La línea crítica de Jose Antonio Reyes

Por Paula Velasco

El pasado 13 de Enero se inauguró en la galería Birimbao una muestra del trabajo del sevillano José Antonio Reyes. El trabajo de este artista, basado en una línea potente que reinterpreta la realidad, podrá visitarse hasta el día 15 de febrero.

88 dibujos perfectamente alineados abren la exposición. Ocupan todo el lateral izquierdo de la sala, colocados con mimo para que encajen formatos y contenidos. Lo primero que llama la atención es su presentación: cada Din A4 está enmarcado por una funda de plástico, de las que se utilizan para guardar apuntes. Cada funda está, a su vez, pegada con adhesivo a los muros de la galería. Y así con cada uno de los dibujos. Tras dudar  si el tratamiento se debe a un recorte de presupuesto o a una genialidad del artista, la mirada se centra en el contenido tras el plástico. Allí permanecen congelados varios fotogramas de películas, todos con un tema en común: el arte.

Reyes ha usado la cultura de masas para reflexionar sobre la naturaleza del arte. El cine no es más que una reinterpretación de la realidad, revisada a su vez por la línea del artista. Los filmes elegidos forman parte del imaginario social, de esas imágenes compartidas repetidas hasta la saciedad en las pantallas que conforman nuestra realidad. No están elegidas al azar, la fragmentación ha sido más que deliberada y muy inteligente. Todos hablan de arte, desde Woody Allen hasta el Nota, todos tienen algo que decir y se valen de los subtítulos para este fin. Los amantes del cine incluso le pondrán voz a las letras que irrumpen en el dibujo.

Ver esta exposición lleva su tiempo. La presencia del texto hace que, inevitablemente, queramos leer cada una de las letras dibujadas a tinta. Este hecho asegura al artista que el espectador se detendrá delante de sus creaciones el tiempo necesario para que calen en él. Los trazos se adaptan a los formatos del cine y reinterpretan sus rotros.

Algo parecido sucede con la segunda parte de la exposición, obras de gran formato trabajadas con acrílico y esmalte pero sin perder la línea tan característica del artista. En los lienzos blancos aparecen enmarcadas imágenes extraídas de fotografías reales, talladas en un gris poco llamativo. El nexo entre ellas es la presencia de la sangre, representada por puntos de distinto tamaño en un rojo vivo y brillante. Cada escena de violencia tiene un contexto determinado pero, al llevarlas al mundo del arte, se amplía su discurso y hablan de cuestiones generales y no de momentos puntuales. El artista ha eliminado cualquier detalle que pudiese resultar molesto, las escenas son asépticas y limpias.

Merece la pena acudir a la Galeria Birimbao para ser partícipe de esta muestra. Estará abierta al público hasta el próximo 15 de febrero, los lunes de 18 a 21 horas, de martes a viernes de 11 a 13,30 y de 18 a 21 horas y los sabados de 11 a 13,30. ¡No te la pierdas!