El Ayuntamiento de Sevilla prohíbe a Malandar seguir organizando conciertos

Por Iram Martinez

[Mira la respuesta de los ciudadanos a través de las Red]

La reunión tenía que haber sido el lunes, pero al final este martes se reunieron los representantes del Ayuntamiento de Sevilla con el dueño de la Sala Malandar, para llegar a un acuerdo que dejara satisfechas a las dos partes. A través de un escueto comunicado en su perfil de Facebook, la sala hizo público poco antes de las ocho de la tarde que el Ayuntamiento había decidido prohibir la celebración de conciertos en la sala, por lo que Malandar sólo podrá ser una discoteca que pinche música por debajo de los 92 Db.

Así, irónicamente, la mejor sala de conciertos del país, según lo reconoció la Unión Fonográfica Independiente (UFI) este mismo año, tiene que dejar de dejar de hacer lo que mejor se le daba y por lo que había recibido este garladón. Esta medida es sin duda un duro golpe a la industria cultural de la ciudad. Sevilla pierde así uno de los pocos escenarios que tiene para que artistas, tanto locales como nacionales e internacionales, puedan mostrar su música al público.

Durante el fin de semana, las redes sociales llegaron a un punto de ebullición en el que los habitantes de la ciudad, exigieron explicaciones al alcalde, Juan Ignacio Zoido, para encontrar una solución al cierre de la sala. El perfil de Zoido en Twitter y Facebook no dudó en garantizar una reunión entre el dueño de la Malandar y los responsables de Medio Ambiente este lunes; sin embargo la reunión no se pudo celebrar hasta este mediodía. Tras el anuncio de la reapertura como discoteca, ambos perfiles se han visto inundados de comentarios de habitantes de la ciudad que manifiestan su desacuerdo con esta decisión del Ayuntamiento. Los comentarios son tantos que el Alcalde (o su equipo de community managers) no dan abasto para responder. De momento la última actualización pública del perfil virtual del primer edil se limita a invitar en su a sus seguidores al concierto en el que la Sociedad Musical de Sevilla interpretará siete piezas de Tomás Luis de Victoria y tres de Henry Purcell en la iglesia del Omniun Santorum. ¿Es esta una declaración de intenciones?

La memoria de los ciudadanos no falla. Muchos le han recordado al alcalde todas las promesas que hizo en septiembre de 2010, cuando se presentó en un concierto de la ahora extinta Sala Q. En aquel entonces sólo era concejal y aspirante a al alcaldía, pero no dudó en afirmar que firmaría convenios con las salas de música para evitar su desaparición. Zoido dijo a los medios citados para el acto de precampaña que «si no hubiera sido por salas de este tipo, grandes músicos y artistas del panorama internacional y nacional, como es el ejemplo de los Beatles no hubieran tenido su oportunidad«. Resulta irónico que el último concierto de la Malandar fuera precisamente un homenaje al cuarteto de Liverpool.

Otro ciudadano, más concienzudo, le recuerda el punto número 13 de su programa (léelo aquí, está en la página 131), cuyos puntos básicos para convertir a Sevilla en referente cultural eran: -La defensa de la creatividad y el talento de esta ciudad. -La recuperación y conservación del patrimonio histórico artístico y su puesta a disposición de la ciudad. -El impulso de un importante sector empresarial, el del arte y la cultura, como fuente de creación de empleo y dinamización de la economía. Y el aumento de nuevas ofertas culturales que hagan nuestra ciudad más atractiva y atraigan nuevos visitantes.

Una sala de conciertos sin conciertos

Tras enterarnos de la noticia hablamos con David Muñoz, programador de Malandar, quien nos dijo que con este recorte la sala tendrá que reducir su plantilla. El Ayuntamiento les pide que adecúen su licencia a una que pueda superar los 92 decibelios. Muñoz dice al respecto que Malandar, así como las otras salas de conciertos de la ciudad, ya poseen lo que se conoce en el mundo del espectáculo como la ‘súper licencia’, una licencia de espectáculos que les permite abrir la sala hasta las 7 de la mañana así como organizar conciertos, pero siempre por debajo del límite establecido.

Una licencia que resulta contradictoria, ya que como explicamos en el artículo del sábado, los 92 decibelios los supera con creces una corneta, una voz o un tambor sin amplificar. «Es como si nos dieran una licencia para hacer churros, pero nos prohibieran usar aceite», dice el programador.

La sala manifestó en la reunión su deseo de adecuar las instalaciones para garantizar el descanso de los vecinos. «Si hay que invertir en insonorización para seguir con nuestra actividad sin molestar a los vecinos, somos los primeros interesados en hacerlo» confiesa Muñoz, quien nos dice también que la vecina, que ya no vive en el inmueble, hace mucho tiempo que no se queja y que ellos han tratado siempre poner de su parte para no molestar a los inquilinos, pero nunca han podido hacer una medición de ruido dentro del inmueble vecino.

De esta forma, quedan cancelados todos los conciertos que la sala tenía programados hasta ahora. De hecho el concierto del pasado viernes del grupo sevillano Los Escarabajos tuvo que ser suspendido media hora antes por la intervención de la Policía y el técnico de Medio Ambiente que se presentó en la sala.

Malandar ha estado abierta durante 7 años, durante los cuales se celebraron una infinidad de conciertos, unos 150 al año. La sala funcionaba con inversión privada y ofrecía un punto de acceso a la cultura musical para el público sevillano. Está previsto que la sala abra sus puertas de nuevo la noche del próximo jueves, pero sólo con música grabada y sin espectáculos en directo. Los músicos de Sevilla y el numeroso público que asiste a los conciertos pierden así un punto de referencia en el mundo de la cultura de la ciudad.

Recuerda algunos de los mejores conciertos de Malandar en ¡WEGO!:

Trisfe, McEnroe y Soledad Vélez
Vivian Girls
Los Sentíos
Robot
Fuel Fandango
Triángulo de amor bizarro
Javier Krahe
–  Centro-matic
Clem Snide
Micah P. Hinson
Zahara
The right ons
Toni Zenet
Javier Ruibal
– La Mula
Señor Chinarro
Lamatumbá
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Adanowsky
Aslándticos
Vetusta Morla