Crónica de Las Estrellas de David en Nocturama

Por Iram Martinez

Iram Martínez / revistawego@gmail.com

Lo que vimos el pasado miércoles en Nocturama sólo lo había visto en concursos de bandas de instituto: muchas ganas de ser un rockstar, actitud sobrada y muy, pero que muy pocas horas de ensayo.

El concierto especial de “Las Estrellas de David” nos prometía reunir a cuatro músicos, colegas todos, para interpretar temas propios y ajenos. Y ahí estaban David Rodríguez (Beef, David, Junco y Diamante), Joe Crepúsculo, Ana Fernández-Villaverde (La Bien Querida) y Jordi Irizar. Pero faltó algo.

Cuatro nombres que pondrían palote a cualquier modern@ que se precie así como a indies varios, además de fans de cada una de las bandas que “las estrellas” componen por separado. Y así, con ese calentamiento previo el público esperaba presenciar un buen espectáculo, pero, el concierto sólo fue cuesta abajo desde los primeros temas y con él también cayó la libido musical, que quedó más o menos a la altura de la línea del metro de Sevilla. Conciertus interruptus total.

Si bien es cierto que existieron varios problemas técnicos, esto no puede servir de excusa para disculpar temas poco o nada ensayados que tropezaban nada más arrancar. Voces imposibles de entender y una buena colección de desafines. Así no hay modo de que se conecte con el público, que fue valiente y aguantó los primeros veinte minutos esperando a que sobre las tablas sucediera algo.

Pero lo único que pasó sobre el escenario fue una demostración de chulería absurda disfrazada de festival del humor que nos dejó con las ganas de escuchar, en condiciones, canciones de La Estrella de David como ‘Vejaciones en la costa’ o ‘Bellísimos’ . O aquel tema inédito de La Bien Querida que Ana intentó defender con poco apoyo por parte de su compañero de guitarras.

Sólo dos momentos rescatables: el primero protagonizado por J-Planetas que arrancó literalmente el micrófono de Ana para cantar el estribillo de ‘Tú lo tienes que saber’. El otro, la interpretación de ‘Gabriela’ de Joe Crepúsculo, la canción del repertorio más reconocida entre el público.

Tras 40 minutos de concierto, las estrellas dieron por terminado el show y aunque casi nadie lo pidió, David y Joel subieron de nuevo para dar un breve bis con el mismo tono chulesco que caracterizó su actuación. Los abucheos del público hablaron por sí solos. Las estrellas se estrellaron.