Olek, ‘Santa Ágatha, la torera’ en Delimbo

Por Diego Luna

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Imagen de Laura Calvarro

Sevilla, esa ciudad a la que tan bien le sientan los tirones (o los cortes) de orejas. El folclore sevillano en su totalidad, genuinamente “neoneo-romántico” a la vez que “neoneoneo-barroco”, se luce estos días de la mano de Olek (Polonia, 1978) en el difícil ruedo que es ese extraño mundo del arte contemporáneo.

Olek-santa-agatha-Delimbo-Traje-lucesA medio camino entre el homenaje y la burla, la artista polaca ha desenvainado sus ganchillos en la ciudad hispalense siguiendo el digno propósito de invitar a reflexionar acerca del papel de la mujer en la escena creativa actual. Para ello, desde luego, nada mejor que hacerlo sobre un fondo tan pintoresco como el que Sevilla, uno de los más celebrados estandartes de la gran “reserva espiritual de Occidente”, es capaz de brindar: trajes de corto y de faralaes, calaveras, biombos, candelabros y demás mobiliario añejo, además de una colección de hashtags amorosos, configuran un espacio ritual de marcado efectismo que consigue sorprender a todo tipo de público. Se trata de una serie de objetos cubiertos de ganchillo –o croché, si prefieren el galicismo–, seña de identidad de la artista, entre los que debemos incluir a las “mujeres-objeto” de inspiración surrealista exhibidas en la que fue una multitudinaria inauguración al más puro estilo neoyorquino-warholiano. Un trabajo cuya estética a medio camino entre lo kitsch y lo camp dialoga a la perfección con la propia del contexto social sevillano para el que dichas piezas han sido pensadas. Una completa propuesta artística –para la que Olek, por cierto, ha contado con un equipo de colaboradores– que supera los límites de la galería insertándose en la propia calle como podemos ver en la intervención sobre el monumento al Cid Campeador frente a la antigua Real Fábrica de Tabacos.

Pero Santa Ágatha, la torera pretende ser mucho más que un conjunto de propuestas visualmente atractivas, así nos lo advierte ya de entrada la “advocación” referida en el título de la muestra. Santa Águeda, según cuenta la hagiografía, fue mandada  torturar por el senador Quintianus debido al rechazo de aquella, llegando a cortársele los senos. De ahí que por su valentía, Olek haya querido calificar de “torera” a la patrona de las enfermeras, aludiendo indirectamente a la “corrida” diaria a la que la mujer ha de enfrentarse en muchos casos. Pero, además, la gran carga crítica que motiva el trabajo “apropiacionista” de esta artista –siguiendo la línea de todas aquellas que desde Cindy Sherman han cuestionado los roles sociales– alcanza incluso a la propia técnica que utiliza, en la que podemos observar, no solo el cuestionamiento de la tradicional vinculación entre las labores de confección y la figura de la mujer –como podríamos ver en artistas como Louise Bourgeois o Annette Messager–, sino también la reivindicación de un proceso artesanal “no pictórico” como herramienta válida para la reflexión.

La exposición Santa Ágatha, la torera estará en la galería Delimbo del 7 de Noviembre al 1 de Febrero. Lunes a Sábados de 11:00 a 14:00 y 18:00 a 20:30