La duración del presente. La segunda y media dimensión
Por 14 octubre 2013
El arte entre la mística y la ciencia. Dónde encontrarlo si no, si es que de verdad existe o queremos pensar que existe. A primera vista, la propuesta de François Bucher (Cali, 1972) parece recrearse, de hecho, en la idea de exposición como laboratorio. Una sala de observación algo peculiar en la que se nos presentan todas las pruebas o testimonios –de muy distinta índole– recogidos a lo largo de un camino que, si bien no fue del todo fácil, sin duda resultó fascinante.
En esta ocasión, cómo acotar el presente, cómo definirlo o abordarlo, son algunos de los primeros interrogantes que el autor ha intentado contestar, por ejemplo, deteniendo el vuelo de una semilla de arce recogida en el río Spree. Un tema cuyo aparente grado de complejidad es exactamente el mismo que el de las obras que lo expresan, esto es, igual de “aparente”, pues, como suele ocurrir en el arte conceptual, se trata de una dificultad que, más que real, resulta ser “aparente” e incluso una vez dentro del juego que se nos plantea, inexistente. Un juego de formas o constructos lingüísticos que vemos evidenciado en la instalación que rastrea diferentes concepciones de ‘Venus’ a través del tiempo. En realidad, poco tiempo necesitamos para caer en la cuenta de que lo que en esta muestra se busca como trasfondo es precisamente superar ese tradicional ‘2+2 son 4’ propio de la ciencia, por tanto, hacer danzar al arte por delante de cualquier intento de explicación racional.
En estas tesituras, aquellas que implican danzar al son de lo inefable, anduvo siempre el profesor Jacobo Grinberg-Zylberbaum, psicofisiólogo mexicano en cuyos experimentos se inspira el propio título de esta muestra. Un personaje bastante particular, desaparecido enigmáticamente en 1994, fundador de un laboratorio de vanguardia a nivel mundial donde excepcionalmente confluía el método científico y los asuntos generalmente considerados “esotéricos” o relativos a la mística. Célebre es su teoría “sintérgica”, un digno intento de intentar explicar la conciencia y la construcción de nuestra realidad a partir del concepto de “campo neuronal” como proceso biológico. Una teoría desarrollada por Grinberg, curiosamente, a partir del contacto directo con sus paisanos chamanes, y que se encuentra en estrecha relación con la problemática de las “dimensiones” de la conciencia a la que Bucher alude. ‘La segunda y media dimensión’, en este caso, conlleva, en pocas palabras, la necesidad de rebajar nuestro ego –elemento perteneciente a la tercera dimensión– para volver a un estado en el que prima el inconsciente colectivo por encima del autorreconocimiento y de las referencias espacio-temporales construidas por el ego. En relación a esto, Bucher intenta mostrarnos “empíricamente” por medio de la colocación de varios diapasones la sorprendente conexión entre la frecuencia musical de la rotación de la Tierra (194,18 Hz) con la del chakra base (‘Muladhara’), aquel que nos conecta con la energía de nuestro propio planeta.
Por otra parte, la pieza central de la muestra, titulada ‘The Second and a Half Dimension – An Expedition to the Photographic Plateau’ (2010), refleja a la perfección esa naturaleza mágica, alejada de la “contaminación” cientificista, a la que se suele asociar el contexto sudamericano. Se trata de un fantástico documental que recoge una visita a la meseta de Marcahuasi en Perú, enclave único situado a 4.000 metros sobre el nivel del mar en donde ha sido tallada una serie de efigies, guiada por su peculiar responsable, Olivares Severiano. Una entrañable figura, esta última, que “traduce” al espectador las formas de cada uno de los pétreos “montículos-monumentos” tal y como lo hiciese en los años cincuenta del pasado siglo en su famosa expedición el arqueólogo Daniel Ruzo, su descubridor. Sobre todo, llama la atención la dependencia del momento solar de cara a la correcta visualización de dichas pareidolias, resultando sorprendente la mágica conexión creada a propósito entre el Sol, la Tierra, el Universo y el individuo a partir de una mínima intervención en el paisaje.
A este vídeo a modo de “ensayo visual”, le corresponden algunas piezas adyacentes que lo complementan reforzando su contenido: fotografías dispuestas a modo de instalación; una carta de la Royal Society de Londres que alude a la novedosa metodología de Ruzo y la importancia de la fotografía en ella; y unas deliciosas viñetas de Ariel Rosales que ofrecen una simpática narración de los hechos basándose en el relato del propio Ruzo. Una serie de documentos que, sin duda alguna, nos invitan a fantasear con la idea de una Humanidad desaparecida, que en algún momento supo estar en consonancia con la naturaleza, y que, por ello mismo, sabemos que nos “recuerda” alguna enseñanza aún no del todo descifrada: ‘Plato –también, al fin y al cabo– was a mystic’ se nos advierte en la fachada situada frente a la galería.
La Duración del Presente. La Segunda y Media Dimensión.
François Bucher
Galería Alarcón Criado, del 4 de octubre al 22 de noviembre.
Lunes a Viernes: de 11:00 h a 14:00 h y 18:00 h a 21:00 h.
Sábados: de 11:00 h a 14:00 h.