Tino Tovar, el gigante silencioso

Por J.M. Campos

Hay autores que hacen mucho ruido allá por donde pisan; los medios y los fanáticos también ponen de su parte para que ese ruido sea aún mayor. A Tino Tovar no le hace falta: sus comparsas ya hablan alto y claro en su nombre. De entre los grandes nombres de la modalidad, le toca debutar de los últimos en este COAC 2017; viendo sus resultados obtenidos en las últimas ediciones, los preocupados deben ser los demás.

Antes del estreno de su nueva creación, El ángel de Cádiz, hacemos un repaso por las que -para mi gusto- son las ocho mejores comparsas de Tino Tovar.

Inicios – La botica (1997)

El nombre de Tino Tovar está asociado al de Jesús Bienvenido desde sus comienzos. La primera agrupación de la que firmó su repertorio, Buscando un tipo desesperadamente, se hizo con el primer premio de chirigotas del concurso infantil. Ahí ya estaban muchos de los que años más tarde le acompañarían al dar el salto a los adultos y a la comparsa, incluyendo a Bienvenido, que se haría cargo de la dirección.

Unos jovencísimos Tino Tovar y compañía (Faly Figuier -ahora con Martínez Ares-, Dani Obregón, Jose María González Kichi -actual alcalde de Cádiz-, David Palomar, Bienvenido, etc.) irrumpieron en el Falla con un estilo fresco, alejado de dramatismos y gritos. Los coloretes, innegociables. Podría decirse que la suya era una comparsa achirigotada, o chiriparsa (aunque no me gusta mucho el término): alegre, dulce y sencilla, cuyos componentes más que cantar, a veces, susurraban.

En juveniles ya habían dado mucho de qué hablar con El lavaero (1995) y en su debut con los mayores ya tocaron las semifinales (Los callejeros, 1996), pero fue con La botica (1997) con la que los niños se convirtieron en hombres. Pasodobles tan deliciosos como éste bien les sirvieron para quedar por detrás únicamente de los dos grandes colosos: Antonio Martín (Los buscavidas) y Antonio Martínez Ares (El vapor).

Mira el resto de la selección de las mejores comparsas de Tino Tovar en Cupletíbiri.