Placeres Subterráneos

Por Diego A. Vicente

Grooming en el teatro Central

Grooming. Teatro Central. 16 de marzo de 2012

Ficha técnica y artística:

Autor: Paco Bezerra
Dirección: José Luis Gómez
Compañía: Teatro de la Abadía
Reparto: Antonio de la Torre y Nausicaa Bonnín

Grooming en el teatro Central

El Teatro Central está sabiendo explotar esa auténtica mina de talento en la que se ha convertido el Teatro de La Abadía en los últimos años. El onubense José Luis Gómez es uno de los responsables de la nueva configuración del teatro español y en especial de los logros de la Abadía. Además, en su faceta de director teatral quiere tener presente a los autores jóvenes. Con el ciberacoso sexual a menores como punto de partida, Grooming es un thriller moral en tres actos. Impregnados de un humor negrísimo y con la influencia de los cuentos infantiles (‘Alicia En El País De Las Maravillas’), la obra podría resumirse en que Alicia quiere ver la madriguera del conejo y sólo el conejo puede guiarla hasta ella.

Nausicaa Bonnín es Carolina (o así dice llamarse), una adolescente que indaga en el mundo adulto a través de los chats cuando cae en la trampa de ‘Mr. Hitchcock’ que le hace chantaje robándole la cuenta correo. Para recuperar la contraseña, la chica deberá inevitablemente acudir al encuentro.

Exterior. Noche. Un rincón apartado en un parque en las afueras. Fuera de los contornos del chat no existen los emoticonos y Carolina se da cuenta de ello cuando aparece Leonardo y no viene precisamente con un smiley en la cara. El malagueño Antonio de la Torre es Leonardo (o así dice llamarse), un hombre de mediana edad con traje y corbata. Ya sabemos que no es inocente: la anécdota sobre la película de Julio Iglesias ‘La Vida Sigue Igual’ le delata.

Leonardo no es un monstruo exquisito como Drácula, ni brutal como Frankenstein, sino que es ogro patético y estúpido: un monstruo posmoderno. Aunque es consciente de su derrumbe moral, no es por ello menos terrorífico.

El texto de Bezerra juega con nuestras expectativas. En primera instancia no podemos evitar pensar en el Lobo Feroz y Caperucita. No es casual que el personaje de Nausicaa lleve puesta la capucha de su sudadera, que apunta como referencia la película Hard Candy (Davis Slade, 2005). Si bien, avanzado el texto, se recurre a la exploración de las zonas más oscuras del ser humano, algo parecido a lo que acontecía en Spoorloos (George Sluizer, 1988).

La dirección de Jose Luís Gómez está encaminada a liberar a los actores de taras escénicas. Utiliza un par de proyecciones una explícita (la del chat) y la otra sugestiva aunque inequívoca. Y el parque está someramente representado: un banco, una farola, una papelera y el imprescindible contenedor de basura (en el que aparece la siguiente pintada: “esto es un parque”).

La actriz no le quita la caperuza a su personaje hasta pasada la primera mitad de la obra (no desvelaremos la trama), momento en que por primera vez mira frente a frente a Leonardo. Es un gran logro de Nausicaa Bonnín conseguir que su personaje soporte sin derrumbarse todo el primer acto.

Antonio de la Torre ya nos tiene acostumbrados a interpretaciones geniales: Gordos, Azuloscurocasinegro o Balada Triste de Trompeta. En Grooming interpreta a un delincuente moral y controlador pero también a un ser anodino. Esa bipolaridad se explica recurriendo otra vez a Hitchcock: la dualidad James Stewart/Cary Grant. Una interpretación excepcional, que requiere un par de escenas muy difíciles e incómodas.

Y a todo esto hay una pala.

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