Funky, hip hop y r&b en Miraflores
Por 11 julio 2008
J.M. Campos / revistawego@gmail.com
El Parque de Miraflores funcionó de envoltorio perfecto para acoger la Fiesta de Aniversario de Montana Shop & Gallery: naturaleza, graffitis, litros de cerveza y música con raíces negras. ¿Los intérpretes? Toteking, Skrein y Grazziella, La Mula y Foreign Beggars.
La Mula, el grupo de funky sevillano, se hizo de rogar con unas eternas pruebas de sonido, pero el resultado mereció la pena. Poco a poco los cuerpos de los numerosos asistentes nos fuimos dejando llevar, con canciones como Huevo fantasía, transportándonos a una pista de baile de los años 70. Por momentos nos parecía reconocer al mismísimo James Brown en la voz del saxofonista, uno de los cantantes de la banda. Sus golpes de teclado, guitarra y trompeta refrescaron el ambiente hasta corear aquello de «Funky music is the way… everyday!».
A continuación les llegó el turno a los londinenses Skrein, Grazziella y Dj IQ, con el propósito de dejar su sello r&b y hip hop sobre el césped de Miraflores. La chica fue indudablemente una de las triunfadoras de la noche, gracias a unas prodigiosas cuerdas vocales que explican su pasado como cantante en un coro de gospel. Incluso se atrevió a retar a su compañero Skrein a comprobar quién era mejor rapeando. El público se volcó con ellos desde el primer instante a pesar de que muchos no les conocían. A partir de ayer raro será que no les recuerden.
Tras una lucida coreografía a cargo de un conjunto de break dance, cuyos componentes se marcaron unas cuantas cabriolas al son de rap americano, llegó el ídolo local: Toteking. Con más versos «que la Divina Comedia de Dante» y Randy como DJ, el escuálido MC machacó el aro una y otra vez, alentado por la gente de su cancha. Además de ofrecer algún adelanto de su próximo trabajo, Tote nos invitó a no fiarnos Ni de ellos ni de ellas con la compañía de su hermano Shotta , con quien se marcó un par de temas. Más tarde compartió escenario con los británicos Foreign Beggars, últimos invitados de la noche. La mezcla cuajó con solvencia: tres MCs, dos DJs y una banda con guitarra, bajo y batería.
Toteking dio lo mejor de sí con las bases rockeras en su homenaje a las zapatillas de deporte con Botines (hasta conseguir que los Beggars chapurrearan «¡Ésas me las compro!») así como con su monólogo sobre las Mentiras de los nuevos tiempos.
Previa improvisación, el MC sevillano cedió el protagonismo a Foreign Beggars, quienes aceleraron el paso hasta obligar a los espectadores a dar botes como esquizofrénicos. Un buen subidón de adrenalina antes de volver a casa con las pilas bajo mínimos.