Canijo, te seguimos queriendo
Por 23 enero 2017
Antonio Pedro Serrano, más conocido como el Canijo de Carmona, anunció en verano que, después de más de tres décadas participando en la fiesta del Carnaval de una u otra forma, se tomaría un año sabático. Algo comprensible, no sólo por el desgaste que supone tal recorrido (con más de cuarenta autorías o coautorías), sino también porque se palpa desde hace unos años que el reconocimiento y cariño hacia él tanto de la prensa como del público han bajado varios enteros. ¿Por qué?
Se les achaca a sus chirigotas principalmente su “carácter infantil”, su humor blanco o el hecho de ser “para todos” independientemente de si son de Cádiz o de Pernambuco, como si eso fuera algo negativo per se. Del mismo modo, sus letras serias, otrora alabadas, son menos valoradas a pesar de la evidente categoría y esfuerzo que exigen. En 2016, para sorpresa de muchos de nosotros, volvió a quedarse fuera de la final.
El público se cansa de sus referentes, es innegable. Algo parecido ocurrió con la chirigota del Love, hasta que regresó triunfalmente con Los puretas del Caribe. Y no sólo pasa en el Carnaval, sino en cualquier ámbito artístico o deportivo de público masivo: las corrientes de opinión desfiguran a los que fueran ídolos para convertirlos en objeto de críticas, no siempre justificadas.
Por suerte, el Canijo ha dado marcha atrás y sí participará en esta edición. En ‘Cupletíbiri’ lo seguimos admirando, y por ello le dedicamos este recorrido por sus mejores chirigotas antes de su debut en el COAC 2017 con No valemo un duro.