Bajo el Albero IV. La «Historieta» Sevillana
Por 26 noviembre 2013
Noviembre y diciembre son desde 1999 los meses del cómic en Sevilla. Coincidiendo con el XIV Encuentro del cómic y la Ilustración, hoy en Bajo el Albero nos acercamos a la relación histórica de nuestra ciudad con este arte vanguardista a través de su origen, sus autores y sus viñetas. Comenzaremos con un poco de historia:
En Sevilla tuvo que ser, y nueve años antes que la inauguración del Salón de Cómic de Barcelona, donde por primera vez en España se reconociera a este arte el lugar que ocupa dentro del mundo de la cultura. Era 1971 y un grupo de personalidades sevillanas entre los que se encontraban Víctor Pérez Escolano o Pedro Tabernero, a través de un proyecto del Museo de Arte contemporáneo de Sevilla, decidieron dar cabida a una exposición que acercara al público sevillano a autores como Luis Bermejo, Víctor de la Fuente, Francisco Ibáñez, Carles Prunés, Jordi Longarón, Guido Crepax, Guy Peellaert o Nicolás Devil, entre otros. Así se pudieron ojear 121 paneles fotográficos con ampliaciones y 15 planchas originales de diversos autores. Como ya empieza a ser costumbre, en esta bendita y maldita ciudad, la exposición tuvo que clausurarse precipitadamente por una denuncia por inmoralidad interpuesta ante el Gobierno Civil de Sevilla.
Pero la relación de Sevilla con el mundo del cómic también se refleja en diversos autores autóctonos que han sabido congraciar más allá de nuestras fronteras aljarafeñas, sureñas, del norte o del este. Ya en los años 20 destaca Andrés Martínez León, nacido en Coria del Río al final del siglo XIX, fue el creador del personaje satírico “Oselito” (referente del torero Joselito el Gallo, fallecido en aquellos años), en 1935 publica “Oselito en Rusia”, que supondrá una condena por propaganda comunista tras la guerra civil. En 1945 tras serle conmutada la pena vuelve a Sevilla y en 1958, coincidiendo con el cincuentenario, ilustra un libro sobre la historia del Real Betis Balompié, donde Oselito será el hilo conductor y narrador de la historia.
Un lugar destacado tiene Nazario. Natural de Castilleja del Campo. Considerado el padre del cómic underground español, en 1972 se instala en Barcelona donde funda el grupo el Rrollo que editará cómics que ellos mismos se encargarán de distribuir. Así salen “El Rrollo Enmascarado” o “Nasti de Plasti”. De esta época destaca “La piraña divina”, obra más libre y libertina que discurría en la clandestinidad y que llegó a motivar la persecución policial y la disolución del grupo El Rrollo.
Sus obras siempre trataron de ridiculizar y poner en entredicho los valores sociales conservadores que aparentemente estaban instalados en su época, así aparecen “Sábado sabadete”, “Purita” o “Los apartamentos de la nave”.
En 1980 surge la revista El Víbora, en la cual se presenta la publicación “Anarcoma”. Personaje emblemático de la obra del autor. Anarcoma es un detective travesti “mitad Humphrey Bogart mitad Lauren Bacall”, en palabras del propio Nazario. Se publica en varios países llegando a ser censurada en EE.UU.
Continúa con historias de amor delirante dando vida al personaje de “Salomé”, en una versión muy personal de la obra de Oscar Wilde. Finalmente se despidió con “Alí Babá y los 40 maricones”, obra que tuvo reciente polémica al ser recomendada por el ministerio de educación para la asignatura de Educación para la Ciudadanía y que escandalizó a parte de los medios de comunicación y de la oposición al anterior gobierno.
No podemos olvidar la labor Pedro Tabernero (Sevilla, 1951). Es conocido como editor y crítico de cómics, y a su vez es referente para muchos autores y fundamental para la vitalización y proyección de la ilustración y el cómic, no sólo en Sevilla, sino a nivel nacional. Como dije antes, fue uno de los organizadores de la exposición “El cómic” de 1971, a su vez destacó su labor como ideólogo del cartel que como buenos artesanos recrearon diversos artistas. En 2006 reivindica su papel de autor, o de motivador de autores, con el catálogo “Tras la imagen”. 150 dibujantes como Nazario, Mingote, El Roto o Alfonso Font… tienen cabida en él, 36 años de historia, lo mismo que lleva Tabernero como editor y promotor. En 2008, al fin se lanza a la piscina, como guionista de cómic en la novela gráfica “Crimen en la villa Ducal” de Rick Geary.
Pero Sevilla también se ha narrado en viñetas: así surgen novelas gráficas y cómics infantiles que nos cuentan la historia de Andalucía, de los Tartessos o de los equipos de fútbol de la ciudad. También ha inspirado cómic para adultos como “Sevilla, mi amor” (Tobalina y Benavides) o uno de los más recientes, donde la semana santa sevillana es invadida por zombies (Noctis Irae). Os invitamos a conocer el presente y el futuro en el encuentro que durante estos días tendrá lugar en la ciudad. Muchos años después alguien contará lo que fue, o sigue siendo, El Encuentro del Cómic y la Ilustración de Sevilla. Una historia que seguirá siendo narrada y dibujada.