Toni Zenet en Malandar: fotos y entrevista
Por 31 octubre 2009
Hace tan sólo dos años grababa en un estudio improvisado con una manta en la cabeza para que el sonido de los músicos no se metiera en su micro. Era un artista inquieto que desde los 19 años se balanceaba entre un trabajo y otro en el mundo del cine, de la música y del teatro. Hoy, tras muchas noches de papeles rotos y actuaciones en bares, Toni Zenet es el referente nacional de un género musical sin nombre, con sabor a retro y a naíf, cuyo dominio le ha hecho profeta de una sensibilidad tan sincera que puede llegar a unir a todos los seres humanos que hayan querido alguna vez. El concierto del miércoles en Malandar empezó con un cartel de ‘entradas agotadas’ y terminó como solo saben acabar los eventos memorables: con una marea sincera de aplausos y lagrimas. Nos emocionamos como hacía tiempo que no hacíamos y nos sentimos orgullosos, al final del concierto, de haber tenido la suerte de entrevistar al responsable de aquella noche mágica.
Sigue leyendo para leer la entrevista a Toni Zenet
ENTREVISTA A TONI ZENET
Hemos oído que eres un hombre de costumbres, al que le gusta tomarse su cervecita antes del almuerzo, siempre en el mismo sitio y a la misma hora.
Uy, sì, no puedo recoger premios a esa hora.
¿Te la has podido tomar a gusto hoy en Sevilla?
Perfectamente, nuestro querido amigo David, que es nuestro contacto de zona aquí en Sevilla, nos ha llevado a tomar unos montaditos por allì. Nos ha llevado a un sitio cerca del hotel donde se dan unas coquinas, unas almejitas y un estofadito de lentejas… (se ríe) ¡que es una cosa impresionante!
Es la segunda vez en 4 meses que actúas en Sevilla. ¿Cómo te sientes al tocar en tu tierra, en Andalucía, tú que has vivido tanto tiempo fuera?
Yo creo que este mundo esta hecho para los cabezones: cuando uno ha tenido unos ojetivos determinados y esos se van cumpliendo, poco a poco, la sensación en general, sea en tu tierra o en tierra de otro, es que todo es un hecho natural, que tenía que ser así. Ten en cuenta que yo no llego tampoco a mi tierra de nuevo, es decir, en mi tierra me siguen las pistas desde hace mucho tiempo. Siguen las películas que hago, las series, las obras de teatro, los cortometrajes, los documentales… yo trabajo mucho como regidor, como ayudante de dirección… He hecho proyectos de teatro con gente muy buena, gente de teatro, de Granada y de Sevilla. Quiero decir que estoy en constante contacto con toda la gente de aquí. No es que me haya caído de un olivo ahora mismo. Esta noche vendrà por ejemplo Julio Fraga, director de teatro del Centro andaluz de teatro. Vendrá Miguel Zurita, actor del mismo centro, también malagueño, que está haciendo ahora ‘El rey de Algeciras’. Son gente que me llevan siguiendo las pistas desde hace 20 ó 25 años.
Y ¿cómo ves el panorma artístico y cultural andaluz ahora mismo?
Bueno, yo me sumo a lo que dicen algunos amigos artistas: “Los pobres siempre fuimos pobres, los artistas siempre fuimos artistas”. Esto siempre estuvo en crisis, en el sentido de que si no somos nosotros los que sacamos esto adelante … o sea, que en ese sentido tampoco creo yo que haya una situación especial. Hace poco escuché a Antonio Resines, que se ha metido a producir teatro. Le preguntaron: “Pero tú ¿cómo te metes a producir teatro ahora, con lo mal que està la cosa?”. Y dijo él: “Mira, ahora es la mejor época para producir teatro, sobre todo si eres conciente de que estás haciendo una obra muy bonita”. Cuando la gente está en crisis elige muy bien lo que quiere y entonces hay una criba y se queda solo lo de calidad. Y yo estoy muy orgulloso de ser lo que se ha quedado después de la criba.
