Rebeca, una gata en la azotea
Por 14 mayo 2012
Crónica: Diego A. Vicente
Fotos: Beatriz Hidalgo
Pasadas las diez de la noche la cantautora rock Rebeca Jiménez se subía a la azotea donde era recibida calurosamente por su público. La segoviana fue agradeciendo la acogida que había tenido en Sevilla mientras se sentaba detrás de su teclado para tocar de la forma más delicada posible la primeras notas de ‘Mil Maneras’. Live The Roof había organizado el concierto en un rinconcito de una azotea a tres pisos por encima de la Plaza de La Encarnación, con la luz y las vistas de la iglesia de la Anunciación. Escenario perfecto para que la segoviana, toda sensibilidad, ofreciera diecisiete de sus canciones de gran caudal emocional.
Rebeca Jiménez sabe que muchas de sus canciones hablan de desamor y abandono, por eso no dudó en presentar de forma irónica ‘Cuando Te Hablen De Mi’ como una de esas “canciones dramáticas a tope que ella escribe”. La segoviana, lejos de dar una imagen de lady drama frente a su público, tiene una presencia discreta y reservada sobre el escenario, lo que hace que el choque con el contenido personal que tienen sus canciones resulte más emocionante. La primera tanda la resolvió con una pequeña gran sorpresa: ‘De Haberlo Sabido’, tema de Quique González, quien ha sido una gran influencia en la música de Rebeca y en su búsqueda de sonidos en el rock americano.
‘Calada Hasta Los Huesos’ de su primer disco de estudio Todo Llegará (2008) fue rematada por una coda final que incorpora nuevos versos a este tema y en la que fue soltando todo el blues que lleva dentro.
Para ‘Volverás’ contó con la presencia de Toni Jurado, el baterista de cabecera de Quique González y Ariel Rot entre otros es parte fundamental de la banda en directo de Rebeca Jiménez. Jurado fue arañando ritmos a cajón y al doble platillo (hit hat) para acompañar al sonido solitario del piano de Rebeca durante el resto del concierto.
Antes de ‘Me Emborraché Por Ti’ la segoviana brindó “por el fin de las malas rachas”. Y a medida que caían todos los brindis, públicos o privados, en las canciones de Rebeca, iba cayendo la calurosa noche sevillana. Brillaban entonces con más fuerza las velas que rodeaban a la artista y la estrella que iluminaba el frontal de su piano.
Un ambiente que propiciaba la cercanía con la artista y con sus letras heridas, como la de ese desfile de puñales que anuncia ‘Valiente’ o la de ‘Te Queda Mi Amor’, búsqueda de un desvío a los caminos raros. La voz partida de Rebeca no se deshizo en ‘Cada Día Cuesta Más’, sin duda la interpretación más emocionante de la noche, dedicada a un viejo compañero de gira que lamentablemente se fue.
El último tercio del concierto nos deparaba ‘Si Te vas’ o ‘Despertarme Contigo’: canciones tristes pero siempre desprovistas de rencor. Algunas incluso esperanzadas como ‘Todo Llegará’ o la profunda declaración implícita en ‘Dispárame’, la que tal vez sea la mejor letra escrita por Rebeca Jiménez hasta la fecha.
Pero entre las canciones su último álbum de estudio Valiente (2011) hay un giro de la melancolía al optimismo; y con ese vitalismo fue poniendo fin al concierto ‘Dame Caña o ¿De Qué Lado Estás?’ para dejar el ánimo en alto con ‘Luna Halcón’. Sería imperdonable decir que no hubo rock ‘n’ roll el viernes por la noche por el hecho de que no sonara una sola guitarra en todo el concierto. Rebeca Jiménez es capaz de transmitir toda esa energía del rock con su voz y su piano.