tino Di Geraldo, Víctor Iniesta – guitarrista de El Bicho- también han participado en Azalvajao, todo un lujo la verdad.


Siempre has fusionado el flamenco más puro con otros estilos ¿Cómo has llevado las críticas a lo largo de tu carrera de los flamencos más puristas?

Pues bastante bien. Todos me conocen desde hace mucho tiempo. Ya en el 84 muchos me decían “al niño hay que dejarlo aparte”, en el buen sentido. Nunca he recibido unas críticas duras, a lo cual le tengo que agradecer. El país, La Vanguardia, El ABC, la verdad que todos los medios de comunicación siempre han sido muy positivos conmigo. A lo largo de mi trayectoria he colaborado con mucha gente como Carmen Linares, Chano Domínguez, Diego Carrasco o Lola Flores, y esas colaboraciones digamos que son una muestra del respeto a mi manera de hacer las cosas. Lola Flores es la principal, la que me dio a conocer. Ella me dijo “haz lo que quieras en esta vida hijo, que a ti te va a salir bien”. También he colaborado con figuras internacionales como Wynton Marsalis. Es todo un lujo trabajar con la gente que me ha llamado en estos años.

Tienes cinco discos en solitario en el mercado, pero este es tu primer trabajo autoproducido, ¿es arriesgado en estos tiempos autoproducirse?

Sinceramente, yo no pienso en como están las cosas, yo voy tirando para adelante aunque soy consciente. A mi me han dado la alternativa Tino Di Geraldo, quien me ha producido cuatro discos anteriores, y mi compañía El Volcán y yo he dicho ¡venga!. Hemos echado mano también de un técnico con mucha sabiduría que es José Luis Garrido, quien ha hecho discos de Los Chorbos, Ketama, Pepe Habichuela, Moraito Chico…Para mi eso es un puntazo, ya era hora, me causa mucho respeto, aunque me he sentido muy bien, muy azalvajao y todos los colaboradores también.

¿Qué respuesta está teniendo Azalvajao tras su lanzamiento?

La verdad que estoy muy contento, los conciertos van muy bien, todos los conciertos se están llenando en cuanto a público. Estamos sonando en radio, veo muy buena actitud, veo que la gente está contenta. En este disco hay mucha frescura y mucha gitanería metida y eso parece que está calando.

Las letras de Azalvajao parecen historias surrealistas, pero realmente tienen mucho de real, cuentan vivencias tuyas. ¿Qué historia hay detrás de la canción Señores Ladrones? ¿Otra historia que quieras destacar?

Señores ladrones es una de tantas historias que le cuento al Canijo de Jerez cuando vamos de gira. Concretamente a mi suegro, en su casa en la sierra, pues le han robado ya 20 veces. Entraba gente cuando no estaba y lo que se llevaban era pasta de diente, latas de conservas, cosas insignificantes. Usaban el colacao, no tiraban de la cisterna por ejemplo. No se llevan un trípode, un televisor, o cosas más llamativas. Mi suegro puso un cartel grande que decía, “Señores ladrones, para otra vez que entren, cierren la nevera y apaguen las velas”. Además, ellos también dejaron una nota en la que decían que ellos no tenían la culpa de ir a robar, que es la situación de la vida, la sociedad. Entonces la canción está basada en hechos reales. Otra letra que quisiera destacar es La tata, estuve en el Sahara, en un festival de cine, con el Juanito Makande, con el Canijo, con Willy Toledo, entre otros. Allí convivimos en una Jaima con la Tata, con una familia. A la tata le dedique unos tangos saharauis. La tata calentaba el carbón, nos preparaba el té, etc. Fue una historia verdadera, bonita y está dedicada al Sahara.

tomasito-entrevista-2Desde que comenzaste siendo un niño hasta hoy día, siempre te ha caracterizado ese derroche de energía. No paras en el escenario ¿Dónde está la clave de esa eterna juventud, fuerza?

Yo soy así, en la calle, en un escenario, en el día a día. Me gusta que la gente sea feliz, esa es mi misión, mi reto. Quiero que la gente lo pase bien e intento transmitir eso en todo momento. Además, peso 52 kilos, haga lo que haga no cambio de peso, y esa ligereza también ayuda.

A la hora de componer, ¿eres de esas personas que necesita aislarse, necesitas de un entorno especial, o también eres azalvajao?

De momento compongo con una guitarra del lidl que cuesta 50 euros. Y lo mismo estoy en mi casa en la cocina, que en el local, o en la casa de la sierra, la de los señores ladrones. En cualquier momento uno puede componer. Yo creo que a mi me ocurre al contrario, que como me ponga en un sitio bonito, tranquilo, yo creo que me distraigo mucho, y ya no me salen las letras. La inspiración está en cualquier momento y hay que aprovecharla.

En un articulo del diario El País acerca de tu nuevo trabajo, el periodista finaliza diciendo que si alguna vez te encuentras con Tomasito no dudes en preguntarle por las noches mágicas que has vivido junto Wynton Marsalis. Cuéntame tu experiencia junto a uno de los trompetistas más grandes de la historia.

Yo le decía, “!Wynton! ¿quieres un Winston?”, y el me decía; ¡Tomás, Tomás, Tomás…! jajaja. Madre mía como toca la trompeta. Es un tío muy interesado por el flamenco también. Lo conocí a través de Chano Domínguez, en Calle 54, el documental de Fernando Trueba. Actuar con el es algo muy grande para mi. Cada vez que viene a España, a través del manager me invita a bailar. Me dice “¿Tomás qué?” Y se pone a dar golpes a ritmo en el marco de la puerta y empiezo yo a bailar. Tiene un ritmo increíble, es muy percusionista. Es un músico brutal y como persona también es increíble. Cuando ha venido a España he visto como tras el concierto ha continuado tocando en los camerinos y además le decía a los chavales que iban a verlo “toca para mi”, eso es algo que hace muy poca gente.