Vivian Girls en Malandar, la crónica

Por Iram Martinez

Vivian Girls en MalandarMarta Lozano / Fotos: Alberto Almenara / La noche del sábado 26 ofrecía al público sevillano conciertos de la talla de Hobres G, No me pises que llevo chanclas, o una macro rave al otro lado del río Guadalquivir. En cuanto al panorama ‘indie’ teníamos a O sister! (en el teatro Alameda) y el festival Plátano Sónico (en Utrera, con TAB y Klaus&Kinsky) compitiendo en taquilla con estas tres neoyorkinas. Un amplio abanico de ofertas musicales en la capital andaluza que sorprende y agrada. Cassei Ramone (guitarra), Katy Goodman (bajo) y Fiona Campbell (batería) venían a la sala Malandar de la mano de Heineken. De hecho esta ha sido la única fecha que el Heineken Music Selector ha dispuesto para Sevilla.

Vivian Girls en Malandar

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A las 22:00 Cassei (la rubia) mataba su cigarro y entraba en la Malandar. Media hora antes Fiona (la morena) se había quedado fuera y empujaba las puertas interiores de la sala, con cierta frustración en el rostro. El disgusto de la baterista no duró mucho. Entramos y pudimos posicionarnos frente al escenario sin dificultad. Desde ahí se admiraban dos joyas: una Danelectro roja y una batería gris metalizada realmente preciosa. Mientras la envidia nos corroía los fotógrafos iban montando sus cámaras y buscando los mejores ángulos. Seguía entrando gente y cuatro jóvenes eufóricos se posicionaron en todo el centro, primerísima fila. Cuando las Vivian subieron al escenario en la sala no habría más de 150 personas. La variedad había hecho mella.

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Katy sonreía bajo el flequillo pelirrojo y saludaba. Compartió con nosotros sus pinitos con el español «¡Hola Sevilla!», «¿Cómo estáis?» «¡¡Viva España!!». Cassei también saludó pero en inglés, mucho más seria y concentrada. Las tres dieron un fugaz vistazo al trocito de papel que tenían a sus pies, un mini set list y Fiona marcó con las baquetas el arranque de ‘Never see me again’. La primerísima fila enloqueció.

Confieso que la primera vez que vi a estas chicas me parecieron sacadas de un anuncio de champú. Escuché un par de temas, vi algún vídeo de conciertos, pero no me convencieron del todo. Me alegro de no habérmelas perdido porque en vivo y en directo ganan enteros, todos los presentes coincidimos a la salida.

Los temas del primer disco tienen un sonido Lo-Fi, estaban tocando un pop-punk sucio que evidenciaba influencias de The Wipers, Ramones y Descendents. Los temas del tercer disco sin embargo, dejaban clara la evolución musical del trío. Share the Joy suena a Talulah Gosh.

Vivian Girls en Malandar Pasaron en un suspiro ‘Can’t get over you’ y ‘I heard you say’, estaban gustando. Llegó ‘The other girls’ y Cassei se lució con unsolo de dos minutos. Shoegazer cada vez que se alejaba del micro, con su llavero de cola de mapache en el pantalón y un tatuaje de gato en el antebrazo. La voz de Katy, mucho más angelical, se unía al final del solo y remataron el tema a coro.

Apenas había canciones que llegasen a los tres minutos. ‘Wild eyes’, ‘Lake house’, ‘When I’m gone’. Cada vez que iban a tocar una canción del último disco, Katy se acercaba al micrófono sonriente y decía «Este canción es nuevo». Estaba presentando ‘Death’, un tema de tan sólo tres líneas de letra en donde el «I wanna stay alive» se repetía como un mantra mientras los cuatro groupies no dejaban de saltar, botar y chocar entre sí. Sonaban ‘Sixteen Ways’ y ‘’Survival’, Katy y Cassie se marcaban un diálogo entretenido en ‘Take It as It Comes’ mientras Fiona no se daba tregua. Ni siquiera entre temas dejaba de darle al bombo y los timbales, siguiendo el mismo ritmo o cambiando al siguiente.

Vivian Girls en Malandar

El misterio de la eterna sonrisa de Katy se nos desveló al acabar ‘Second date’. Miró al público y preguntó «¿Cómo se dice vodka en español?» a coro le contestamos aguantando la risa «VODKA». Ella sonrió aún más y levantó hacia nosotros su vaso de tubo con líquido naranja, brindando «¡¡VODKA!!». Lo que pasó a continuación en el solo de ‘Out for the Sun’, pudo ser por el vodka con naranja o bien por la euforia del momento, pero tanto Katy como su bonito bajo Fender saltaron del escenario y se pusieron a bailar con los cuatro fans incansables.

La tranquilidad llegó con ‘Before I start to cry’, balada de minuto y medio que habla del nudo que te ahoga cuando tu ex-pareja te dice que lo pasáis genial juntos, que te quiere y que tendríais que volver, pero tú no lo tienes claro en absoluto. Pasaron directamente de la calma al tema más movido y pegadizo del Share the Joy, ‘Dance (If You Wanna)’. Katy cogió la pandereta animando al público y hasta el más tranquilo se descubrió marcando el ritmo. La pelirroja pasó de tocar la pandereta con las manos, a tocarla con su cabeza. Se hizo corto al igual que el ‘Tell the World’. Era su último tema y nos pedían palmas para acompañarlo.

Las Vivian desaparecieron por la puerta y empezamos pedir a coro el bis. La verdad es que no se hicieron de rogar. No habría pasado más de un minuto cuando volvieron a salir, pero ese minuto había sido suficiente para que volasen los tres pequeños set list a manos de los fotógrafos y los fans. Uno de los chicos hasta se subió al escenario para agenciarse su tesoro.

La rubia, la morena y la pelirroja se estaban posicionando de nuevo entre aplausos. Katy se acercó al micrófono mientras se ajustaba la correa del bajo. «¡Tenemos dos temas más!». Los dos temas de rigor, una buena costumbre que en España no está tan arraigada. Tocaron por fin ‘All the time’, el tema que más nos sonaba a la mayoría, y terminaron con ‘No’, ambos del primer disco, Vivian Girls.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno. En total una hora de concierto, buena música, y buen sabor de boca. Salieron ellas a vender los discos y vinilos del Share the Joy, así que los fans pudieron hablar con ellas y conseguir tener su copia firmada. Final feliz. A mí me enseñaron sus múltiples tatuajes y me hablaron de los conciertos que les quedaban. Unas chicas estupendas que saben dar un buen espectáculo. Si te las perdiste y quieres verlas antes de que crucen el charco, siguen en España de gira hasta el 2 de Abril.