Fuel Fandango brilla por todos los palos
Por 8 marzo 2011
Julia Córdoba / Fotos oscaromi / El dúo Fuel Fandango consiguió mantener un cálido y sensual ambiente durante todo el espectáculo que ofrecieron en Sevilla el pasado sábado. Los principales objetivos de su música, la fusión y el baile se cumplieron con creces. Brilló el soul, conquistaron los arreglos electrónicos y contrastó el flamenco. La Malandar gozaba de uno de los llenos más deseables ya pasadas las nueve y media. En el escenario, el teclado, la batería, el micro y la guitarra esperaban la llegada de sus usuarios bien ataviados con las rosas rojas de la pasión, que ornamentan muy bien la imagen del grupo. Sigue leyendo
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El público llamaba la atención por su diversidad de tendencias y edades. Como prueba de su impacto, alguna fan customizada para la ocasión vestía parecido a como suele hacerlo Nita, la vocalista de la formación. Tras hacerse esperar un rato para gracia de la barra de la sala, Ale Acosta (guitarra, voz y arreglos), Nita (vocalista) y Carlos Sosa (batería) hicieron su entrada en el pequeño escenario para presentar tanto su EP (2010) como su primer álbum ‘Fuel Fandango’ (Arenao Records, 2011). La sensual Nita, y guapa como buena cordobesa, luciendo una de aquellas rosas comenzó a cantar el primero de los temas, ‘Something’, con una introducción cacofónica de sintetizador que dibuja poco a poco la melodía a la que se incorpora la voz. Uno de los virados al flamenco de muchos de los temas, ya se presentó en este primero. Muy curioso es comprobar como cambia el carácter de la cantante al pasar del soul, predominante en su música, a estos segmentos cañís. Algo así como un cambio de piel -al sustituir la lengua inglesa por la española, transformar el timbre y los gestos-, Nita se vuelve flamenca.
El público disfrutaba, de eso no cabía duda, porque jóvenes y no tanto, bailaban y sonreían non stop. En ‘Driving Fast’, Ale recoge el testigo de la voz y en un tema más reposado y sin apenas sintetizador, con sólo la guitarra y la batería, se dedican más al rock y al country que en el resto del repertorio. Después del saludo al público de Ale, también tranquila, más que en la versión de estudio, ‘Best Friend’ le siguió con un elegante diálogo entre la voz masculina y la femenina, que remata aquí también con un corte flamenco.
‘Brazil’, muy tranquila en principio, dislocó la sala en su final con un potente sólo de batería que enlazó con ‘No Sense’, de dos partes en el disco y fusionada en una sola en el directo. De su principio pop-rock pasó a un fiestero desenlace techno a base de teclado y graves profundos, tras pedir Nita las palmas del público de Sevilla con un marcadísimo acento cordobés, presente en cada uno de sus comentarios.
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Después de la arrebatadora ‘Uh Uh’ y su bilingüe “tú volverás a mí”, con un espectacular comienzo de batería a ritmo de samba y unas voces de sabor asiático, ‘Talking’ continuó con la fiesta. “Mismo momento, mismo lugar” reza ‘Lifetime’, tema en el que Ale se regocija con las distorsiones pedaleras.
Para ‘Dirty Money’, unos ritmos de regusto africano, seguidos de la bailona ‘Monkey’, que nos recuerda a los que hemos pasado algo ya el cuarto de siglo, al dance de nuestra más tierna adolescencia noventera.
Después de un parón, lo que ya quedaba era la traca final con el gran éxito ‘Shiny Soul’ y otros tan movidos para terminar: ‘Hype’, ‘Engine’ y ‘Always Searching’, estos dos últimos en el lugar de los bises, cuya espontaneidad, sospechosa en todos los conciertos de cualquier artista, cobró más duda por el hecho de que la cantante tenía reservados para ellos unos papelillos en forma de corazón que roció sobre el público.
Fuel Fandango demostró el sábado que su doble alma flamenca y soul (valga la redundancia) es arrebatadora, tanto como para llenar salas y mantenerlas vivas durante todos los minutos de su espectáculo.