«Si no fuera músico sería físico para poder seguir creando monstruos»

Por Inés Climent

El viernes 3 de mayo Iván Ferreiro tocará en la Sala Joaquín Turina del Centro Cultural de Cajasol. Con este concierto del artista gallego pasará por el ciclo La Espiral Acústica que lleva ofreciendo desde el mes de enero en formato íntimo. Hablamos con él para conocer un poco más de su concierto y de su nuevo trabajo Val Miñor-Madrid: historia y cronología del mundo que verá la luz en octubre.

La última vez que viniste a Sevilla actuaste en el Nocturama y dijiste que fue “el mejor puto concierto reducido que hemos tenido”, ¿desde entonces habéis batido el record?

No, la verdad es que no. Sevilla sigue ostentando el número uno de conciertos íntimos abarrotados de gente. La verdad es que tengo muy bueno recuerdos de ese día, fue un concierto muy bonito.

El formato acústico de un concierto permite una mayor conexión con el público y desemboca en un espectáculo más relajado, pero ¿seguís siempre el mismo esquema en todos los conciertos o intentáis improvisar?

La verdad al principio no cambiamos el repertorio continuamente, simplemente alterábamos el orden de las canciones, pero al final hemos decidido hacerlo de otra manera. Nos dimos cuenta de que según el público al que nos dirigíamos o la ciudad en la que tocáramos nos motivábamos para tocar de una manera o de otra. Ahora en nuestros conciertos es muy fácil que las cosas cambien, es más, lo que más estamos disfrutando de esta gira es que el público nos hace cambiar nuestra trayectoria.

Hace unos meses estuviste tocando con Leiva en la gira Leiva VS Ferreiro, ¿con qué otro artista del panorama musical español te gustaría enfrentarte musicalmente?

Ufff… no sabría qué decir. Con muchísimos, casi con cualquiera. Bueno es cierto que tengo varias cosas planeadas con amigos, pero aún no hay nada confirmado, esas cosas van surgiendo.

Confesiones de un artista de mierda lleva más de un año y medio girando por salas, teatros y festivales españoles, ¿para cuándo un nuevo disco?

Pues nos meteremos en el estudio de grabación en junio y supongo que para después de verano o, incluso un poco más tarde, en octubre, podría estar ya listo para salir.

 Podrías darnos algunas pistas sobre tu nuevo trabajo…

Pues el disco se va a llamar Val Miñor-Madrid: historia y cronología del mundo. Val Miñor es donde vivo, pero Madrid es la ciudad en la que trabajo por eso podría decirse que tengo el corazón dividido entre estas dos ciudades. Y luego, me paso todo el año tocando y de alguna manera en este disco pues quiero reflejar esas historias de la música y la cronología del mundo. Aunque aún está todo en el aire, no sé muy bien cómo podría definir este disco porque tenemos 20 temas compuestos pero sólo quedarán 12, pero no te puedo decir mucho más.

¿Crees que por fin verá la luz un disco alegre?

(Risas) La verdad es que sí, creo que esta vez sí que me ha salido un disco más alegre. Pero bueno, ¿qué puedo decir yo? Quizás lo que yo considero alegre para otras personas no lo es. Sí que tengo la sensación de que en este trabajo hay mucha luz, pero no sé, ya se verá cuando salga lo que se dice de él.

Como has llevado el proceso de composición del nuevo disco y junto con la gira, ¿demasiado estrés?

Pues si te digo la verdad es de las pocas veces que me ha tocado hacer las dos cosas a la vez y ha sido perfecto. Cuando solo estoy de gira me aburro un poco y, además, la estabilidad no es buena para el trabajo, pero este año lo diseñamos así y ha sido mucho más divertido y me he sentido más inspirado.

¿Eres de esos músicos que esperas a la inspiración para componer o crees en el trabajo diario y en ir perfilando los temas poco a poco?

Sin duda soy más de lo segundo. El hilo conductor de los temas es la propia vida, lo que nos pasa, entonces en mi caso esa inspiración, esas musas, aparecen cuando estoy trabajando o cuando estoy de gira. A veces en días hermosos salen canciones muy luminosas y sino pues vienen las tormentas. Cuando no me sale nada simplemente me echo una siesta, es el mejor remedio para volver de nuevo al trabajo.

Recientemente te hemos visto protagonizando junto a tu hermano Amaro la campaña ‘Viena Suena bien’, ¿en qué consiste esta iniciativa?

Se trata de una campaña de promoción turística de la ciudad de Viena a través de la música y bueno junto a cuatro fans pues viajaremos a Viena, grabaremos un videoclip en directo, aprovecharemos para presentar un par de temas del nuevo álbum y de paso nos echaremos unas risas y nos lo pasaremos genial.

Hay temas compuestos por ti que están en el imaginario colectivo de mucha gente e, incluso forman parte su banda sonora, ¿te sientes de alguna manera responsable o en deuda con tu público de componer temas del mismo nivel en tu nuevo trabajo?

La verdad es que yo siempre intento ser yo mismo. Cantar es mi trabajo, es lo q me gusta, pero yo no soy todopoderoso; escribo las canciones que quiero y unas veces estoy más en sintonía con la gente y otras no. Hombre, me siento agradecido pero no sé si en deuda, vale es cierto que mi economía depende de ello, pero espero que el trato sea que yo hago las canciones que quiero y ellos las escuchan. Aunque no me puedo quejar, tengo un público muy bueno y creo que mantenemos una relación equilibrada.

¿Tienes alguna canción que hayas escrito un poco así, improvisada y pensando que quizás no era tu mejor canción y que sin embargo se ha convertido en un gran éxito o al revés?

Casi todas las canciones le gustan a alguien mucho aunque sea a uno o a dos. Para ser sincero cuando escribo pienso que todas son buenísimas (risas), lo hago con toda la ilusión. Pero intento no pensar demasiado en la gente. Hay algunas canciones que definen una etapa de mi vida y resulta que funcionan muy bien, pero lo mejor es dejar que pase el tiempo y que cada canción que sea este el que asigne el lugar de cada una.

¿Si tuvieras que quedarte con alguna canción de toda tu carrera con cual sería?

Ni idea, ninguna, creo que no podría, para mí sería mejor quedarme con la canción que aún tengo que escribir mañana

¿Cómo disfrutas más tocando en festivales por toda la geografía española o colgando el cartel de ‘no hay entradas’ en las salas de conciertos?

Me gustan las dos cosas porque cada una tiene su magia. Los camerinos de los festivales suelen ser muy divertidos y tienes la suerte de reencontrarte con amigos, conocer nuevos grupos. Los teatros, por su parte, son maravillosos y me alimentan continuamente. Ojalá pudiera combinar escenarios toda mi vida.

A estas alturas de tu carrera, tras dos décadas en los escenarios, ¿no te ves haciendo otra cosa que no sea cantar o piensas que en algún momento tendrás que bajarte del escenario? Si Iván Ferreiro no fuera músico qué otra profesión hubieras escogido?

No, no pienso bajarme de los escenarios. A ver si me toca la bonoloto (risas) descansaría por un tiempo, pero no lo dejaría. Quizás si no fuera músico sería físico para poder seguir creando monstruos.