Crónica y fotos: Territorios 2012 (viernes)
Por 19 mayo 2012
Primer maratón del Territorios Sevilla 2012 con una jornada que comenzó a las 20:00 del viernes y culminó a las 6:00 de este sábado. Una veintena de grupos y artistas repartidos en cuatro escenarios que no dejaron lugar al respiro, y cuya variedad aseguraba un resultado satisfactorio de público y música.
[Crónica y fotos: Iram Martínez y J.M. Campos]
Superados los problemas de acceso del año pasado, Falsalarma hizo sonar la sirena para dar la bienvenida a los nuevos huéspedes del CAAC. La formación de hip hop catalán salvó la siempre difícil misión de inaugurar el festival, congregando a un buen número de seguidores en el escenario principal. Caña a la clase política, base del This is a man’s world, de James Brown, y la ayuda de Capaz (Hablando en plata) y el ragga de Tosko para amenizar el ambiente. Cumplieron.
Recogiendo la cosecha
Casi al mismo tiempo, en el segundo escenario, El Puchero del Hortelano congregaba a la otra mitad de los asistentes al festival, que no eran pocos. Mientras unos levantaban las manos en el aire los otros bailaban con ritmos del grupo granadino. La Guía y Ave Fénix no faltaron en el setlist de la banda, que agradeció tocar a esa hora ya que -como dijo su vocalista- «siempre anima empezar un concierto de día y terminarlo de noche».
Un pausado abanico de cristal
Por su parte, Kiko Veneno comenzó su actuación acompañado solo por su guitarra y con un tema que ya ha pasado a la historia: Los Delincuentes, pero con un estilo mucho más pausado, a ratos demasiado. Después de ciertos problemas con el sonido, el bético con más ritmo continuó con el concierto in crescendo hasta terminar acompañado por toda su banda para celebrar el 20º aniversario del mítico Échate un cantecito.
Sedientos de amor lesbiano
Expectación por escuchar los temas de La noche eterna. Los días no vividos, el nuevo álbum de Love of lesbian a la venta desde el 22 de mayo: canciones como Nadie por las calles, Los seres únicos o la vibrante Belice, que aún no han calado en los fans de John Boy, pero que garantizan la continuidad de un grupo siempre a tener en cuenta.
Obligados por la falta de tiempo, prescindieron de sus disfraces y conga tradicionales, pero colmaron las exigencias del público con la apoteosis del narcisismo (Me amo), la rendición al romanticismo (Incendios de nieve) y -esta vez sí- el derribo al perroflauta (Algunas plantas) con un Santi Balmes descamisado. «Creía que era un hit y triunfó en el Congo, ¡por hippie!»
Las tortugas del post-rock jazzy
Los Tortoise demostraron que son unos genios en lo que hacen. Intercambiándose los instrumentos en casi cada tema, John McEntire, Doug McCombs, John Herndon, Dan Bitney y Jeff Parker impresionaron al público con una música que en ocasiones recordaba bastante a los Weather Report de Jaco Pastorius. Sin embargo, hubo temas muy extensos y progresiones lentas que llegaban a desesperar, aunque esto no quita que hicieran gala de sus talentos.
Tricky: ¿Y esto qué es?
Una de las golosinas del cartel del viernes era el concierto de Tricky interpretando el Maxinquaye junto a Martina Topley Brid, la voz que grabó el mítico disco. Sin embargo la actuación fue muy distinta a lo que esperábamos. Un sonido más que mejorable, un montón de gente en el escenario desde el segundo (y eterno) tema cuando no venía al caso y una Martina que no parecía ella misma (seguimos dudando de que lo fuera). Lo más destacable fue la sorpresa (al menos para nosotros) de escuchar el Ace of spades de Motorhead. En fin, una desilusión para los que esperaban el Maxinquaye, que brilló por su ausencia. El de Bristol enseñó mucho los abdominales, pero no convenció con su concierto.
Invitados de excepción e invitados indigestos
El escenario Cruzcampo se les quedó diminuto para contener la avalancha de gorras beisboleras y pantalones XXL. Zatu y Acción Sánchez –SFDK– llamaron a filas a su pelotón de soldados, que, prestos para la batalla, fueron uno a uno lanzando rimas en una puesta escena a la americana. El problema, el de siempre: la evidente diferencia entre los MCs de calidad y los que se vanaglorian de serlo. Palmas para Sho Hai (otrora Hate, de Violadores del Verso), asombro para el soul de Alba y ovación sin paliativos para La Excepción con La calle está candela, momento cumbre junto con los clásicos de SFDK (Niño Güey, Pruébalo o Las vocales).
Viejas amistades
Los Enemigos eran uno de los platos fuertes del día. Muchas personas -especialmente aquellos que ya rebasaban los cuarenta- compraron la entrada sólo para ver la vuelta conjunta de Josele, Fino, Chema y Manolo a los escenarios. Liderados por un rejuvenecido Josele Santiago, la banda no defraudó a sus incondicionales sino todo lo contrario. El público recibió entregado los clásicos temas de la banda (como John Wayne o La otra orilla), que se han sacudido el polvo para esta gira de reunificación diez años después.
Un ciclón contra el prejuicio
Tienen la suerte/desgracia de vender cientos de miles de discos, y sus canciones suenan en los medios hasta la extenuación (¿causa-efecto o efecto-causa?), así que ahí estamos los prejuiciosos para criticar su labor. «Zas en toda la boca» para los que no habíamos presenciado un directo de Amaral: contundente, medido, de altos vuelos. De lo íntimo hacia lo salvaje.
La portentosa voz de Eva fue sometida a una montaña rusa de exigencias, superadas a base de bravura y talento. Sus tímidas palabras contrastan violentamente con su capacidad para comerse el escenario (y con su ceñido pantalón de cuero) mientras Juan Aguirre -ese actor secundario- le acompaña a la guitarra.
Éxitos para aburrir -es un decir- al más antiguo de sus seguidores : El universo sobre mí, Cómo hablar, Sin ti no soy nada, Kamikaze, Días de verano,… Palabras de aliento a los universitarios de Sevilla, versos traducidos del Heroes de David Bowie y bajada del telón con Cuando suba la marea.
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