A toda vela en ‘La Deriva’
Por 11 mayo 2015
[Crónica: Inés Climent / Fotos: Beatriz Hidalgo]
Los madrileños hicieron vibrar al público hispalense que se congregó en el Auditorio Rocío Jurado durante más de dos horas de concierto.
Eran más de las 10 de la noche y Rufus T. Firefly continuaba dando guerra en el escenario. Por las tablas del Rocío Jurado habían pasado antes que ellos los otros teloneros, Analogic, y tras más de dos horas desde la apertura de puertas, el público comenzaba a impacientarse.
Cuando aún no daban las 23:00 horas, las luces del auditorio se apagaron y la gran pantalla que había situada en la parte superior del escenario se iluminó. Sobre un fondo negro y en letras blancas, con una tipografía que bien recordaba a la utilizada en las películas mudas, podía leerse: «Pequeño Salto Mortal presenta a Vetusta Morla en su gira La deriva». La emoción estalló entre los asistentes.
La banda de Tres Cantos arrancaba con el tema que pone nombre a su último trabajo, La deriva. Apenas habían comenzado a sonar los primeros acordes cuando un mar de pantallas azules inundó la pista; cientos de seguidores con sus teléfonos móviles en la mano se afanaban en inmortalizar el inicio del concierto realizando fotografías y vídeos. De repente, una enorme tela blanca que iba de esquina a esquina del escenario cayó por detrás de los músicos y, siguiendo el ritmo de la música, una bandada de pájaros dibujados comenzó a revolotear por la enorme tela que hacía las veces de pantalla. La puesta en escena estaba siendo espectacular. Continuaron con Lo que te hace grande y, casi sin parar, prosiguieron con el sonido más guitarrero del que fue el single presentación de su tercer trabajo Golpe maestro.
Por fin, Juan Pedro Martín o Pucho, se dirige al público. «Buenas noches, Sevilla. Es un placer volver a esta ciudad en la que siempre nos encontramos tan a gusto. Espero que paséis una buena noche». Aunque breve, los asistentes acogieron sus palabras con una gran ovación. La banda decidió bajar un poco el ritmo con La mosca en tu pared, pero la calma duró poco y con los primeros acordes de Pirómanos el ritmo volvió a desatarse.
«El siguiente tema parece que se había quedado un poco olvidado, pero sabemos cuánto os gusta y por eso hemos decidido volverlo a tocar hoy». Se referían a Boca en la tierra, un temazo que pudimos descubrir en Mapas, el segundo trabajo de la banda.
El público entregado no paraba de cantar y bailar, y aunque el auditorio no colgó en cartel de ‘Completo’, el ambiente era inmejorable. Si bien es cierto que hubo algunas quejas por parte de los asistentes refiriéndose a las cuestiones de seguridad, ya que en un primer momento al público de la grada no se le permitía acceder a la pista y, viceversa, lo que hacía complicado su acceso a la barra por las escaleras principales, obligando así a dar una gran vuelta sin sentido. Una vez comenzado el espectáculo, tampoco se podía bailar en la zona de grada, cuando antes sí estaba permitido. Muchos expresaron su malestar por este incidente al que además no encontraban explicación. «Yo he venido aquí a bailar y a pasármelo bien, no a que me digan que tengo que permanecer sentado. ¡Es un concierto!», protestaban. Por suerte, este incidente no fue más allá y a mitad del concierto el público campaba y bailaba a sus anchas entre las gradas y la pista.
Fuego, Rey Sol, Cuarteles de invierno… El ritmo era frenético y la realización del espectáculo, cuidada hasta en el más mínimo detalle; las imágenes de sus videoclips se funden con dibujos, planos cenitales de los músicos y planos generales del público, así como miradas a cámara de Pucho o lo juegos de luces y sombras. De repente, la gran tela blanca que se situaba a la espalda de los músicos cae cuando su tema Cuarteles de invierno rompe con el estribillo. La escena es grandiosa.
Tampoco faltaron los temas clásicos que han hecho de Vetusta Morla lo que es hoy, una gran banda del panorama indie español. Al respirar, Copenhague o Sálvese quien pueda. La energía de Pucho se contagiaba, no paraba de bailar y de moverse de un lado al otro del escenario, animando al público a que continuara con la fiesta. «¿Seguimos o que? Nosotros estamos muy a gusto así que vamos a seguir moviendo el esqueleto». Está desatado y hace de Fiesta mayor un festín de cuerpos en movimiento.
«Muchas gracias Sevilla, muy buenas noches a todos». La cuadratura del círculo puso punto y seguido a esta primera parte del concierto. Tras uno minutos de descanso, la banda volvió a escena. Aún hubo tiempo para un par de temas más y el público, desde luego, no quiso marcharse todavía, pero ya se vislumbró una pronta despedida. El cierre fue poco sorpresivo, parecido al de su último concierto en Sevilla.
Con su tema Los días raros, Vetusta Morla puso el broche final a una noche en la que la banda demostró que hay que ser valiente y arriesgar para no terminar a la deriva.
Disfruta de la galería de imágenes del concierto, con fotografías realizadas por Beatriz Hidalgo:
Setlist
– La deriva, Lo que te hace grande, Golpe maestro, La mosca en tu pared, Pirómanos, Boca en la tierra, Fuego, Rey Sol, Cuarteles de invierno, Al respirar, Copenhague, Baldosas amarillas, Sálvese quien pueda, Tour de Francia, Otro día en el mundo, Saharabbey Road, Maldita dulzura, Mapas, Fiesta mayor, La cuadratura del círculo,
Bises
– Año nuevo, Valiente, El hombre del saco, Los días raros.