Mejor salir sudando
Por 4 octubre 2018
Noche de energía rockera en la Sala X por cortesía de un par de combos guitarreros, ya más presente que futuro de la escena nacional, empeñados en hacer que una gran mayoría de asistentes, quizás algo saturados del blandito indie pop nacional que asola las programaciones culturales en los últimos tiempos, se pusieran a dar codazos y a botar como si estuvieran en su más tierna juventud.
Mourn se presentaban por tercera vez en Sevilla y quien las vio hace pocos años en su debut, debió de darse cuenta de la notoria evolución técnica del cuarteto, que sigue confiando en los ritmos contundentes, en las guitarras y en las melodías a dos voces como arma arrojadiza en sus directos. Sonaron una gran mayoría de temas de su último largo, “Sorpresa familia”, el que ya es su tercer disco de estudio y que desgranaron con la rapidez habitual.
Quizás ésta energía y estridencia las hacen parecer más planas en directo de lo que se intuye en sus discos, ya que dejaron poco espacio a matices algo más diferenciados que servirían para tomar un respiro y ver qué tienen que ofrecer en facetas menos saturadas. Sólo lo consiguieron con “Otitis” o “Gertrudis”, en la parte final de un concierto que volvió a elevarse hasta el máximo en sus últimos cortes.
Belako sí traen consigo esa diferenciación, y aunque parecen haber decido que la electrónica pase a un segundo plano en sus conciertos, los de Mungia tienen recursos de sobra para no cansarte con su contundencia o sus melodías, además Cris Lizarraga parece haber tomando los mandos al frente indiscutible de la banda vasca, otra decisión inteligente del grupo.
La noche, ya de por sí calentita, no tardó demasiado en arrancar, ya que al poco de empezar comenzaban a sonar los temas más notorios de sus dos últimos dos discos, los más celebrados por sus seguidores. “Off your shoes”, “Nomad “ o “The fiend thinker” comenzaron a elevar las pulsaciones de un público que no llenó la sala pero que se entregó desde el minuto uno. Belako suenan potentes, serios y enérgicos, se les nota su hiperactividad en las giras de los últimos años y Josu, Lore y Lander son capaces de montar una bola de sonido en la que encaja perfectamente la voz de Cris.
Dieron poco respiro los vizcaínos, quizás sólo “Mum” sirvió para tomar algo de aire ya que de nuevo, y con todo el respetable secándose el sudor de la frente, comenzaron a caer uno tras otro los hits, no son hits al uso, son hits de Belako, que no es poco, perfectos para contagiarte de energía, agarrar de la mano a quien sea que tengas al lado y colocarte en las primeras filas a “pegarse” con quien haga falta, porque las canciones lo merecen. “Render me numb” y “Over the edge” de su último disco sonaron más movidas de lo esperado, seguidas de “Zaldi Baltza”, un magnífico pildorazo de punk en Euskera que se marcó Josu. Luego llegó “Sea of Confusion” de su disco de debut “Eurie”, una exquisita catarsis para afrontar un final de concierto apoteósico.
Porque si os digo la verdad, a partir de aquí solo recuerdo codazos, empujones, sudor y éxtasis, no soy
capaz de contaros con qué temas terminaron el show porque me encontraba inmerso en ese mar de la confusión que habían se había creado en la sala y ya sólo atinaba a dejarme llevar por él.
En definitiva una noche para cerciorarse de que existen bandas de rock en nuestro país de calidad, no tan facilonas de oír, pero que ya traen consigo cierto éxito internacional y ganas de decir aquí estoy yo. Y es que que al rock de guitarras nunca le molaron las pistas de baile como algunos quieren hacernos creer, le molan los barullos y le mola Belako.