Día de la Música. Plaza de San Francisco
Por 22 junio 2008
Iram Martínez /revistawego@gmail.com
El concierto de anoche en la Plaza de San Francisco prometía mucho y en la primera mitad cumplió. Superstereo y Clint supieron animar muy bien a la gente a pesar de los 30 grados que calentaban la plaza a las ocho y media de la tarde. Una pena lo de Amparanoia que se quedó sin tocar por un problema técnico (la organización se quedó sin electricidad para poder continuar).
Funk That!
Pasadas las ocho de la tarde los canarios Superstereo subieron al escenario, con un funk fino y elegante, pero muy sabroso. Su sonido bebe de lo mejor del funk de finales de los 70 y los primeros 80 (muy similares a los temas más bailables de los Amigos Invisibles de Venezuela) pero con un toque moderno, actual. Un directo muy poderoso, dominado por las cuatro cuerdas de Pepe Hernández que maneja el bajo con maestría (que bárbaro que es) y los teclados de Juanma Méndez, que es el responsable de llevarte a mover los pies sin parar.
Los tipos duros también bailan
Con retraso en las actuaciones, los Clint se atrevieron a subir a las tablas enfundados en trajes negros y camisas blancas al más puro estilo de Reservoir Dogs. Los cuatro Harries le pusieron banda sonora a la puesta de sol. Su arriesgado estilo que prescinde le la voz gustó mucho entre el público, ya que fue este momento de la tarde cuando los que «pasaban por ahi» decidieron quedarse. De hecho no hace falta ninguna voz salvo aquella de «Amigo, no se lo teme a mal pero…»
«Los tipos duros también bailan» es el título de su segundo disco, al que le hace falta la película, ya que como contaba antes, Clint es una banda …sonora. Al final de su concierto ( muy corto) se atrevieron con el legendario tema de Nino Rota que en la televisión se conoce como «¿Quieres tener en tu móvil la música del padrino?». Los Harries alegraron el día y el público lo agradieció pidiendo un bis. Se quedaron con las ganas. Había que darle paso a El Lebrijano. Afortunadamente los Clint vuelven a Sevilla en agosto para tocar en Nocturama.
Vino el turno de El Lebrijano, que intercambió horario con Amparanoia y que a todos los que esperaban a la de Jaén, les dió un buen par de bofetadas de buen flamenco.
Voy a apagar la luz
Cuando llegaba el momento cumbre de la noche, el nombre que ocupaba más espacio en los carteles y de quien la gente quería despedirse…se fue la luz. A Amparo solo le dió tiempo de decir «¡Buenas noches Sevilla!»
Después de más de veinte minutos esperando, se anunció que el concierto se cancelaba. Todos los que llenaban la Plaza de San Francisco tuvieron que conformarse con deambular por las calles y esconderse de la policía, que este fin de semana ha estado más activa que nunca. (Ay Dolores, no sabes el daño que le has hecho a esta ciudad)