¿Cómo definirías tu música? y ¿de qué hablan tus canciones?
Hay que citar a Javier Laguna, que es el poeta. Hacemos una especie de combo de composición entre él, José Taboada y yo. Estas canciones hablan de cosas que nos han pasado a todos: el primer beso que diste, que era supertorpe, era una cosa como “¡Diós mio!, ¿qué hago? ¿Adónde le pongo las manos? ¿Por qué? ¿Adónde voy? ¿Qué hago?”, que te hizo temblar el corazón. También habla de experiencias como cuando tienes una pareja y la cosa no va bien. Ahora estábamos haciendo la prueba de sonido de esa canción que dice: “Dime si de aquí a la eternidad o no nos quedan ya ni tres telediarios”. Hay veces en las que todos nos hemos preguntado esto con nuestra propia pareja, ¿no? Entonces yo creo que hablan de cosas universales, que nos han pasado a nosotros, a los chinos, a los japoneses y a los alemanes.
¿Y mas allá de las letras, en cuanto a la forma de expresar esas sensaciones?
Siempre hemos hecho este tipo de cosas sin impostaciones, sin decir ‘vamos a hacer un tango o una bossa nova’. En este sentido tanto José Taboada como yo tenemos los mismo gustos, entonces la fusión siempre sale de una manera natural. Si salen notas de bossa nova yo me voy por esas notas, quizá también porque yo bebì de muchas fuentes de chiquitico. Soy andaluz y entonces, ya sabes: en bodas y bautizos siempre se ha escuchado mucho flamenco en nuestra tierra, y mi madre canturreaba. Pero como en casa también nos ponían los Beatles y gente del jazz a mí también me gustaba tirarme por el rollo de influencias anglosajonas. En este sentido José y yo, siempre que vamos a establecer una melodía, nos encontramos en el mismo sitio. (Llega un ramo de flores) Hombre, ¡Justo Ruiz!. Mira, es curioso que podamos hablar de él. Justo es catedrático del departamento de técnica vocal de la escuela superior de arte dramático de Sevilla y fue profesor mío de arta dramático en Malaga. Es muy bonito que se haya acordado de mí y me haya mandado este magnífico ramo de flores. Justo es un referente. A los alumnos siempre nos daba una proyección internacional. Él está relacionado con la Royal Shakespeare Company, con gente de Londres, de EEUU… Es un rara avis y hoy por hoy está en Sevilla dando clases. Si desde esta entrevista pudiera yo mandarle un saludo la verdad es que le daría un fuerte abrazo a Justo.
Le saludamos juntos entonces. Tu disco, ‘Los mares de China’, es un trabajo colectivo nacido de la unión de tu trabajo con el de Javier Laguna (letras) y de los músicos de tu banda. ¿Cómo cobran vida las canciones con esa fórmula alquímica que habéis encontrado entre vosotros?
Es un proceso catártico, donde se rompen pepeles, se quitan líneas, se añaden líneas nuevas… Primero José y yo buscamos una línea armónica. José me conoce muy bien, sabe que yo busco la línea melódica. Es muy curioso pero a veces cuando ves una letra de Javier Laguna, si es una columna muy larga da la sensación de un ostinato. Un ejemplo: hay una canción en el disco, ‘Agua de levante’, que en el primer momento, solo de verla, es como una columna en un folio y a mí me dio la sensación que tenía que ser un ostinato: (canta) silencio/que nace/en la boca/que nunca/se calla/silencio/que invoca/halla las palabras. Fuimos buscando un poco la melodía, de allì fuimos buscando la nota, de la nota la armonía y de la armonía fuimos llegando al estribillo. Pero fue una manera natural de proceder. La propia columna de las letras estaba sugeriendo como contarlas. En cambio cuando ves unas letras que son muy largas, que son octosílabos o decasílabos, te da la sensación que puedes contarlo de otra manera, como partir el verso por la mitad por ejemplo. Es decir que muchas veces, cuando ves la poesía, ella ya te da la oportunidad de ver como puedes atacar un verso. No es lo mismo atacar un verso corto que un verso largo. Nos perseguimos entre Laguna y yo, y a veces nos peleamos.
