El soul tiene nombre de mujer
Por 29 junio 2018
Texto: Laura García / Fotografías Iram Martínez
Entrando como unos auténticos matadores, JP Bimeni & The Blackbelts inauguraron la séptima edición del Blackisback! Weekend, que este año se emplazaba, tras dos en Conde Duque, en Matadero Madrid. Sin duda, la utilización de este icono del patrimonio madrileño como emplazamiento del festival ha sido una decisión acertadísima por la organización pues ha supuesto la combinación perfecta de escenografía musical, buena comida y cerveza, mejor ambiente y una amplísima área de descanso que permitió a los soul brothers y las soul sisters descansar entre baile y baile.
En la noche del viernes predominaron los ritmos jamaicanos y el ska de la mano de dos de los grandes grupos de la mítica discográfica británica de los ochenta 2 Tone: The Selecter y The Beat. Los primeros levantaron el espíritu de los y las asistentes transmitiendo un buen rollo difícil de expresar en palabras. Tocaron temas de su nuevo álbum ‘Daylight’ (2017), destacando Frontline como emblema de su continuado activismo político. El cual sonó junto a sus grandes éxitos como On the Radio, Too Much Pressure o Missing Word.

El latin boogaloo nunca murió y Joe Bataan, la estrella afrofilipina del East Harlem, llegó a Matadero para demostrarnos la veracidad de este hecho. Acompañado de su mujer y los “Barrio Boys”, un popurrí de músicos locales, nos hizo bailar cha cha chá hasta rabiar con su mítico salsoul. Es verdad que algunos echamos de menos una mayor demostración de su lado más soul e íntimo que, sin embargo, nos emocionó con Mujer mía, dejándonos con ganas de más. Pero es que en su extensa carrera musical no caben especializaciones -en la que tocó todos los palos de la música negra del momento: soul, latin boogaloo e incluso hip hop-, lo cual le llevó a recordarnos su éxito Rap O Clap O, en plena efervescencia de la escena hip hop neoyorkina que, sin embargo, triunfaría sólo a este lado del charco en el año de 1979. Cerraría su actuación con su versión de Gypsy woman del gran Curtis Mayfield, de 1966, para recordarnos que sus 76 años no son un impedimento para seguir derrochando presencia en el escenario.
El cierre del viernes lo protagonizó The Beat, el otro de los grandes nombres del 2 Tone británico que tras treinta años de parón, publicarían en 2016 Bounce; uniendo en esta renovada formación a dos generaciones: al veterano Ranking Roger con su hijo Ranking Junior. Padre e hijo demostraron la fuerza que les une, moviéndose sin parar Side to Side del escenario, dejándonos con ganas de más para el día siguiente.
La tarde-noche del sábado, sin duda quedará para la memoria como una de las noches más mágicas de la música negra en Madrid. Por ser la noche de san Juan y por acoger por primera vez en sus escenarios a dos mujeres excepcionales, iconos del rythm and blues: PP Arnorld y Ronnie Spector. También hubo lugar para demostrar la riqueza del panorama nacional, con los madrileños Anaut y los barceloneses The Excitements. Se agradece que Blackisback! Siempre añada en sus carteles a grupazos españoles.

Tras la presentación de Anaut de su nuevo disco Hello there, tuvimos a uno de los artistas más enérgicos del panorama del rock and roll contemporáneo, al francés Gaspard Royant. A pesar de las altas temperaturas estivales logró reunir a todo el público frente al escenario, que se hallaba todavía rezagado entre la sombra y la barra del bar. De hecho, la conexión con el público fue tal que logró hacernos sentar sobre la ardiente piedra del patio de Matadero para después hacernos saltar con su temazo Higher and higher.
Tras este subidón, The Excitements, con la cantante Koko Jean Davis a la cabeza, un auténtico torbellino escénico de reminiscencias tinaturnerianas, dejaron al público boquiabierto y totalmente entregado. Matadero ardía y no sólo por las altas temperaturas, el Fire de The Excitements nos encandiló como a polillas cegadas por la luz.

A continuación, PP Arnorld se deslizaría como un auténtico ángel por el escenario, acompañada con brillantez por la banda capitaneada por Pablo Pérez, guitarra de Fuel Fandango, que junto a otros músicos locales fueron la maquinaria instrumental para esta leyenda viva del soul. A través de sus canciones y sus palabras nos regaló unos pedazos valiosísimos de la historia de la música, en la cual PP Arnorld ocupó y ocupa un lugar excepcional que, sin embargo, no se le ha concedido oficialmente con el paso de los años. Reclamaría su propia voz cantando temas compuestos y producidos por Steve Marriott, de Small Faces o el gran Cat Stevens, con Angel of the Morning y el emotivo The first cut is the deepest, respectivamente. Este último cantado por ella mucho antes de que Rod Stewart y Sheryl Crowl lo popularizaran, tal y como afirmó la artista. Su paso por Matadero fue toda una reivindicación de su carrera musical, y es que la edición en 2017 de su álbum The Turning Tide, originariamente grabado en 1968 y producido por Eric Clapton y Barry Gibb, ha supuesto la combustión perfecta para esta nueva fase de su vida artística. ¡Larga vida a PP Arnold!
Y por último, la delicatesen del festival: Ronnie Spector acompañada de unas (nuevas) Ronettes veinteañeras. Otro testimonio de grandeza femenina sobre el escenario. Compartió con todos y todas las asistentes sus éxitos profesionales, como su debut en el Peppermint Club de West Hollywood o sus grandes éxitos como Be my baby, pero también sus derrotas, cuando estuvo siete años retirada de la escena musical en los años 70. Una lección de honestidad que no es fácil de rastrear en este tipo de leyendas vivientes y que la humanizó aún más si cabe. Un público entregado a una actuación histórica por ser la primera vez que pisaban suelo español. Así se ponía fin a un fin de semana de sensacional rythm n’ soul. ¡Hasta el año que viene Black Is Back!