Bigott. ‘The Orinal Soundtrack’

Por Fran Jimenez

Entre canciones llenas de luz blanca y paisajes musicales, se mueve este último disco de Bigott, ‘The Orinal Soundtrack’ -y no “The original” como suelo escuchar a la mayoría-. Es el quinto trabajo de este poco común y ecléctico grupo del panorama Indie y que ha conseguido ser el tercer disco nacional más vendido durante estas navidades. Frenético ritmo el que lleva (prácticamente a disco por año) desde que publicara el primer disco allá por el año 2006.

Con ritmos pop entremezclado con acordes bastante folk, este ‘The Orinal soundtrack’, tiene bastantes toques de post rock, y a veces incluso me recuerda a bandas como A Silver Mt. Sion, Explosions in the Sky o E.F. y, desde luego, nada tiene que envidiar a grupos del nivel de Low. Podemos encontrar de todo en este disco, desde temas bastante bailables como pueden ser ‘Cannibal dinner’ o llenos de ritmo como ‘Flying zirkus’, ‘Trees gone motion’ o ‘Le petit martien’ (cuyo comienzo es parecido al ‘Turn it out’ de Death from above aunque los estilos nada tengan que ver) y otros más tranquilos e incluso luminosos como puede ser lo que se podría llamar la carta de presentación del disco, el primer tema titulado, ‘Vaporcito’. Todos ellos impregnados del sonido Bigott.

Totalmente armonioso y melódico, no es de extrañar que estos talentosos músicos consigan todo lo que se propongan, y buena muestra de ello es la enorme cantidad de conciertos que tienen por toda la geografía española. Este proyecto tiene una unidad estética sólida, completa y está bastante equilibrado, teniendo casi todos los temas un sonido bastante similar aún siendo diferentes; pero ese es el sello Bigott: calidad y armonía. 

No tienen miedo a probar nuevas técnicas ni a experimentar, y, viendo que todos los temas son de cosecha propia, es inevitable darse cuenta de lo personal que es el disco y de cómo lo hacen suyo con cada tema, y eso se nota. Con bastantes coros y partes casi por completo vocales, este disco nos llena de paz y tranquilidad en estos tiempos tan revueltos en los que sobrevivimos y nos sobrecogerá con tanta armonía y nos hará sonreír con las letras de algunos temas.

Es un disco positivo (a pesar de lo escatológico del título), lleno de acordes y compases simples, pero no por ello carentes de mérito, ya que a veces se nos olvida que no hay que hacer complicados riffs de guitarra o complejos solos de batería para que un tema se te quede grabado en la memoria. Bastante pegadizo y animoso, este disco tiene pocos arreglos en cabina, casi todo es música instrumental tocada por los miembros de la banda y eso se echa de menos en el panorama musical de hoy día. En definitiva, éste es un disco absolutamente recomendable y si tienes la oportunidad de verlos en directo, hazlo porque no suelen decepcionar.