¡Pon un zombi en tu vida! (I)

Por Jesús García García

Muertos vivientes, infectados o simplemente personas que caminan despacio, que se les cae las piel a cachos y  que disfrutan comiendo carne humana e infectando a diestro y siniestro. El fenómeno zombi llegó con fuerza a España a partir de 2007 y, en la actualidad, supone una nueva edad dorada de la literatura de terror en la que los thriller científicos, los crímenes y los asuntos paranormales han cedido terreno a estos ‘caminantes’ que vienen pisando fuerte.

Pese a la aparente simpleza de un personaje que simplemente se dedica a vagar en masa, alimentarse de carne humana e intentar no perder un brazo putrefacto por el camino, si en la actualidad acudimos a una librería y nos acercamos a los estantes de literatura de terror, tradicionalmente dedicados a maestros como Poe,  a creadores de pesadillas como Lovecraft o a genios de la efectividad moderna como Stephen King, encontraremos que los zombis se han comido a los cuervos, se han alzado reyes en las montañas de la locura y han doblegado al pistolero. Una multitud de autores españoles y extranjeros han aupado a un género del terror aparentemente caduco a los primeros puestos de ventas, creando una variedad de relatos que hace unos años ni tan siquiera soñaban adelantados a su época como George A. Romero.

El origen de esta nueva moda tuvo su origen, como casi todo, en la literatura y el cómic estadounidense, de la mano de dos gurús de esto de los muertos vivientes como son Max Brooks y Robert Kirkman.

El primero de ellos, Max Brooks, es un escritor que tras su paso como guionista en el popular programa americano ‘Saturday Night Live’ se sacó de la manga en 2003 uno de los libros más originales y dementes del género: ‘Zombi: Guía de Supervivencia’. Brooks recopilaba, con un tono irrepetible, diferentes enseñanzas sobre la raza zombi, sobre lo que son y cómo combatirlos. ¿Siempre has querido saber cómo apuntalar tus ventanas en caso de ataque de muertos vivientes? Max Brooks tenía la solución. Mediante un lenguaje de manual de supervivencia y con dibujos explicativos, Brooks cubría todas esas necesidades de protección (cómo escapar, como atacar, como usar armas para desmembrar zombis…) y las completaba con una segunda parte dedicada a ataques de muertos vivientes registrados, cual cuaderno de notas, a lo largo de la historia de la humanidad.

Gracias al éxito de su primer libro, Max Brooks se atrevió a dar un paso más y, siguiendo con su original planteamiento, escribió en 2006 ‘Guerra Mundial Z’, una investigación de la ONU en la que se recopilan de forma periodística relatos y testimonios de diferentes supervivientes a una guerra mundial entre la humanidad y los muertos vivientes.

A todo esto  hay que añadir un nuevo factor, apoyado en viñetas en vez de en palabras. Pese al poco efecto que tienen aún los cómics en España (de hecho hay gente que aún no sabe que la serie ‘Walking Dead’ está basada en un cómic), en EEUU no es así, y gracias a Robert Kirkman y a sus comics de ‘Los Muertos Vivientes’ el género sufrió otro empujón, esta vez definitivo, que lo lanzó a lo más alto de todas las listas de ventas. Kirkman nos ofrece un cómic en el que priman las relaciones entre los humanos y en la que los zombis recuperan su esencia más ‘Geoge A. Romero’: son torpes, lentos y fáciles de esquivar, salvo cuando estás más pendiente de tus compañeros que de tu propia seguridad.

Por supuesto, Marvel no podía ser menos. La Fábrica de las ideas tiró del éxito que había tenido Robert Kirkman con su colección sobre zombis y le encargó una atrevida colección, ‘Marvel Zombies’, que se desarrollaría en un universo Marvel alternativo y en el que héroes y villanos se dividirían simplemente entre Zombis y alimento para éstos. Esta nueva saga comenzó tras realizar una introducción a la infección en la serie regular de ‘Los 4 Fantásticos’ de la mano del sensacional guionista Mark Millar.

Entre toda esta oleada, otros autores se han apuntado al género de moda y otros han labrado su carrera en él. El propio Stephen King, considerado por muchos como el genio moderno del terror, ya coqueteó con el género zombi en los años 90 con un relato corto (‘Home delivery’), escrita para la compilación titulada ‘Libro de los muertos’ y que detallaba el intento de un pequeño pueblo por defenderse de un estallido de zombis. Sin embargo no fue hasta 2006 cuando King se atrevió a apostar en serio por los zombis con la novela ‘Cell’, en la que mezclaba su afición por lo paranormal, lo tecnológico y el terror: Un extraño fenómeno llamado ‘the pulse’ convertía en zombis a todo usuario de un teléfono móvil.

De los autores que han pasado a un papel destacado en la literatura gracias al fenómeno zombi, debemos destacar a Brian Keene, que culpa en ‘El Alzamiento’ a una posesión demoníaca del ataque de los muertos vivientes. Tampoco debe caer en el olvido David Wellington, que comenzó en 2004 su saga de terror con la aparición de ‘Zombie Island’, a la que siguieron ‘Zombie Nation’ y ‘Zombie Planet’, así como muchas otras.

En España el auge zombi tardó algo más en llegar, y lo hizo poco a poco, hasta terminar convirtiéndose en uno de los géneros más vendidos de ese universo paralelo donde el Premio Planeta aún no tiene influencia y que cuenta con sus propios Stephen King made in Spain y hasta editoriales que han terminado prácticamente especializándose. Pero de esto hablaremos en el próximo artículo.