«El modelo de la música tenía que cambiar»
Por 9 junio 2012
Es posible que su nombre no te suene demasiado si no eres un poco melómano, pero este tipo es uno de los dos culpables de los aplausos recibidos por Cabeza de León, el primer trabajo en solitario del ex líder de The Sunday Drivers, Jero Romero. Charlie Bautista, coproductor, arreglista y auténtico hombre orquesta del álbum (amén de colaborador de Christina Rosenvinge, Russian Red, Tulsa o los propios TSD), nos habla del nuevo escenario en el que se mueve la música, de la confección del disco y de muchas cosas más.
– Crowdfunding: ¿por qué os decántasteis por este modelo de financiación?
– Jero y yo nos juntamos antes de decidir nada. Me pasó las canciones, primero como amigo, y un día nos juntamos y empezamos a hacer cosas. No fue una decisión a largo plazo. Llegó el momento de decidir hacer el disco: ¿cómo lo hacemos? ¿cómo lo financiamos? Una de las opciones era ésta, que nos vino de rebote, no estábamos excesivamente familiarizados. Y la verdad es que fue una alegría porque funcionó muy bien. No teníamos nada que perder, si no hubiese salido habríamos buscado cualquier otra manera, habríamos pedido un préstamo o cualquier otra cosa. Pero vamos, lo habíamos visto en la creación de libros, videoclips, películas,… y nos gustó mucho la idea. Desde luego fue muy emocionante comprobar que a la gente la música le importa y aporta directamente, convirtiéndose en partícipe de un proyecto que en principio es tuyo y pasa a ser de los demás.
– Imaginamos que la responsabilidad con los fans es mayor.
– Muchísimo mayor. De hecho estábamos… acojonaos (ríe). Es un acto de fe muy grande, luego le puede gustar o no, es dinero que entra directamente. Si no se llega a recaudar la cifra suficiente para llevar adelante el proyecto no se te cobra nada. Aunque sólo sea por la parte más material, hay que tener cuidado de informar a todo el mundo del propósito. Desde el primer momento Jero estuvo manteniendo al tanto a todos los que habían colaborado a través de emails, vídeos del proceso, contando cuál iba a ser el siguiente paso en el proceso. Y nos ha sorprendido mucho más aún la respuesta de la gente después de haber colaborado: hay un cientos de correos escritos con mucho cariño. Sí, es alucinante, la respuesta del 90% ha sido maravillosa. Aunque esto es un riesgo, en todos los sentidos.
[Escucha a continuación el disco Cabeza de León o cómpralo por sólo 10 euros]
– Bandcamp, Spotify, Crowdfunding,… A nadie le cabe duda de que se han movido los cimientos del mercado. ¿Quiénes son los grandes beneficiados y los grandes perjudicados en este nuevo escenario?
– Yo creo que los grandes beneficiados somos todos. El modelo no es mejor ni peor, cada época tiene su modelo, y el modelo tenía que cambiar. Lo creemos los dos. Los beneficiados ahora mismo somos los consumidores, que tenemos al alcance toda la música. Tú te puedes enterar de un grupo… japonés, que no habrías conocido hace unos cuantos años. Y al final lo que quieres es que la gente escuche tu música, que la gente vaya a tus conciertos. No siempre puedes comprarte todos los cds que te gustaría; nosotros hemos tenido la suerte de que la gente ha querido aportar, pero no siempre se puede. ¿Perjudicados? Lo dejaría en puntos suspensivos. Yo creo que es más interesante mirarlo en positivo y creo que ganamos todos, la verdad.
– ¿Por qué el estilo más íntimo de Cabeza de león? Es decir, ¿por qué no apostar por la variante más rockera de The Sunday Drivers?
– Quizá precisamente porque veníamos de ahí. Yo también estuve dos años con Jero en los Sunday y ellos llevaban diez haciendo trabajo de banda. Al final todas las canciones nacen del que compone en casa, nace de una situación muy personal, muy íntima, encerrado muchas veces en un cuarto de madrugada. Cuando arreglas esa canción de base, le pones muy poquitas cosas y tratas de respetar una melodía. Después de diez años de estar haciendo rock -Jero tiene una voz muy portentosa y también es verdad que la tesitura es mucho más aguda-, de repente sentirte tan cómodo como en esa madrugada, fumándote un cigarrito y tomándote un café… es lo que queríamos trasladar a este disco. Son ciclos, a lo mejor dentro de cinco años nos apetece hacer algo más rockero. Pero ése es el motivo, ir a lo más íntimo, a una canción con una melodía y una letra. Lo demás siempre tiene que estar «al servicio de», nunca «por encima de».
– ¿De qué canción te sientes más orgulloso?
– (Resopla) Buf, es complicado, es muy complicado porque son tan «hijos míos» como de Jero. Es complicado pero es así. Lo hemos hablado muchas veces pero estamos completamente orgullosos desde la primera palabra hasta el último punto, tanto en la parte de diseño como en la parte de arreglos, de sonido, de todo. Con lo cual… no sabría quedarme con ninguna. Devolverte, nos quedaron fenomenal todas las del contrabajo como Ya te lo decía yo o Túmbate; Haciendo eses es una de nuestras favoritas, Correcto… pero no sé, igual depende de la época.
– Eres una especie de hombre orquesta capaz de tocar muchísimos instrumentos. ¿Con cuál te sientes más cómodo?
– En mis primeros grupos hice de batería, pero luego estuve muchos años con Havalina como guitarrista y tenía ganas de volver. Es verdad que he estado muchos años con los teclados, pero ahora me siento más identificado con la guitarra. Me hace más ilusión.
– The Sunday Drivers, Christina Rosenvinge, Tulsa, Russian Red, Los amigos imaginarios, Jero… ¿lo próximo?
– Lo próximo es Jero (ríe), es lo más parecido a cuando yo tenía mi banda. Nos hemos metido los dos y el proyecto lo siento tan mío como suyo. Aunque sean sus canciones, ya no es tanto la relación de escudero como antes y siento que también es mi proyecto. En septiembre sacaremos otro disco con imaginarios, y con Egon Soda, que son unos grandes amigos, sacamos un disco doble en breve y va a ser un trabajo muy interesante.
[Jero Romero y Charlie Bautista actúan en la Sala Fanatic este sábado. Mira los eventos de esta semana y de las siguientes en la Agenda de ¡WEGO!]