¿De quién es esa voz femenina tan bonita que canta tus canciones?
De mi madre. Muchas veces cuando estoy en casa de mi madre se me pega el tono de voz y cuando cojo el teléfono hay gente que me dice: «Rosa», y yo «¡qué no soy Rosa, soy Toni!’. Pero luego cuando hablo normal me sale mi tono de voz, hablo más de barriga en lugar de hablar de pecho. Mi madre cantaba de pecho y yo también. Por eso tengo que tener cuidado cuando canto 5 días seguidos, como ahora que vengo de 5 conciertos seguidos. Hay gente que tiene mucha técnica vocal y saca el aire de la barriga, mientras yo no puedo evitarlo, me voy a ese tono de pecho y entonces tengo el peligro de que si me pilla un refriadito, como me ha pasado en estos días, es más arriesgado sacar el tono de pecho. De toda forma esto es bonito y lo he descubierto en otras familias también: hay una especie de mímesis, una mimética del tono. Conozco una familia donde el padre tiene una voz bronca y tanto las chicas que los chicos han mimetizado el tono del padre. Y no solo con el tema de la voz, también hay mímesis con respecto a los músculos de la cara. Siempre se ha dicho que el perro se parece al dueño o el dueño se parece al perro. Y es que tenemos una serie de neuronas, que se llaman neuronas espejos, que imitan a la persona que se tiene más cerca. En cierto modo somos chimpancés.
En una época de sonidos electrónicos y magias audiovisuales, ¿porque crees que una música tan sencilla sigue emocionando?
Lo sencillo es lo que emociona a la gente. Que no es lo simple. A veces un discruso complejo requiere de un análisis y una reinterpretación. Mientras para las cosas sencillas, un tono, un timbre y una palabra, son suficientes.
Eso es el secreto de un crooner, ¿no?
Bueno esto del crooner me lo han añadido porque tengo pinta de crooner, por el chaleco y la corbata. Pero luego la forma de cantar que yo tengo es diferente. Hemos hablado del tono y una cosa que define a un crooner – me lo dijo una vez Toni Garrido, que me llevó a un programa suyo en la radio – es que es un ‘cantante que versiona temas de otros con voz baja y grave’. Pués en mi caso estamos a las antípodas. Yo en este sentido soy bastante latino. Lo que pasa es que es cierto que mi puesta en escena tiene una estética bastante retro, porque también hay influencias del mundo del jazz.
Y también porque con esa imagen se liga, ¿no?
Bueno, el cantante nunca liga, esto es un mito que se cumple a veces, pero al final es el guitarrista el que triunfa.
Muchos comparan tu música y tu personaje a gente como Sinatra, Chavela Vargas, Gardel… Gente muy diferente entre ellas realmente. ¿Cómo te sientes cuando escuchas esto?
Es muy difícil definir mi música, es un amalgama. Cuando te preguntan a qué suena tu música es muy difícil contestar. Yo intento ser muy técnico y neutro. Es una música que tiene un colchon que tira hacia el jazz, por las armonías, cuya puesta en escena recuerda a todo lo retro y donde se renuevan todos los géneros mas clásicos: la copla, el tango, la bossa nova, etc… La defino asì porque tampoco me gusta la definición fácil de ‘fusión’. Sì, tengo una puesta en escena con corbata pero mi música no tiene nada que ver con Frank Sinatra. Nos parecemos en la corbata, hay ciertos momentos en que me acuerdo de él pero luego me gusta más que me acerquen a Chavela Vargas. Porque en cierto modo el arranque emocional que tango a la hora de cantar me acerca más a ella.
