Sueños de Rocamadour, exitoso estreno de Escena Mobile

Por Rosario Mesta

Danza y literatura. Dos términos aparentemente distintos pero esencialmente unidos por un mismo nexo: el arte, la creación. Así, a través de una mirada diferente, exclusiva, y fresca, la compañía gaditana Flick-Flock estrenó anoche en el Teatro Alameda sus Sueños de Rocamadour, una versión del mítico Rayuela de Julio Cortázar.

La VII Edición del Festival Internacional Escena Mobile no pudo empezar mejor: éxito absoluto en el estreno de esta obra de danza  contemporánea, dirigida por Susana Alcón, la cual nos ofrece una perspectiva distinta de uno de los primeros clásicos de la novela surrealista argentina. A través de un elenco compuesto de más una treintena de jóvenes bailarines en escena, nos adentramos en la magia de la obra de Cortázar, gracias a la mirada de Rocamadour, un niño enfermo cuya imaginación va a ser la clave del argumento.

La Rayuela de Cortázar pasa a ser la Rayuela en movimiento, una unión del poderoso talento y pasión, que, a través de numerosas piezas musicales y excelentes y originales coreografías, ponen en común los protagonistas, cuyo trabajo se conjuga por igual entre personas con y sin discapacidad para hacer llegar al público el significado de un verdadero arte integrado.

A través del mundo onírico de Rocamadour, asistimos a la lucha entre la vida y la muerte, entre el Cielo y el Infierno, entre el amor y el desamor, queriendo establecer un nexo entre el capítulo 7 y el 28 de la obra de Cortázar. Vimos dibujada una verdadera Rayuela en el escenario, donde el protagonista se debatía entre el ser y el no ser a través de música perfectamente escogida.

Al final, el público en pie. Un claro homenaje a la originalidad artística de la obra, pero sobre todo, a la calidad de los bailarines, quienes demostraron que la danza y la literatura pueden tener una multiplicidad de formas y uniones, pero sobre todo, que la discapacidad no puede ser una barrera nunca, pero sobre todo, en el arte.