Bajo el albero. La Sevilla Underground

Por Carmen Parejo

Aunque de cara al exterior en Sevilla sólo tengamos una línea de metro, todos sabemos que Sevilla está plagada de túneles que comunican toda la ciudad. Es esa Sevilla bajo el albero y los nazarenos la que nos lleva a conocer el “otro mundo” sevillano. En él se encuentran los que están “en el rollo”, “los hombres de las praderas” o los habitantes de las azoteas de Juan Sebastián Bollaín. Es esa Sevilla que no conecta la línea uno y que es parte de nuestra historia y de una forma de ser típicamente sevillana y a su vez universal. ¿Conectan esos túneles con el Underground londinense? ¿Sevilla fue el origen de la “movida” madrileña?

Mira la segunda parte de Sevilla Bajo el Albero. Poesía y Teatro 

Bajo el Albero III ‘La Movida Sevillana

A finales de los años sesenta surge en Sevilla un grupo llamado Gong, de estética melenuda y cantando en inglés, nos aproximaban a través de la fusión con el flamenco a esas raíces que sólo se perciben en plenitud desde aquellos túneles que tan bien conocían. Un grupo que sería embrión de muchos otros, en el se encontraron Manuel Marinelli (Alameda), Manolo Rosa y Tele Palacios (Triana), Luis Cobos “El manglis” (Gualdalquivir) o el mismísimo Silvio Fernández Melgarejo que después se marcharía para tocar con los Smash y más tarde desarrollaría una intensa carrera como solista.

Gong. Keep Your Hands Off Her


La fusión y la psicodelia ya eran un hecho en esa Sevilla excéntrica y afortunadamente periférica de una España en blanco y negro tardofranquista. Como todo buen movimiento también expusieron su propia y genuina declaración de intenciones a través de “El Manifiesto de lo Borde”. En él encontramos toda una descripción de la sociedad sevillana y una muy buena definición de lo que pretenden llevar a cabo: “Imagínate a Bob Dylan en un cuarto, con una botella de Tío Pepe, Diego el del Gastor, a la guitarra, y la Fernanda y la Bernarda de Utrera haciendo el compás, y dile: canta ahora tus canciones.

En “el rollo” también estaban Lole y Manuel, ambos colaborarían activamente con otros músicos, y a la vez que conformarían el dúo de flamenco más heterodoxo del período.

Última actuación de Julio Matito (Smash) en 1979 en TVE.


Otros personajes fundamentales para comprender este período son Curro el barbero, en el barrio de los Remedios; y Gonzalo García-Pelayo, este madrileño de ascendencia andaluza fue el promotor de la discoteca Dom Gonzalo donde muchos artistas encontraron cabida y refugio. A su vez, unos años después crearía el sello musical Gong, en homenaje al grupo, que produjo los discos de Triana o Medina Azahara.

Pero como no sólo de música vive el hombre, de Gonzalo García-Pelayo no podemos obviar su aportación al mundo del cine independiente y experimental. Con películas como Vivir en Sevilla (1978) manifiesto de marcado acento andaluz o Corridas de alegría (1982) categorizada por una España aún convaleciente de pudores nacionalcatólicos como cine “S” o para adultos, y por tanto relegada al ostracismo cultural. Afortunadamente, el año pasado, en el Sevilla Festival de Cine Europeo pudimos disfrutar de un más que merecido homenaje.

En el terreno del cine experimental no podemos continuar sin honrar merecidamente a Juan Sebastián Bollaín, arquitecto y cineasta, que en cada corto, medio o largo crea un urbanismo onírico de una Sevilla de fantasía, de y para los hombres. Destacando algunas como “Sevilla tuvo que ser” (1978), “Sevilla en tres niveles” (1978), o el documental “La Alameda”, compuesto por dos partes una de 1978 y otra de 1998, que nos aproxima a esta plaza referente y reinventada y a la vez a sus gentes y las gentes de esa Sevilla olvidada.

 

 

revista_figura_0Ya en los años ochenta y en el entorno de la Facultad de Bellas Artes surge un movimiento a través de una revista, la revista Figura. En su ejemplar o, con un artículo denominado “Tintanlux y Moralidad”, se llamaba a no darle tanta trascendencia al arte, a ser menos serios y menos soberbios. Partiendo de Sevilla Figura llegó a estar presente en Alemania, Italia o EE.UU, convirtiéndose en algo más que un manifiesto provinciano, para ser referente de una actitud estética de carácter universal. Sus portadas fueron obra de Luis Gordillo, Pérez Villalta, Miquel Barceló, José Mª Sicilia, Navarro Baldebeg y muchos otros. Entre sus colaboradores destacaron José Luis Brea, Juan Manuel Bonet, Juan Vicente Aliaga, Mar Villaespesa o Kevin Power. La revista, dirigida por Guillermo Paneque sólo duró cinco años (1983-1988), hoy en día muchos reniegan de su significado y otros, como su propio director prefieren animar a la creación de nuevas revistas que seguir profundizando en la nostalgia. Aún así quizás solamente se acabó con el mismo aire desenfrenado con el que nació, y si buscaban la intrascendencia del arte cuánto menos de una “simple” revista. Sin embargo mucho consideraron esta nueva consciencia de desenfreno y falta de trascendencia como el germen necesario para el desarrollo de la afamada movida madrileña.

El esqueleto cultural sevillano se ha compuesto tradicionalmente por peinetas y albero o cornetas y tambores en un imaginero fuertemente estereotipado. Fuera de costumbrismos es vital reconocer esa otra Sevilla, la Sevilla oscura y oculta, underground, que desde hace años es referente y aire fresco necesario para muchos sevillanos que se alejan del perfil de lo establecido.

Estos son sólo algunos ejemplos. CONTINUARÁ.