Lo siento pero soy un obsesionado de los parecidos. ¿Te han dicho alguna vez que te pareces muchísimo a Robert Downey Junior?
(Se ríe) Me lo han dicho, y a Andy García también, cuando tenia el pelo más largo. Yo creo que es un mecanismo del cerebro humano que siempre intenta buscar un punto de referencia para semplificarse la vida. A todo nos ha pasado el llegar a una nueva ciudad y parecerte que ves caras conocidas.
En tu vida has hecho de todo, pero al final has llegado adonde querías. ¿Qué les puedes decir a los jóvenes que están ahora como tú estabas hace tiempo, luchando para conciliar el hambre y los sueños?
Bueno, esta pregunta me resulta difícil de contestar. Yo creo que este mundo està hecho para los cabezones y los sobrevivientes. Es muy triste la frustración, por eso aconsejo, al que no esté absolutamente seguro y al que no vaya a dejar toda la carne en el asador, que haga otra cosa. Qué se meta a biólogo marino y qué estudie los delfines y las ballenas y el canto de las sirenas. ¿Cuántas familias viven del cine en España? Si haces estadísticas solamente unas 50. Es una cuestión tan selectiva que realmente esto està hecho por cabezones. Ademas no solo debes ser cabezón, tienes que ser bueno. Si eres muy cabezón y no tienes un talento para contar algo, no haces nada. Y si tienes un talento pero no sabes como venderlo tampoco llegas, por lo tanto está bastante jodido. Esto es más peligroso que un indio cherokee con un tomahawk en la mano detrás de una tapia. Es cierto que hay cosas fundamentales: en el camino siempre he intantado rodearme de gente interesante, gente que me aconsejara bien, buenos profesionales. Siempre hay que tener la mente abierta y no dárselas de nada. La humildad es fundamental, la capacidad de observación, de concentración también. Ver cómo lo hacen los buenos, observarles, imitarles, pensar que nunca lo has sabido todo, pensar que siempre se està aprendiendo. No hay nada peor que ver a un actor en el bar del conservatorio de los actores que se la da de actor. Yo me siento muy actor pero debo reconocer que hay muchos compañeros que dan vergüenza ajena. También hay muchos músicos que se la dan de músicos y que cuando llegan a los sitios es como que todo el mundo tiene que agacharse. ¡Para nada! Sabiendo cómo trabajan en las minas o allí a 40 grados levantando unas zanjas al lado del río mejor te callas y dices «me doy con un canto en los dientes». Te voy a contar una anécdota muy famosa. Te voy a decir el nombre de Alfredo Landa, que fue el que contestò, pero no el del actor al que le preguntaron: “¿Usted como aborda un personaje?” Entonces este actor le dijo: “Yo me baso en el método, intento meter mi piel dentro del personaje o meter el personaje dentro de mi piel, estudio mucho como tiene que ser su vida, hago una investigación tal..” y cuando le preguntaron a Alfredo Landa él miró a la cámara y dijo: “Yo me presigno y digo ‘Virgencita, virgencita, ¡qué me dejen como estoy!” (se ríe). Es decir que el que tiene talento lo aborda de una manera natural. De hecho siempre se ha dicho en el mundo de los actores que Strasberg inventó un método para el que no tiene talento. El que tiene talento no necesita ningún método.
También eres pintor y poeta. ¿Cuándo va a salir tu libro? y ¿qué nos podemos esperar de él?
Estamos relacionados con la gente de Madripedia, de la Wikipedia de Madrid. Hemos conseguido ayuda editorial para 1.000 ejemplares en papel y que luego la edición general se haga para internet para la gente que no quiera gastarse dinero en papel. Son poesías que tengo hace muchísimo tiempo, algunas de ellas fueron canciones, otras no. Son poemas que he dividido en una serie de trienios , y he intentando seleccionar 20 poemas por trienio. Son tres trienios, asì que son 60 poemas. Se llamará ‘Primeras palabras’. Vamos a ver qué pasa… (se ríe)