En la autoparodia está la salvación

Por J.M. Campos

No hay mejor receta para redimirte de tus pecados, para limpiarte por dentro y para llegar a las neuronas que provocan la carcajada en los demás. Ángel Martín y Ricardo Castella efectúan en Nunca es tarde un ejercicio de autoparodia tan caótico como calculado, una maniobra suicida que les da más vida que nunca. Estamos delante de una pareja cómica que, en estos tiempos en que la risa se hace más esquiva que nunca, presenta sus credenciales como bufones oficiales del reino de la España boba, la España anestesiada por la telebasura y los famosos de usar y tirar.

Sentimos una particular debilidad por las grandes parejas de cómicos. Desde Walter Matthau y Jack Lemmon a Martes y Trece, del Correcaminos y  el Coyote a Stewie y Brian (Padre de Familia). La química entre cómicos nos parece algo fascinante, con su indispensable porcentaje de matemática y sus gotas de improvisación. Ángel Martín y Ricardo Castella, la tienen. Y si no es verdad que bajen Laurel y Hardy y lo vean.

A través de una serie de canciones propias, bien interpretadas tanto en lo instrumental como en lo vocal (a quién le importa que a veces desafinen), tan animosas como descacharrantes, relatan la supuesta historia de su salida de Sé lo que hicisteis y lo que ocurrió a continuación. Proponen al espectador que participe en la farsa, que juegue con su imaginación. Y cómo resistirse ante una partida tan divertida.

Si esto fuera un combate, y aún reconociendo la calidad del humor negro de Ángel Martín, de gesto casi inalterablemente circunspecto, declararímos a Castella ganador a los puntos. Sin embargo, eso es lo de menos, porque la complicidad entre ellos es tan jugosa que no te dará tiempo a pensar quién de los dos está más gracioso hasta que salgas de la sala.

Dardos envenenados -cómo no- a la televisión y sus mandamases (impagable el personaje del productor), a la policía, a los hippies y a todo el que se cruce por su camino. Pero especialmente hacia sí mismos, y ya sabemos que, tocando las teclas adecuadas, no hay nada que nos guste más que dos tipos haciendo bromas sobre lo patéticas que son sus vidas. Reírte de ti mismo es el primer paso hacia una vida mejor. Recuerda que para eso, nunca es tarde.

Nunca es tarde se representa en el Teatro Quintero -ver wegomapa– entre el 22 y 25 de marzo en los siguientes horarios:

Jueves 22: a las 20:30 horas;
Viernes 23 y sábado 24: Doble función a las 19:00 y a las 21:30 horas;
Domingo 25: a las 18:00 horas.

El precio de la entrada es de 20 euros y puedes comprarla aquío reservarla en el correo electrónico entradas@teatroquintero.com

 

[Mira la Agenda de ¡WEGO! para ver los eventos de esta semana y de las siguientes]

Ficha técnica-artística:

Reparto: Ángel Martín y Ricardo Castella
Producción: Cosaderisa
Género: Comedia
Duración: 90 minutos.